La renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía no sólo puso al desnudo -una vez más- la crisis interna en el Frente de Todos (FDT). Además, la salida del ahora exfuncionario de Alberto Fernández dejó sin resolución una serie de temas financieros de amplio impacto para el país. Silvina Batakis, quien asumirá esta tarde al frente de la cartera económica, tendrá la misión de buscar una salida para dichos problemas desde el Palacio de Hacienda.

La actual secretaria de Provincias del Ministerio del Interior tendrá un primer examen, en parte atenuado por el hecho de que, este lunes, por el feriado por el Día de la Independencia de EEUU, Wall Street estará cerrada, lo que reducirá el volumen de operaciones en el mercado local, pues la mayoría de las cuentas relevantes que operan en él están basadas en el exterior. En el mercado accionario, sin guía externa, probablemente caiga el valor de las acciones argentinas, que tendrán al día siguiente la posibilidad de ponerse al día cuando se reactive el mercado de ADRs, consigna un informe de Infobae.

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En lo inmediato, además, Batakis deberá reprogramar su agenda para viajar a Europa, con el objetivo de retomar las renegociaciones con el Club de París por la deuda externa. Los vencimientos de dichos compromisos con los Estados europeos se aproximan, y se requiere de una nueva rueda de diálogo para reprogramar los pagos.

El encuentro con los acreedores estaba previsto para el próximo miércoles (6 de julio), y en principio en el Gobierno apuntaban a obtener una modificación de las metas para el segundo trimestre, así como a renegociar nuevas condiciones de tasas de interés y plazos.

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La crisis económica apura la necesidad de enviar señales a los actores domésticos y del exterior que ayuden a Batakis a transitar los primeros momentos. Pero la urgencia por controlar el proceso inflacionario se convertirá en el tema más sensible para la flamante ministra, quien deberá manejar con cuidado la actualización tarifaria a partir del recorte de los subsidios al consumo de luz y gas.

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Al mismo tiempo, no podrá descuidar algunas cuestiones macroeconómicas, como la renegociación de la deuda en pesos que va venciendo y sobre la cual es preciso reprogramar los plazos, para lo cual deberá coordinar con el Banco Central el manejo de la tasa de interés y la asistencia financiera al Tesoro.

A Batakis también le espera la revisión de las metas cuantitativas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dentro del actual programa de Facilidades Ampliadas, que le permita al país acceder a otro tramo de financiación con fondos frescos y para reforzar el sistema de reservas.

Un extenso listado

La lista de asuntos urgentes que deberá afrontar Batakis incluye aspectos técnicos y también políticos. Por ejemplo, la futura ministra deberá resolver qué hace con programas como “Precios Cuidados”, y si planteará un método nuevo o recorre el camino de aumentos “segmentados” de las tarifas de electricidad y gas que Guzmán había pergeñado para empezar a achicar la cuenta de subsidios (uno de los ítems más importante para reducir el gasto y el déficit fiscal), para al menos acercarse a las metas anuales del acuerdo con el Fondo.

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Será clave además lo que el Gobierno, y en particular el nuevo equipo económico. decida sobre la continuidad del "supercepo" instituido hace una semana por el Banco Central (a instancias de Economía), medida que de prolongarse llevaría a una paralización de la actividad económica, pero con continuidad de la inflación. Y aunque Guzmán, con auxilio del Central, superó precariamente el supermartes de vencimientos de bonos en pesos del 28 de junio, quien lo suceda deberán dar una respuesta convincente sobre qué hará con esos pagarés que el exministro consideraba un “pilar” de su programa financiero, del acuerdo con el FMI y hasta de la soberanía nacional, pero que dejaron de apetecer a un mercado incluso interesado en disminuir su exposición a ellos. Se trata de renovar nada menos que dos billones de pesos en los próximos 90 días, consignó Infobae.