“El fenómeno de incendios es fundamentalmente climático, y no se soluciona con judicializar”

“El fenómeno de incendios es fundamentalmente climático, y no se soluciona con judicializar”

El consultor Santiago Paz dijo qué se debe hacer, a su criterio, para que esta práctica vaya cejando.

RELEVAMIENTO. Durante los períodos secos, los patrones de incendios son parecidos en zonas cañeras, como Tucumán, o sin caña, como Córdoba.  RELEVAMIENTO. Durante los períodos secos, los patrones de incendios son parecidos en zonas cañeras, como Tucumán, o sin caña, como Córdoba.
10 Junio 2023

Actualmente prácticamente 90% de la cosecha de caña es integral con los mismos sistemas de cosecha que van desplazándose en la provincia desde el inicio hasta el final de la zafra. “El relevamiento satelital que se realizan en las diferentes zafras demuestra que, en la primera mitad de la zafra las quemas son mínimas hasta transcurridas al menos dos semanas de la primera helada fuerte (ver la figura 4 en tapa), por lo que mal puede hacerse referencia a ‘prácticas de cosecha’, que desde hace tiempo fueron desterradas, por lo tanto la quema de caña es un fenómeno fundamentalmente vinculado a los aspectos climáticos”, indicó Santiago Paz, consultor del sector bioenergético de la región.

Los relevamientos satelitales muestran patrones similares de incendios sobre distintas coberturas vegetales en regiones vecinas con situaciones climáticas similares. Lo mismo se aplica a la turbidez atmosférica detectada por estos sistemas a raíz de la elevada concentración de polvillo durante los períodos secos propios de nuestro clima mediterráneo. Como puede verse en los otros gráficos que se muestran en tapa, los patrones de incendios son parecidos en zonas cañeras como Tucumán o zonas sin caña como Córdoba, o haciendo una comparación regional de mayor amplitud en zonas lindantes de clima parecido.

La intensidad del fenómeno varía de año en año, dependiendo de las condiciones atmosféricas prevalecientes inmediatamente antes y durante la temporada seca. Con factores determinantes tales como intensidad de lluvias en otoño, magnitud y dispersión de las heladas, baja humedad relativa ambiente sumados a vientos Zonda en agosto/septiembre, etcétera.

Una diferencia no menor respecto de otras zonas cañeras, la situación de Tucumán se agudiza por su elevada densidad poblacional, que multiplica las posibilidades de inicios de fuegos.

“El fenómeno es fundamentalmente climático y se ve cada vez más agravado por el calentamiento global. No se soluciona con meros voluntarismos como las pretensiones de judicializar el problema, pero puede acotarse con acciones tendientes a adaptarnos a los cambios”, dijo Paz. Y enumeró: “la principal sin dudas es la educación, para evitar situaciones que favorezcan el inicio de incendios. La segunda pasa por la adopción de buenas prácticas agronómicas para evitar que estos se propaguen. Una tercera gran contribución sería el empleo de los excedentes de rastrojos de cosecha para fines energéticos, que ayudaría a eliminar uno de los principales vehículos de propagación de fuegos, además de la consiguiente descarbonización aportada a la matriz de generación eléctrica”.

Comentarios