El estreno del documental sobre el crimen de Fernando Báez Sosa reavivó las tensiones dentro de la cárcel de Melchor Romero.
Seis de los ocho condenados dieron su testimonio para la miniserie de Netflix. Ayrton Viollaz fue el único que no apareció frente a cámara.
El Servicio Penitenciario Bonaerense contradijo la información dada por el abogado Fernando Burlando.
El joven reveló cómo son sus días en la cárcel junto al resto de sus amigos, en un penal de Melchor Romero.
Para la producción, que ya comenzó a rodarse, se confirmó la participación de algunos de los rugbiers condenados.
El joven de 24 años fue entrevistado por primera vez en televisión.
El joven fue consultado sobre si durante estos días en la cárcel pensaba en Báez Sosa y si tenía algo para decirle a la familia.
El rugbier condenado a prisión perpetua por el crimen en Villa Gesell contó su versión, lloró varias veces y pidió por un nuevo juicio.
El joven dio su versión de los hechos y confesó que reza por la víctima.
El periodista Rolando Barbano entrevistó al ex rugbier condenado por el asesinato del estudiante de Abogacía.
El condenado lloró en varios momentos de la entrevista.
El exrugbier condenado a prisión perpetua habló por primera vez sobre lo que pasó durante la madrugada del 18 de enero del 2020.
Tras haber cambiado de abogado, el joven cuestionó la labor de su anterior letrado y solicitó un nuevo juicio.
Algunos rugbiers decidieron romper el silencio luego de resolver que la estrategia de su anterior abogado no pudo contrarrestar sus condenas.
Su abogado aseguró que su defendido quiere contar detalles del crimen, algo que no pudo hacer durante el juicio.
La Cámara de Casación bonaerense confirmó las condenas de los ocho jóvenes y descartó el agravante de “alevosía”.
“Daría mi vida por abrazarte y no dejarte ir”, escribió Graciela, la mamá del adolescente asesinado en Villa Gesell.
Los ocho condenados continúan detenidos en la Alcaidía 3 de Melchor Romero.
El planteo había sido presentado por el abogado de los rugbiers, Hugo Tomei.
El joven de 23 años fue el único de los ocho condenados que habló frente al Tribunal de Casación Penal bonaerense.
