La relación del Papa Francisco con el fútbol argentino se agigantó con la llegada del argentino al mando del Estado de la Ciudad del Vaticano. Desde ese momento desfilaron por Roma cientos de jugadores, dirigentes y simpatizantes llevando camisetas y buscando la bendición del Pontífice. Uno de ellos fue el tucumano Marco Lamoglia, periodista partidario de Atlético, que visitó la plaza de San Pedro y se llevó de Francisco el vaticinio esperado: "seguro van a ascender". Un mes después, los "Decanos" sellaron su regreso a Primera.  

Su fanatismo por San Lorenzo llevó a muchos a pensar que su intervención divina posibilitó el milagro de ver a los "Cuervos" de Boedo como campeones de América. Ahora serán tucumanos los que se aferren de la predicción de Bergoglio para afirmar que el Papa es "Decano".