Una radio transmite en el mundo virtual de Second Life

Una radio transmite en el mundo virtual de Second Life

La comunidad paralela más grande del planeta ya cuenta con una emisión radial. Decenas de receptores fueron distribuidos en todo el territorio.

FENOMENO. Lo que empezó como un simple juego hoy se convirtió en el mundo virtual más grande del planeta, “habitado” por más de un millón de personas.  FOTO GENTILEZA SECOND LIFE FENOMENO. Lo que empezó como un simple juego hoy se convirtió en el mundo virtual más grande del planeta, “habitado” por más de un millón de personas. FOTO GENTILEZA SECOND LIFE
21 Diciembre 2006
Second Life, el mundo paralelo más grande del planeta, sumó un nuevo elemento: el primer programa de radio en español, transmitido en vivo desde el mundo real y reproducido allí. Desde ayer, esta comunidad que ya reúne a más de 1,2 millón de moradores cuenta con el ciclo "Hoy por Hoy", que se emite por la radio española Cadena Ser.

Para garantizar la difusión del programa, decenas de receptores de radio virtuales fueron distribuidos en todo el territorio de Second Life. Y por si la emisión tuvo algún corte, está anunciada la difusión de los archivos de audio en mp3 con el contenido del programa.

Mi otra vida
Second Life (SL) es, literalmente, un mundo en sí mismo. Montañas, mares, bosques y ciudades tridimensionales se expanden en miles de kilómetros dentro de la computadora. Los menos entendidos opinan que se trata de una enorme sala de chat con mezcla de videojuego.

Pero esta segunda vida es mucho más que eso. A diferencia de otros divertimentos on line, aquí no existen las competencias. En cambio, hay miles de seres de carne y hueso creando un álter ego. El objetivo es interactuar con el resto y explorar el planeta.

Para navegar hace falta un avatar con nombre y apellido, que es una persona digital. Luego hay que vestirla y acicalarla a gusto y piacere (ojos verdes, mentón puntiagudo, melena colorada, por ejemplo). Otra actividad casi obligada es pensar a qué se puede dedicar el personaje propio. El idioma dominante es el inglés.

Vivir en SL es gratis, aunque lucir prendas de marca, comprar casas con vista al mar u otros objetos de lujo cuesta dinero.

La moneda del país es el dólar Linden. En los negocios no hay empleados ni nada parecido; todo lo que se debe hacer es cliquear los estantes de ropa y el sistema ofrece, en silencio, cobrar la compra con la tarjeta de crédito (el plástico sí debe ser real) del residente.

La primera marca que vio la punta de este negocio fue Adidas, que puso una tienda para "vender" sus productos. Aunque en el mundo virtual se pagan y se compran zapatillas que jamás podrán tocarse, éstas tienen una ventaja: es posible personalizar el diseño del calzado deportivo.

Luego llegaron otras compañías como Reebok, Toyota, Sun Microsystems e IBM, que compró una tienda con un campo recreativo para sus empleados. Y, como si todo eso fuera poco, la agencia de noticias Reuters mandó un corresponsal exclusivo al universo paralelo.

Es que este mundo, igual que el oficial, está basado en el dinero. O mejor, en la propiedad. Pasear por el sitio es gratis, hablar con sus habitantes, también. Pero si uno quiere hacer un negocio, necesita tener una casa.

Además del consumo en exceso para satisfacer al otro yo, en este entorno gráfico también hay sexo.

Argentinos cibernéticos
El usuario medio de Second Life es un hombre de 32 años promedio, que pasa cuatro horas conectado con banda ancha.

Aunque la mayoría de los residentes (así se llama a los habitantes) son estadounidenses, SL también atrajo la mirada de muchos argentinos. De hecho, ya hay unos 300 compatriotas, según una publicación del diario "Perfil".

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