El ascenso a Primera en 2009 para Atlético significó muchas cosas. No sólo la posibilidad de jugar en la más alta categoría sino -y quizás más importante- los aprendizajes que eso trajo aparejado. Un gran ejemplo es el de Héctor Rivoira, que apenas dirigió cuatro partidos en Primera pero supo conducir al equipo hasta allí con su método. Un sello de su gestión al mando del equipo pudo verse durante el verano de 2009, meses antes de la consagración del equipo. La pretemporada de enero era fundamental para dejar al equipo listo para dar el gran salto en la segunda parte del torneo. La pretemporada era fundamental al igual que los amistosos, tal como los que buscó desesperadamente Ricardo Zielinski está primavera y no encontró (y al parecer no encontrará).

Atlético generalmente no salía mucho de la región para hacer pretemporadas en esa época pero Rivoira le planteó a la dirigencia viajar hasta Mar del Plata para realizarla. El entrenador los convenció diciendo que habría entrenamientos en la playa y diversos ejercicios pero sobre todo que formarían parte del circuito de amistosos de los equipos de Buenos Aires (entre ellos muchos de Primera) que también hacían sus pretemporadas allí. “Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires”, reza el dicho popular y no se equivoca. Ese verano Atlético se midió ante equipos de Primera ese verano y salió invicto (Huracán, Banfield y Lanús). Todo terminó dando resultado pues en junio, el equipo había concretado su vuelta a Primera. A partir de allí, tomó bastante valor la manera de probarse que iba a tener el equipo en las pretemporadas. Años después Juan Manuel Azconzábal destinó una semana de la pretemporada invernal de 2016 para jugar amistosos en Buenos Aires. En 2017, el equipo jugó la Copa Libertadores. Ricardo Zielinski también entiende que los amistosos de calidad están en Buenos Aires y por eso también lo hizo mientras pudo: el año pasado y el anterior a ese (2018) viajó una semana para disputar partidos allí.

El pequeño viaje en el tiempo desde 2009 termina hasta llegar al día de hoy. Con una pandemia a cuestas, a Atlético le resultó imposible viajar a Buenos Aires (recién se habilitaron los vuelos) para jugar amistosos. El plantel tuvo que quedarse en Tucumán y solo pudo jugar un partido ante Central Córdoba de Santiago. Habían programado otros (nuevamente ante “CC” y otro ante Mitre) pero los casos de Covid-19 en el plantel arruinaron los planes. Claro, los equipos de Santiago (uno en Primera y otro en la Primera Nacional) son las mejores y más cercanas opciones del “Decano” con San Martín recién arrancando tras su movida en el TAS y lo que eso trajo aparejado. Entonces, al parecer aquel 1-2 en el Monumental será el único partido que el equipo de Zielinski tenga encima antes de volver a jugar oficialmente tras más de siete meses en los 16vos. de final de la Copa Sudamericana, el próximo miércoles.

Lejos de esa situación y de Tucumán mismo están los equipos de Buenos Aires y alrededores. Desde el 10 de agosto hasta aquí, prácticamente han jugado amistosos todos los fines de semana, con la posibilidad hasta de elegir rivales.

¿Acaso esto detendrá a Zielinski y sus “Decanos”? De ninguna manera. El entrenador intenta compensar esa falta de roce externo con amistosos internos durante varios días a la semana y sacarle el provecho a ese único partido que jugó. Aún así, la disparidad entre equipos como Atlético (varios de la región se encuentran en la misma situación) y los de Buenos Aires es importante. Sin embargo, tampoco es una novedad que eso suceda en nuestro fútbol. De hecho, Atletico pudo sobresalir nacional e internacionalmente aún en ese escenario y no hizo más que ganarse más respeto y mérito por ello. “Yo siempre acompaño las peleas del interior porque uno desde capital por ahí se queja, pero no ve que en el interior todo cuesta el doble”, dijo esta semana Zielinski en radio Rivadavia. No se refería específicamente a este tema pero claramente aplica.

Será cuestión de sobreponerse a este obstáculo y a la nueva barrera que separa el interior de Capital. Y Atlético sabe cómo hacerlo.


Hisopados y lista
En principio, el club tiene hasta mañana para presentar la lista de buena fe para la Copa Sudamericana. Podrá inscribir hasta 40 jugadores. Un día más tarde, el viernes, el plantel se someterá a hisopados de control para controlar que sigan todos sanos.