Alberto Fernández, ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, ingresó al hall del hotel Sheraton visiblemente apurado, un poco antes de las 20. Un auditorio colmado escuchaba las últimas palabras de otro expositor: el peronista Julio Bárbaro. "Necesito cambiarme la camisa. Se me rompió un botón", fue lo primero que dijo Fernández, preocupado. Saludó al dirigente sciolista Julio Martín Olás y luego se acercó a una mesa donde se encontraba el conductor televisivo Carlos Rojkés, hermano de la presidenta provisional del Senado, Beatriz Rojkés. Compartieron unas palabras y antes de dar inicio a su charla, Fernández dialogó con LA GACETA. De inmediato, lanzó una frase apocalíptica. "Es el fin del kirchnerismo y de los caudillos provinciales", pronosticó. La charla con el ex kirchnersita siguió de esta manera: 

- Usted dijo que Sergio Massa le dará oxigeno al peronismo...

- Massa es una expresión diferente ante una política que se cierra permanentemente en sus logias y no quiere debatir. Massa se ha animado, con su juventud, a confrontar con el gobierno que no es una tarea fácil. A su vez se animó a hacer una lista abierta con un fuerte tiente progresista o alguna gente conservadora. Me parece que él representa con esa lógica una bocanada de aire fresco para el peronismo. Creo que puede estar naciendo el germen de algo distinto en la política argentina.

- ¿Se siente identificado con Massa? Los dos pegaron el portazo en el kirchnerismo...

- Siempre reivindiqué los días de la transversalidad durante el primer gobierno de Kirchner. Un sistema por el cual aceptábamos al otro con su identidad, aceptábamos el disenso en algunas cosas y tratábamos de construir un país entre todos. Me parece que eso ha terminado. Ese proyecto terminó en el actual proyecto de la obediencia. Cuando a veces escucho hablar de que Massa hizo un rejunte, me pregunto si en verdad no es mejor esta diversidad tendiente a debatir y buscar síntesis que el concepto único que surge de los obedientes. Que es la contracara de Cristina (Fernández deKirchner). Ella construyó una lista en donde todos obedecen y no hay espacios ni ningún tipo de diferencias.

- ¿Por qué no hubo acuerdo con Daniel Scioli?

- Bueno, esas son decisiones de Daniel Scioli. El sabrá por qué no lo hizo. Es mi amigo, así que de mi parte tiene mi respeto.

- ¿Es el fin del kirchnerismo?

- Me da la sensación que estamos en una etapa donde los grandes postulados que en algún momento propusimos con Kirchner se están opacando y están aflorando aspectos más miserables de la política. Creo que es el fin del kirchnerismo, y creo que también es el fin de los caudillos en las provincias, porque han comenzado a ser puestos en tela de juicio.

La economía que viene
Para Fernández, la Argentina atraviesa por un fin de ciclo económico. "Estamos viviendo un fin de ciclo en materia económica, donde se van a desmoronar los dogmas. El dogma que decía 'energía para todos' es reemplazado por el creciente ingreso de gas importado de Bolivia y combustible importado de Venezuela. De la misma manera se va a caer el dogma que dice sigamos consumiendo que esto nos hace crecer", avizoró el ex funcionario K.

"El Gobierno va a recibir un llamado de atención cuando se vote", pronosticó Fernández.


Critican el "feudalismo" local 
El histórico referente peronista Julio Bárbaro habla sin titubeos: "hace tiempo que estamos en un fin de ciclo; lo que fue el kirchnerismo se está agotando y viene una nueva etapa". Caracteriza el período que sobrevendrá como de una fuerte impronta política. "Veo una gran politización. La sociedad toma conciencia de que la política es la única salida a su crisis; desde esa pasión generará una nueva dirigencia", consideró. Bárbaro visitó Tucumán para disertar en el 1° congreso regional "Modelo de Desarrollo: Política y Economía", organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).

Este "fin de ciclo" del que habla, ¿cómo se manifiesta en las provincias?, preguntó LA GACETA. "Siempre es más lento. Y más en la Argentina, donde las provincias con política son capital federal, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza; el resto de las provincias son como feudos, incluyo Tucumán", afirmó. Según precisó, una provincia democrática es aquella donde hay alternativa y puede ganar el oficialismo o la oposición: "una provincia pasa a feudo cuando ocurre como con Gildo Insfrán (gobierna Formosa, en forma continua, desde 1995), o como Tucumán. Hay una propiedad del poder y eso es un retroceso de la democracia, porque es una pérdida de libertad".

A su criterio, el kirchnerismo resultará perdidoso en estas elecciones, en la mayoría de los distritos electorales más importantes. "Está discutiendo si puede ganar Buenos Aires, pero tiene perdida las otras cuatro. El fin de ciclo está a la vista. El autoritarismo es un dedo que no permite que nadie más exista; y la presidenta (Cristina Fernández) expresa hoy el autoritarismo", dijo.

Hacia las presidenciales de 2015 se encolumnó detrás del gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota. Pero habla bien del intendente de Tigre, Sergio Massa; y del gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli. "Quien puede dañar al Gobierno es Massa; que no me venga un borracho a decir que es un invento del Gobierno. Scioli es mi amigo; me parece que le pegaron fuerte, y yo hubiera soñado que él hubiera salido a pelear", dijo.

 Ven las PASO como un sondeo

El economista Carlos Melconián sugirió que las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que se realizarán el 11 de agosto, funcionarán como un sondeo de cara a las elecciones generales, del 27 de octubre. "En cualquier país donde hay elecciones internas, cada partido tiene distintos candidatos y estos compiten entre sí. En la Argentina, como ya los candidatos están definidos, con alguna excepción en Capital Federal, las PASO tienen una enorme probabilidad de transformarse en una elección casi externa, en una encuesta pública. Ahora, la pregunta es si las elecciones no serán en agosto antes que en octubre", indicó.

Aunque finalmente no integra ninguna lista -iba a ser candidato del PRO a diputado nacional, por provincia de Buenos Aires, pero el partido desistió de competir en ese distrito- Melconián dijo que camina la calle y que escucha a la gente. De allí, considera que la economía y la seguridad serán los ejes de la campaña electoral. "El tema económico interesa sobremanera; y dentro de esto, la inflación, el trabajo y el sueldo. De los temas no económicos, el que más impacta es la seguridad", puntualizó.

Respecto de su frustrada postulación, LA GACETA le preguntó si le hubiese gustado ser candidato. "Tengo la vocación y voy a participar en política desde donde me toque. Hay un frente, que encabezará el intendente de Tigre (Sergio Massa). Tenemos perfiles parecidos; con la mayor humildad digo que no estoy para integrar un espacio donde me quedaré callado porque ya saqué el tique de diputado", explicó.

A renglón seguido, defendió a Massa de quienes consideran que su postulación fue orquestada desde el oficialismo para romper un bloque opositor más fuerte. "Sergio, como varios políticos en la Argentina, pudo haber participado con un referente o con otro en una cosa que se llama peronismo: llega en los 90, llega de la mano de (Eduardo) Duhalde, participa del Gobierno kirchnerista, y en un momento decide postularse como intendente de Tigre. Le sobra independencia para mostrarse como un actor de la política por sí mismo", expresó.