Pueden ser horas clave para el oficialismo. Aunque las preocupaciones centrales sean la pandemia de coronavirus, la crisis económica y la inseguridad, siempre habrá lugar para que la política meta la cola.

Ayer se llevó a cabo una reunión del bloque mayoritario Justicialista de Todos, integrado por los legisladores que responde al binomio Juan Manzur-Osvaldo Jaldo. Si bien no hubo reproches ni dardos cruzados, sí quedaron muy claras las dos posturas con respecto a las subas en las tarifas de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), del 20%, y de la Empresa de Distribución Eléctrica de Tucumán (EDET), del 7%.

Los manzuristas dieron sus argumentos, y llamaron a respetar el “reajuste” autorizado por el Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersept), en el marco de un procedimiento avalado por la Casa de Gobierno. Y los jaldistas manifestaron su negativa, instando a “congelar” la revisión en los costos.

Por fin, luego de varias idas y vueltas, los legisladores peronistas llegaron a un acuerdo: no hacer nada al respecto hasta tanto el gobernador y el vicegobernador discutan la cuestión -si es en persona, mejor- y traten de llegar a un anuncio conjunto.

El problema, para colmo, es que el reloj corre y el tiempo apremia.

La sesión está citada para mañana a las 8.30, y el texto -que apunta a impedir cualquier tipo de recarga sobre las tarifas hasta el 31 de diciembre de 2020- cuenta con dictamen favorable de la comisión de Obras y Servicios Públicos de la Legislatura.

Por las dudas: el oficialismo, si está unido, cuenta con los votos necesarios en el recinto para retirar ese asunto del orden del día.

Pero un mensaje de ayer de Jaldo, previo a la reunión del bloque Justicialista de Todos, terminó por reafirmar la postura del vicegobernador sobre el tema. Desde Concepción, distrito “radical” hace un lustro, el tranqueño habló en nombre del poder que preside: “la Legislatura aspira a que este año no haya aumentos de tarifas”, aseveró, acompañado por dos legisladores del Partido de la Justicia Social (PJS).

En esos momentos Manzur se encontraba en Buenos Aires, gestionando recursos presupuestarios y convenios para programas de obras públicas, según explicó el propio Jaldo en el recorrido oficial. De esta manera, el “vice” formuló aquella declaración (¿de guerra?) estando en ejercicio del Ejecutivo. En el manzurismo parlamentario no ocultaron las caras de disgusto cuando leyeron la frase en las noticias.

En general, no hay afán de ruptura en el bloque que preside Roque Álvarez. En gran parte fue por eso que resolvieron ayer pasar a un cuarto intermedio, hasta hoy a la tarde, con la expectativa de que “El Uno” y “El Dos” limen asperezas.

Si hay acuerdo, quizás puedan anunciar que los aumentos en la luz y en el agua tendrán vigencia sólo a partir del 1 de enero de 2021.

El problema para la bancada peronista se dará en caso de que la charla finalice de otro modo.

Fichas y apellidos

Algunos apellidos son más fáciles de “encasillar” que otros.

En el manzurismo cuentan como propios al vicepresidente primero de la Legislatura, Gerónimo Vargas Aignasse, al secretario general de ATSA, Reneé Ramírez, y a la ex funcionaria Sandra Tirado. También ponen fichas sobre Sebastián Assán, hijo de Carlos “Alito” Assán, sobre “bancario” Eduardo Bourlé, y sobre el ex intendente bandeño Zacarías Khoder, rival del actual jefe municipal y aliado jaldista, Darío Monteros. “La Legislatura no tiene potestad para resolver sobre tarifas; sí sobre la composición del Ersept y otros aspectos técnicos. Hay jurisprudencia de sobra sobre el tema”, argumentan entre los aliados a Manzur.

En el armado del vicegobernador afirman que tienen marcados con una “J” al presidente subrogante de la Cámara, Regino Amado, y a un grupo de peronistas variado, que incluye a los ex alperovichistas Dante Loza y Armando Cortalezzi, al ex intendente de Trancas, Enrique Bethencourt, a Daniel Deiana, a Eduardo Cobos, a Javier Morof y a Graciela Gutiérrez de Salomón, entre otros.

“No hubo paritarias para los estatales por la pandemia, ¿cómo vamos a darle un aumento a favor a una empresa privada y a otra “mixta”? , alegan quienes se identifican con lo que opina el vicegobernador.

Todavía hay algunos casilleros que prefieren gozar del rótulo de “indecisos” dentro del oficialismo.

Pero en principio, si el tema de las tarifas llegara al recinto con posturas divididas, hay un grupo que podría inclinar la balanza para el lado de Jaldo.

La oposición ya tomó postura. El bloque bussista de Fuerza Republicana (ocho bancas) y los aliados a Vamos Tucumán (seis) formularon proyectos y críticas hacia lo dispuesto por el Ersept. Así, el rechazo a la suba de las tarifas sumaría -en principio- otros 14 votos, lo que representa casi un 30% de los 49 totales.

De todos modos, este escenario podría abrir una herida profunda en el armado oficial.

Para el manzurismo no sería fácil seguir junto a un espacio que le quita legitimidad a una medida sin dudas impopular, pero que ya está en marcha. Para el jaldismo, que tiene su base territorial en el interior sería dramático llegar a 2023 con la Casa de Gobierno en contra. Por eso, los legisladores del peronismo esperan por una nueva “tregua”, y que sus líderes acuerden. Así evitan que, más adelante, alguien les pase factura.