26 Mayo 2023

Nuestro país está viviendo una crisis económica y social tremenda. No voy a justificar al presidente Alberto Fernández por la falta de carácter y autoridad para enfrentar a los poderes fácticos con los que quiso consensuar pacífica y democráticamente para llevar adelante soluciones que nunca llegaron. Hizo lo que pudo dentro de las limitadas posibilidades que dejó el gobierno del arrasador “huracán” Mauricio (PRO-UCR). Estos adoradores del dinero solo saben de avaricia y saqueo, de explotación y de “cuevas” fiscales donde esconden los dineros mal habidos. No les importan el país y su gente. Insensibles e indiferentes al sufrimiento de todo un pueblo, incluyo a la clase media, que alguna vez votó a sus verdugos (2015) y hoy padece las despiadadas políticas que nos llevaron a esta realidad paupérrima. Nos faltan dólares, escucho a diario. Entonces me pregunto: ¿Dónde están los 50.000 millones de dólares que el FMI prestó a Macri? ¿Qué obra hizo que demandara esa friolera? Ninguna. Pero para entender esto hay que ver la promiscua relación entre los multimedios hegemónicos, la justicia al servicio de estos intereses espurios y la fuerza que los representa políticamente: PRO-UCR, y que constituye el ariete de choque para evitar políticas al servicio de las mayorías populares. Con total impunidad comparten viajes de turismo lujosos jueces, fiscales, políticos de la oposición y empresarios de medios a una estancia en el sur de nuestra patria, la del británico Joe Lewis, poderoso empresario varias veces beneficiado con cautelares dictadas por estos mismos jueces. Es la dádiva que aceptan sin retaceo alguno. Vemos a una Corte Suprema de la Nación rápida y eficaz para inmiscuirse y suspender elecciones provinciales donde presume que sus protegidos de la política van a ser derrotados por el voto popular, violando el principio de autonomía que la Constitución consagra. Pero son bastante lentos para indicar a los tribunales inferiores que agilicen las causas que comprometen a sus socios de la política y del empresariado, como la del ilegítimo préstamo del FMI que nunca pasó por el Congreso; como la del intento de magnicidio contra la vicepresidenta; como la del viaje de turismo que mencioné y como tantas otras. Creo, y para terminar, que cuando superemos la crisis moral superaremos las otras crisis. La Constitución es la Argentina hecha ley y si tenemos una justicia que la irrespeta, pobre nuestra patria y su gente. ¡Reforma judicial, urgente!

Francisco Centurión 

francicenturion@yahoo.com.ar

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