08 Julio 2007 Seguir en 
Bernabé Quiroga
1 - Bernabé Quiroga
Edad: 17 años
Colegio: 3° Año del Polimodal, Colegio del Aconquija
¿Por qué te gusta la saga?: "Siempre me atrajo todo lo que tiene que ver con la mitología sajona, como los elfos, los dragones y la magia. Comencé a leer Harry Potter de chico y crecí con él".
Su final: En el Bosque Prohibido
Harry bajó las escaleras de la entrada principal de Hogwarts y comenzó a dirigirse hacia el Bosque Prohibido. No podía imaginar como sería su vida de ahora en más, pero antes de seguir pensando en lo que le deparaba el destino, las voces de Ron y Hermione lo hicieron detenerse. Harry no estaba seguro si volvería a ver a sus amigos y, sin saber cómo expresar lo que sentía por ellos, sin poder decirles lo mucho que había disfrutado de su amistad y sin tener la menor idea de cómo agradecerles por todo, los abrazó con todas sus fuerzas y les dijo:
- Fue algo mágico...
Preparado, siguió caminando hasta internarse en el bosque, recordando todo lo que había pasado hace unos días: el cumplimiento de la profecía, el fin de Voldemort y sus mortífagos, la caída de la Orden del Fénix y el sepulcro de todos sus miembros, a excepción de uno solo...
- ¿Qué es lo que vas a hacer, Harry? - preguntó la pálida figura de Remus Lupin en lo profundo del bosque-. La escuela pudo haber acabado, pero tu aprendizaje está por comenzar. Puedes llegar a ser el mago más grande de la historia.
- Voy a decidir... decidiré entre lo que es correcto y lo que es fácil, e iré con usted- respondió Harry.
Juntos siguieron caminando por el Bosque Prohibido y, sin conocer el camino que yacía por delante, Harry se calmó, pensó en las cálidas voces de Ron y Hermione, repasó todo lo que había aprendido, vivido y enfrentado hasta ese momento, contempló la difusa y bella silueta de Hogwarts a través de los árboles, soñó una vez más con sus padres. Derramó una lágrima por los difuntos y, recordando como la magia había cambiado su vida, no pudo evitar llevarse los dedos a la frente sintiendo, una vez más, su eterna y legendaria cicatriz.
2 - Andrea Zarlenga
Edad: 17 años
Colegio: 3° Año del Polimodal, Colegio del Aconquija
¿Por qué te gusta la saga?: "Al primer libro me lo regalaron cuando cumplí 11 años. Yo tenía en ese momento la misma edad que Harry tenía en el libro. Tal vez por eso la saga me cautivó".
Su final: La sonrisa que no está
En este momento, Ron y Hermione se tomaron de la mano y vieron a su mejor amigo por última vez. Entendieron que las lágrimas no eran suficientes. Que, de todas formas, ya no quedaba ninguna lágrima en ellos. Así, se alejaron del lugar que había guardado todos los secretos y confidencias de sus aventuras.
No les sorprendió encontrar bajo el viejo árbol otro par de ojos llorosos. Sentada sobre las raíces del viejo hoyo estaba Ginny.
- Sí que tuvimos un amigo noblemente estúpido, quizás demasiado estúpido...- dijo Ginny con una sonrisa forzada.
- No creo que hubiese querido vernos tristes...
La profunda voz de Hagrid se sumó al grupo.
-No le gustaba ver sufrir a sus seres queridos...- agregó mientras su voz se quebraba. Se tomó un momento para llevarse el gran pañuelo a la cara.
- ¿Creen que su sacrficio fue en vano? Lo hizo por nosotros- dijo Fred Weasly.
- Apuesto que si no quitan esas expresiones de sus rostros, volverá para patearles el trasero.
No duró mucho la risa después del comentario de George. El silencio llenaba el aire. Todos sintieron entre ellos la sonrisa de quien ya no estaba allí. Así comprendieron que la última vez que Harry Potter cerró sus ojos no lo hizo con dolor ni arrepentimiento.
3 - Juan Pablo Alegre
Edad: 17 años
Colegio: 3° Año del Polimodal, Colegio del Aconquija
¿Por qué te gusta la saga?: "Comencé a leer el primer libro cuando tenía 11 años. Y me gustó tanto que en dos meses me leí los dos primeros tomos. Pero las dos primeras películas no me gustaron".
Su final: Dos varitas sin dueños
En la desesperación de la persecución hubo algo que Harry pudo escuchar claramente.
-"¡No lo maten. Con los otros hagan lo que quieran, pero a él no lo maten, lo quiero vivo!"
Y con esas palabras, como la luz que ilumina en un segundo un cuarto en penumbras, la mente de Harry se aclaró. Hace alrededor de diecisiete años, cuando Voldemort intentó matarlo, el efecto rebote no sólo desvaneció su forma física, sino que dejó una parte de su alma en el niño que intentó matar convirtiendo a Harry en un horrocrux. Harry comprendió de esa manera que mientras él viviera, Voldemort también lo haría.
Entonces, Harry se detuvo y le dijo a sus amigos que se escondieran y que, cuando todo quedara en silencio, aprovecharan la situación. Al llegar Voldemort y sus mortífagos, Harry sacó su propia varita y se pronunció a si mismo: "Avada Kedavra". Un "no" ahogado se escuchó, y luego un prolongado silencio. Entonces Ron y Hermione salieron de sus escondites y lanzaron el mismo hechizo contra lord Voldemort. Miembros de la Orden del Fénix llegaron y acabaron de inmediato con los deslumbrados mortífagos.
Todos admiraron la escena que parecía imposible. Dos cuerpos yacían en el piso y dos varitas hermanas perdieron a sus antagónicos dueños.
4 - Ignacio Luna Mercado
Edad: 14 años
Colegio: 9° Grado de la Escuela Normal
¿Por qué te gusta la saga?: "Es pura fantasía y cuenta las aventuras de un mundo que no es común. Comencé a leerlo porque mi abuela me regaló el primer libro. Todo se lo debo a ella".
Su final: Un mundo en paz
Mientras Harry se enfrentaba a Voldemort en la batalla que definiría el destino de ambos, Ron y Hermione se escabullían entre las filas de los mortífagos, distraídos por el enfrentamiento, para tomar el sexto horrocrux. Guiados por el fantasma de Dumbledore, lo encontraron en el suelo de piedra, brillando débilmente, con un resplandor verdoso. Cuando los mortífagos se dieron cuenta, trataron de tomar el relicario. Los maleficios rebotaban en las paredes del castillo y en los relojes de arena, que fueron destruidos nuevamente. Los habitantes de los cuadros gritaban desesperados y los profesores corrieron a socorrer a Harry.
En el enfrentamiento murieron muchos mortífagos, entre ellos Bellatrix, Snape y Narcisa. Harry Seguía peleando con Voldemort, hasta que una voz temerosa surgió de la nada, y gritó:
-¡Cruciatus!
Harry se retorcía de dolor, y deseaba que todo acabara de una vez.
-¡Basta, Draco!- dijo Voldemort-. Veo que otra vez estás a mi merced, Harry. Pero ahora no está Dumbledore. Puedo hacerte lo que quiera.
-¡Experlliamus!- gritó alguien. Era Ron, que junto con Hermione, corría a ayudar a Harry.
La varita de Voldemort salió volando de sus manos y fue a estrellarse contra la pared, haciéndose añicos. Voldemort rió y dijo:
-No importa lo que hagan, soy inmortal.
-No, ya no. Destruimos el Horrocrux-, dijo Ron, Mostrándole al relicario destrozado. Por primera vez en la noche, Voldemort se mostró asustado.
-¡Avada Kedavra!- grito alguien detrás de Voldemort. Era Lupin. Voldemort cayó al suelo, tieso y con cara de susto, muerto. Esa noche, en el mundo de la magia, por fin comenzó la paz.
Edad: 17 años
Colegio: 3° Año del Polimodal, Colegio del Aconquija
¿Por qué te gusta la saga?: "Siempre me atrajo todo lo que tiene que ver con la mitología sajona, como los elfos, los dragones y la magia. Comencé a leer Harry Potter de chico y crecí con él".
Su final: En el Bosque Prohibido
Harry bajó las escaleras de la entrada principal de Hogwarts y comenzó a dirigirse hacia el Bosque Prohibido. No podía imaginar como sería su vida de ahora en más, pero antes de seguir pensando en lo que le deparaba el destino, las voces de Ron y Hermione lo hicieron detenerse. Harry no estaba seguro si volvería a ver a sus amigos y, sin saber cómo expresar lo que sentía por ellos, sin poder decirles lo mucho que había disfrutado de su amistad y sin tener la menor idea de cómo agradecerles por todo, los abrazó con todas sus fuerzas y les dijo:
- Fue algo mágico...
Preparado, siguió caminando hasta internarse en el bosque, recordando todo lo que había pasado hace unos días: el cumplimiento de la profecía, el fin de Voldemort y sus mortífagos, la caída de la Orden del Fénix y el sepulcro de todos sus miembros, a excepción de uno solo...
- ¿Qué es lo que vas a hacer, Harry? - preguntó la pálida figura de Remus Lupin en lo profundo del bosque-. La escuela pudo haber acabado, pero tu aprendizaje está por comenzar. Puedes llegar a ser el mago más grande de la historia.
- Voy a decidir... decidiré entre lo que es correcto y lo que es fácil, e iré con usted- respondió Harry.
Juntos siguieron caminando por el Bosque Prohibido y, sin conocer el camino que yacía por delante, Harry se calmó, pensó en las cálidas voces de Ron y Hermione, repasó todo lo que había aprendido, vivido y enfrentado hasta ese momento, contempló la difusa y bella silueta de Hogwarts a través de los árboles, soñó una vez más con sus padres. Derramó una lágrima por los difuntos y, recordando como la magia había cambiado su vida, no pudo evitar llevarse los dedos a la frente sintiendo, una vez más, su eterna y legendaria cicatriz.
2 - Andrea Zarlenga
Edad: 17 años
Colegio: 3° Año del Polimodal, Colegio del Aconquija
¿Por qué te gusta la saga?: "Al primer libro me lo regalaron cuando cumplí 11 años. Yo tenía en ese momento la misma edad que Harry tenía en el libro. Tal vez por eso la saga me cautivó".
Su final: La sonrisa que no está
En este momento, Ron y Hermione se tomaron de la mano y vieron a su mejor amigo por última vez. Entendieron que las lágrimas no eran suficientes. Que, de todas formas, ya no quedaba ninguna lágrima en ellos. Así, se alejaron del lugar que había guardado todos los secretos y confidencias de sus aventuras.
No les sorprendió encontrar bajo el viejo árbol otro par de ojos llorosos. Sentada sobre las raíces del viejo hoyo estaba Ginny.
- Sí que tuvimos un amigo noblemente estúpido, quizás demasiado estúpido...- dijo Ginny con una sonrisa forzada.
- No creo que hubiese querido vernos tristes...
La profunda voz de Hagrid se sumó al grupo.
-No le gustaba ver sufrir a sus seres queridos...- agregó mientras su voz se quebraba. Se tomó un momento para llevarse el gran pañuelo a la cara.
- ¿Creen que su sacrficio fue en vano? Lo hizo por nosotros- dijo Fred Weasly.
- Apuesto que si no quitan esas expresiones de sus rostros, volverá para patearles el trasero.
No duró mucho la risa después del comentario de George. El silencio llenaba el aire. Todos sintieron entre ellos la sonrisa de quien ya no estaba allí. Así comprendieron que la última vez que Harry Potter cerró sus ojos no lo hizo con dolor ni arrepentimiento.
3 - Juan Pablo Alegre
Edad: 17 años
Colegio: 3° Año del Polimodal, Colegio del Aconquija
¿Por qué te gusta la saga?: "Comencé a leer el primer libro cuando tenía 11 años. Y me gustó tanto que en dos meses me leí los dos primeros tomos. Pero las dos primeras películas no me gustaron".
Su final: Dos varitas sin dueños
En la desesperación de la persecución hubo algo que Harry pudo escuchar claramente.
-"¡No lo maten. Con los otros hagan lo que quieran, pero a él no lo maten, lo quiero vivo!"
Y con esas palabras, como la luz que ilumina en un segundo un cuarto en penumbras, la mente de Harry se aclaró. Hace alrededor de diecisiete años, cuando Voldemort intentó matarlo, el efecto rebote no sólo desvaneció su forma física, sino que dejó una parte de su alma en el niño que intentó matar convirtiendo a Harry en un horrocrux. Harry comprendió de esa manera que mientras él viviera, Voldemort también lo haría.
Entonces, Harry se detuvo y le dijo a sus amigos que se escondieran y que, cuando todo quedara en silencio, aprovecharan la situación. Al llegar Voldemort y sus mortífagos, Harry sacó su propia varita y se pronunció a si mismo: "Avada Kedavra". Un "no" ahogado se escuchó, y luego un prolongado silencio. Entonces Ron y Hermione salieron de sus escondites y lanzaron el mismo hechizo contra lord Voldemort. Miembros de la Orden del Fénix llegaron y acabaron de inmediato con los deslumbrados mortífagos.
Todos admiraron la escena que parecía imposible. Dos cuerpos yacían en el piso y dos varitas hermanas perdieron a sus antagónicos dueños.
4 - Ignacio Luna Mercado
Edad: 14 años
Colegio: 9° Grado de la Escuela Normal
¿Por qué te gusta la saga?: "Es pura fantasía y cuenta las aventuras de un mundo que no es común. Comencé a leerlo porque mi abuela me regaló el primer libro. Todo se lo debo a ella".
Su final: Un mundo en paz
Mientras Harry se enfrentaba a Voldemort en la batalla que definiría el destino de ambos, Ron y Hermione se escabullían entre las filas de los mortífagos, distraídos por el enfrentamiento, para tomar el sexto horrocrux. Guiados por el fantasma de Dumbledore, lo encontraron en el suelo de piedra, brillando débilmente, con un resplandor verdoso. Cuando los mortífagos se dieron cuenta, trataron de tomar el relicario. Los maleficios rebotaban en las paredes del castillo y en los relojes de arena, que fueron destruidos nuevamente. Los habitantes de los cuadros gritaban desesperados y los profesores corrieron a socorrer a Harry.
En el enfrentamiento murieron muchos mortífagos, entre ellos Bellatrix, Snape y Narcisa. Harry Seguía peleando con Voldemort, hasta que una voz temerosa surgió de la nada, y gritó:
-¡Cruciatus!
Harry se retorcía de dolor, y deseaba que todo acabara de una vez.
-¡Basta, Draco!- dijo Voldemort-. Veo que otra vez estás a mi merced, Harry. Pero ahora no está Dumbledore. Puedo hacerte lo que quiera.
-¡Experlliamus!- gritó alguien. Era Ron, que junto con Hermione, corría a ayudar a Harry.
La varita de Voldemort salió volando de sus manos y fue a estrellarse contra la pared, haciéndose añicos. Voldemort rió y dijo:
-No importa lo que hagan, soy inmortal.
-No, ya no. Destruimos el Horrocrux-, dijo Ron, Mostrándole al relicario destrozado. Por primera vez en la noche, Voldemort se mostró asustado.
-¡Avada Kedavra!- grito alguien detrás de Voldemort. Era Lupin. Voldemort cayó al suelo, tieso y con cara de susto, muerto. Esa noche, en el mundo de la magia, por fin comenzó la paz.
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