Una obra que presenta la risa como un “altar” para nuestras desgracias

Una obra que presenta la risa como un “altar” para nuestras desgracias

Juan Carlos Mon presentó su libro “San Palito”. Lecturas irreverentes

GÉNERO. El título engloba una serie de cuentos satíricos y con aire popular. GÉNERO. El título engloba una serie de cuentos satíricos y con aire popular. La Gaceta / foto de Franco Vera

Uno le reza a lo que puede, quiere y (¿por qué no?) a lo que nos permiten. Dentro de la religión popular hay espacio para todo tipo de beatos; entre los cuales incluso aparece “San Palito”; el protagonista que da vida -y nombre- al libro de Juan Carlos Mon (@sanpalito11).

La obra contempla 11 cuentos breves que se nutren de la sátira criolla para criticar y darle un giro grotesco a nuestras creencias. Sea a partir del rechazo o la complicidad del lector, la cultura popular se reescribe para mostrar su costado más sórdido. La maternidad, la religión, el arte contemporáneo, los gauchos... nada se salva (por más estampitas que tengamos) de la irreverencia.

Mon fue el creador y director de la revista El Gueto (2013-2017), una publicación en la cual la onda trash y el absurdo urbano operan como antecedente para entender la atracción del autor por lo satírico. Luego de presentar “San Palito” en la 19° edición del Mayo de las Letras, LA GACETA charló con él para obtener una breve aproximación al título

- ¿Bajo qué contexto o circunstancias surge la obra?

Hace tiempo atravesaba una mala situación personal y quise retomar la escritura para plasmar algo de esos sucesos. Mi primera tendencia fue usar un tono existencialista, trágico y depresivo porque estaba acostumbrado a ese estilo; típico de un hombre que camina solo por la ciudad y deja fluir su conciencia. Sin embargo, después hice un clic y pensé seriamente en las cosas que me estaban pasando. Yo no era ese personaje, sino un bufón. Ese punto de inflexión condujo hasta la sátira e hizo que encare los problemas desde el humor. En “San Palito” me burlo de mí mismo, de la sociedad y las desgracias que uno elige o aparecen.

- ¿Qué tipo de historias podemos encontrar?

- En el libro aparece un cuento en el cual critico (desenfadado) la riqueza y la suntuosidad del Vaticano. También hay una sátira sobre el psicoanálisis (“Odiaos unos a los otros”) en la cual un paciente que detesta a la gente asiste a terapia y sale curado: aunque aún sigue odiando al mundo, él ya no se siente culpable por hacerlo. Otro de los textos (“Blanca”) se centra en los libros infantiles; en lugar de princesas normales Blancanieves y Cenicienta son las jefas de un cartel que trafica drogas.

- ¿Y qué pasa con San Palito?

- San Palito es un santo inventado; el santo de la libido y la fertilidad. Celino era un hombre que murió casto, luego de su entierro los ciudadanos empiezan a rezarle y recaudan plata para construir un espacio de adoración. Ahí aparece la “erecta reliquia” y la gente acude a él en busa de milagros.

- Al margen del humor, ¿existe algún detalle que conecte los cuentos entre sí?

- En todas las historias aparecen involucrados personajes que están desquiciados, desestabilizados y perdieron la seguridad. Ese estado es el que conduce al meollo de cada cuento; quizás la moraleja viene también solapada.

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