“No somos víctimas de la IA; nosotros le hemos permitido entrar a nuestra vida”

Un experto tucumano reflexiona sobre cómo la Inteligencia Artificiar está cambiando a la sociedad.

“No somos víctimas de la IA; nosotros le hemos permitido entrar a nuestra vida”

En la atención y en la asistencia, en los algoritmos, en el mercado laboral, en la conducción y en la automatización de tareas. Aunque hace poco tiempo empezamos a notarla y a medirla, la inteligencia artificial (IA) está presente en nuestra vida en un sinnúmero de aspectos; ahora nos preocupan sus alcances, pero la usamos todos los días, y sin darnos cuenta. Por su eficiencia y su automatización, por su capacidad para aprender, analizar y procesar datos y por sus rápidos avances en diferentes campos, la IA ha transformado a las sociedades. Y lo seguirá haciendo, aunque es necesario abrir debates para plantear objetivos, límites y reglas.

Es ella misma la que lo confirma. Ante las consultas de LA GACETA, el chatGPT reflexionó sobre su presente y su futuro. “En general, la IA ha brindado a la sociedad oportunidades para mejorar la eficiencia, la precisión y la calidad de vida en diferentes sectores, pero también ha planteado desafíos y cuestiones éticas que deben abordarse de manera adecuada”. Y es cierto; mientras más se habla de la IA, más se charla sobre los peligros y las complicaciones que traería: se discute sobre desplazamiento laboral, sobre discriminación algorítmica, sobre ética, sobre riesgos de seguridad y hasta sobre un inminente apocalipsis. Pero todavía falta para eso, dijo a este medio Gustavo Juárez, responsable del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnológicas de la Universidad Nacional de Tucumán (Facet - UNT). La IA ya está en nuestra vida: la clave de todo -indicó- está en hablar de ética y de romper con el desconocimiento.

Él sabe muy bien de lo que habla: hace décadas se dedica al estudio y a la enseñanza de estas tecnologías, que desde hace poco están en el ojo de la tormenta: justamente,  este miércoles Juárez brindará una charla sobre cómo la IA ha cambiado a la sociedad. El conversatorio se dará en marco del evento Pint Of Science, un festival global que reúne a la comunidad científica y al público en general en bares, pubs y cafeterías. Antes de eso, el experto adelantó a LA GACETA algunos puntos sobre el estado actual de esta tecnología y brindó algunas recomendaciones para mirar hacia el futuro.

Cambios y fatalismo

“El debate de la IA no es nuevo. Ya en 1956 en el Colegio de Dartmouth se reunieron los número uno del mundo de esta tecnología para discutir qué era y qué no era. De eso salió un concepto y una división: la IA dura, sin supervisión (como Siri o Alexa) y la IA blanda, que depende del humano. A partir de eso, se crearon las cinco teorías madre de la IA, que usamos y mezclamos, como si fueran ingredientes, hasta llegar a hoy”, narró para introducir el tema. Con esas mixturas -explicó- arribamos ahora a lo que él llama IA 2.0. “Y la analizamos con lupa. Hay IA blanda y hay IA dura, sí. Y por la segunda es que la sociedad percibe que se viene Terminator”, comentó. “¿Hasta dónde llegamos”, “¿Qué lugar le damos en nuestra vida?”, preguntó. Las noticias sobre el fin del mundo, los expertos pidiendo que se suspenda el uso de la IA y las conjeturas sobre el futuro ayudan a esta imagen demonizada sobre la tecnología. “Hace algunos años, cuando empezaron a usarse los cajeros automáticos, había gente que decía en chiste que dentro había enanitos contando el dinero, ahora dicen que están manejando el chat GPT (se ríe). Eso es paranoia; y lo mismo sucede hoy. Por eso han salido expertos y desarrolladores de software a decir que esto es escandaloso -consideró-; ante esta inteligencia artificial 2.0 enfrentamos un nuevo dominio fatalista. Cuando salió internet, se dijo que la educación iba a desaparecer. Lo mismo pasó cuando apareció Google, o cuando llegó el email y se opinaba que se iban a terminar los carteros. Sí, se piensa así porque es sentido común; y se vienen cambios. Pero los humanos tenemos una demora de cinco a 10 años para adaptarnos y ahí vienen los miedos. No vamos a desaparecer, vamos a transformarnos”.

“No somos víctimas de la IA; nosotros le hemos permitido entrar a nuestra vida”

Preocupaciones

Ya estamos en ese camino, advirtió el experto. “La sociedad cedió la determinación de sus patrones de comportamientos; cedió información valiosa. En el reloj del celular, en nuestro consumo... Y con eso, la IA ha venido a crearnos una zona de confort. No es lo mismo que yo riegue en casa todos los días a las 7 de la tarde, a que lo haga la IA cuando vea que están dadas las condiciones para regar; hay autos que se manejan solos; nuestra información se autocompleta en el email... Esa es una transformación que nos impacta visiblemente; de manera invisible pasan muchas otras cosas que no conocemos. EDET, por dar un ejemplo, debe trabajar con IA y no lo sabemos -dijo-; el punto es que es fundamental esta crisis que nos plantea la IA. Hemos cedido permisos para que nos rastreen, para que nos estudien. Pagás con tus datos; ese es el dominio de la IA. Nosotros les hemos dado el input (los datos de ingreso)”.

Ahora bien, ¿este cambio es positivo o negativo? De repente, la IA “quita” trabajos y “suplanta” a los humanos en muchas tareas. “Todo depende de la ética. Isaac Asimov escribió las reglas de la robótica, que dice que un robot nunca dañará a un ser humano. El Reino Unido, en 2011, escribió su código de ética y explicaron que ‘los robots no deben ser diseñados exclusiva o principalmente para matar o dañar a seres humanos, salvo que exista un interés nacional’. Entonces, el problema es: ¿cuál es la ética social de los que no quieren ser dominados, sino solo asistidos? ¿Queremos que la IA sea sólo blanda o dura? ¿Quiero ser operado por un sistema Da Vinci (un robot ‘esclavo’ que se usa en medicina)? Ese es el debate que tenemos hoy, y el problema es que podemos tener códigos de ética no parecidos, pero tenemos que ponernos de acuerdo y lograr que las empresas lo respeten. Estamos caminando a eso, pero en el medio ya hemos dado los permisos. Porque no somos víctimas de la IA; nosotros le hemos permitido entrar a nuestra vida”.

Posibilidades

Estamos inmersos en esta realidad que, como dijo Juárez, va a seguir en transformación. ¿Qué podemos hacer? Él considera que la primera frontera a romper es la del conocimiento. “Tenemos que dejar la ignorancia; en la zona de confort hay ignorancia. Vas en el colectivo y no te interesa si el colectivo tiene o no un módulo con IA. Hay una supresión -indicó-; te venden un equipo que te ahorra la configuración. Seguro tiene algo inteligente. ¿Está mal? No, porque vos, usuario, no querés ser un ingeniero para configurar el aparato. Pero sí hay que conocer [...] porque hay muchos discursos alrededor y mucho lobby, así como también hay gente trabajando en búsqueda de soluciones”.

Al final, nosotros, seres de carne y hueso -explicó- somos los responsables de los límites y de los permisos que le damos a la IA. “Tenemos que tomar conciencia de que ya cedimos datos; tengo que entender que la IA no es nueva, que ya ha llegado hace muchos años, pero con un factor de penetración más sutil. Tenemos que identificarla, ver cómo me ayuda y, a partir de eso, la clave es estar bien dispuesto a seguirla, a detectarla, a probarla y a sacar mis propias conclusiones. Hoy los titulares hablan del fin del mundo, del fin de la civilización por culpa de la IA. Creo que hace muchos años está y nos asesora. El límite está a partir del conocimiento que tengamos, intervenido por la ética. Eso nos tiene que llevar a razonar y no a guiarnos sólo por la información que circula”.

Perfil: Gustavo Juárez

Es Ingeniero en Computación y tiene una maestría en Sistemas de Información. Está a cargo Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnológicas de la Universidad Nacional de Tucumán (Facet - UNT) y actualmente realiza un doctorado de Tecnologías de Información en la Universidad de Málaga. Forma parte del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE por sus siglas en inglés), una organización mundial de ingenieros que realiza tareas solidarias y de difusión de la ciencia. Además, es docente en la UNT y en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y ha participado en incontables proyectos sobre IA.

“No somos víctimas de la IA; nosotros le hemos permitido entrar a nuestra vida”

Pint of Science: cuarta edición del festival en Tucumán

Pint of Science es un encuentro que consiste en una serie de charlas sobre investigación científica, accesibles para todo público. Se realiza en todo el mundo y es gestionado por voluntarios. Este año se lleva a cabo del 22 al 24 de mayo; las actividades en nuestra provincia comienzan hoy a las 19. Habrá charlas con arqueólogos, emprendedores, biólogos, investigadores y expertos en inteligencia artificial. El cronograma de las actividades está disponible en @pintofsciencear o en la web www.pintofsciencear.com. Si bien las entradas deben reservarse con antelación (y ya se agotaron), fuentes de la organización informaron que igualmente los interesados podrán acercarse a las charlas. Por dudas o consultas, podés comunicarte al correo pintofscience.tuc@gmail.com

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