Expectativas por la concreción del acueducto

Expectativas por la concreción del acueducto

Se trata de una obra de 50 kilómetros para optimizar el servicio de agua potable en la comuna de Tapia, en el noroeste de San Miguel de Tucumán, en Tafí Viejo y en Villa Carmela.

Expectativas por la concreción del acueducto
23 Mayo 2023

La geografía ha bendecido a Tucumán: de las cumbres que se elevan hacia el oeste, bajan ríos y arroyos que alimentan la inmensa pradera productiva que se extiende hacia el este. Pero poco se ha hecho para aprovechar esos recursos y mitigar el impacto que generan en la población. Así, en tiempos estivales, los tucumanos observan desolados las inmensas masas de agua que producen destrucción y que se pierden llanura abajo. Pasan los años, se van las décadas y siempre ocurre lo mismo: sobra el agua, pero escasean las obras para aprovecharla. Así, de noviembre a abril nos inundamos, y de mayo a octubre vivimos un estrés hídrico inexplicable para una región con estas características.

Recientemente se informó que en un par de meses se licitará la construcción del acueducto de Vipos-San Miguel de Tucumán. Se trata de una obra de 50 kilómetros para optimizar el servicio de agua potable en la comuna de Tapia, en el noroeste de San Miguel de Tucumán, en Tafí Viejo y en Villa Carmela. Está proyectada para abastecer las necesidades de una población de unos 250.000 habitantes. Se calcula que su realización demandará dos años.

Quienes hayan tenido la bendición de recorrer los cerros tucumanos a caballo, caminando o en moto, seguramente podrán coincidir en que impacta la potencia de los ríos montanos, inclusive en tiempos de seca. El que serpentea entre las montañas a la altura de Vipos no es la excepción.

Por eso, con esta obra se abre la posibilidad de resolver el problema de escasez que golpea con frecuencia la zona norte del Gran San Miguel de Tucumán. Según se informó, esta ampliación permitirá que el acueducto duplique su capacidad de producción de 2.000 a 4.000 metros cúbicos por hora. Esto descomprimirá el dique Celestino Gelsi y, de esa manera, no se producirían cuellos de botella en períodos de falta de agua, cuando la Provincia debe definir prioridades entre el consumo particular, el abastecimiento para las industrias y también para el riego de los campos. También le dará cierto descanso a las decenas de pozos de agua que están desperdigados por el piedemonte y otras zonas.

Lamentablemente, por lo general los anuncios de grandes obras hídricas se han convertido en palabras vacías. Hagamos un repaso muy breve: la ampliación del acueducto de Anfama y los diques del Potrero del Clavillo y del Potrero de las Tablas, entre otros. De haberse concretado las dos últimas, es posible que el panorama respecto de las grandes inundaciones que suelen asolar el sur de la provincia sería muy distinto. Y si la primera se hubiese realizado, la falta de agua en Yerba Buena y zonas aledañas no sería tal.

Es por eso que hacemos votos para que el anuncio del Acueducto de Vipos camine hacia una concreción real en el menor tiempo posible. Se informó que ya ha sido depositado el dinero enviado para tal efecto, lo cual hace abrigar esperanzas de que esta obra no se diluya en el olvido de una provincia siempre aturdida por las urgencias.

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