El baile fue, sin lugar a dudas, un gran cable a tierra para muchas personas durante la cuarentena, destaca Karina Navarro Kairuz, responsable del dictado del taller a distancia “Soy Latinoamérica”, desde el Ingenio Cultural y en el marco de las propuestas del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia.

A sus clases de cumbia, salsa, merengue y bachata se sumaron más de 600 personas, muchas de las cuales nunca se hubieran imaginado danzando en su casa frente a una pantalla.

En total, los cursos on line que se dictaron por el programa “Misión: quedate en casa”, tuvieron entre abril y mayo 12.000 reproducciones en su canal de YouTube y 35.000 interacciones en la página oficial de Facebook.

“Nos escribieron personas contando que después de ver algún familiar tomando clases de baile se animaron a participar. Y ahora no pueden pasar un día sin bailar. Te hablan de lo maravilloso de haberse podido encontrar con algo que les gusta, sin saber que estaba ahí”, cuenta la docente.

A todos ellos, la bachata o la cumbia que suena en la pista virtual las ayuda a olvidarse de la soledad y de los momentos tristes que pasa el país. Algunos alumnos tienen asistencia perfecta. E incluso le mandan videos a la profesora con los resultados de sus movimientos. “Fue muy difícil para mí dictar estas clases a distancia, sin poder ver cara a cara a mis alumnos, pero a la vez fue muy reconfortante saber lo que se genera en la gente que ha descubierto su pasión por el baile”, resume.