Los abogados van menos a Tribunales y se modifican los alrededores

La tendencia ahora es construir más edificios de departamentos y menos de oficinas.

UNA ACTIVIDAD RESENTIDA. El hecho de que los profesionales puedan trabajar desde sus casas hizo que no haya tantas oficinas en la zona. LA GACETA / FOTO DE archivo UNA ACTIVIDAD RESENTIDA. El hecho de que los profesionales puedan trabajar desde sus casas hizo que no haya tantas oficinas en la zona. LA GACETA / FOTO DE archivo

El efecto mariposa. Un cambio deriva en otros que, en principio, no estaban en los planes. Desde que el noviembre pasado entraron en vigencia en la provincia los nuevos Códigos procesales Comercial, Civil y de Familia la vida Barrio Sur, uno de los más importantes de la provincia y que alberga entre otros edificios históricos a la sede del Poder Judicial en Tucumán, terminó de modificarse sustancialmente.

Todo comenzó en pandemia, cuando los argentinos no podíamos salir de casa pero el servicio de Justicia no podía suspenderse. Y así se aceleró la digitalización y virtualidad. Hoy, la zona de Tribunales y la sede misma del Palacio ofrecen una imagen totalmente distinta a lo que sucedía hace cuatro años.

Hasta la década del 90, todos los fueros eran cobijados por el edificio ubicado en calle 9 de Julio y Lamadrid, que data de 1936. En el libro Historia del Poder Electoral en Tucumán (1565-2006), de Félix Alberto Montilla Zavalía, se detalla que “cada Juzgado disponía -contiguo al despacho del Sr. Juez- , de una Sala de Audiencias, con estrado y adecuados sillones para el Juez, el Secretario, los letrados, las partes, los testigos que debían declarar y los peritos en los casos que correspondiera.

Con el correr del tiempo, por el aumento de los juzgados y secretarías y debido al creciente volumen de litigantes y de juicios, todo esto fue desapareciendo y esos lugares terminaron ocupados por las dependencias necesarias para ubicar a jueces, funcionarios y empleados”.

La litigiosidad obligó a abrir nuevas sedes del Poder Judicial. En las décadas del 80, 90 y 2000 transitar por los pasillos de Tribunales era muy complicado. Cientos de personas se agolpaban en los mostradores de fiscalías y juzgados, buscando justicia. Todo esto derivó en la decisión de mudar el fuero penal, que ocupaba todo el primer piso del Palacio.

En 2002 se realizó el traslado a la actual sede, en la esquina de avenida Sarmiento y Laprida, lo que descomprimió muchísimo la situación. Los juzgados civiles, comerciales y de Familia fueron reubicados en los despachos donde antes estaban los representantes del fuero penal. Pero el movimiento seguía siendo incesante. Y así además lo demostraban las actividades que crecían alrededor del Palacio de Justicia como las gastronómicas, los estacionamientos y el alquiler de oficinas. La llegada del coronavirus, con el aislamiento y las dificultades para llevar adelante tareas presenciales modificaron todo ese escenario. Y hoy, las diferencias ya se notan nítidamente.

Durante su discurso de apertura del año judicial, el presidente de la Corte, Daniel Leiva, hizo hincapié en el trabajo que se viene realizando y sobre todo en el proceso de digitalización y los beneficios de la virtualidad. “No podemos dejar de recordar la transformación digital que emprendimos desde la Corte en el año 2020, siguiendo el camino de la informatización de la sociedad global, que mejoró notablemente el acceso al servicio de administración de justicia. A título de ejemplo, en 2019, último año de presentaciones de escritos judiciales en soporte papel, cuando todavía los letrados tenían que trasladarse entre los distintos Centros Judiciales de la provincia al solo fin de presentar un simple escrito de mero trámite en los mostradores de los Juzgados, se registraron en los fueros no penales 637.686 escritos, mientras que en el 2022, ya en la etapa digital, se realizaron 1.287.154 presentaciones, lo que además del ahorro en recursos que supone la nueva modalidad para los profesionales, denota un incremento del 102% de cantidad de presentaciones, lo que por sí sólo habla de los beneficios operados”, aseguró el magistrado. Pero esta transformación seguirá adelante, afirmó Leiva.

PASILLOS DE LOS TRIBUNALES. La nueva modalidad home office modifico las conductas laborales, por lo que observan menos letrados en el edificio. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO (archivo) PASILLOS DE LOS TRIBUNALES. La nueva modalidad home office modifico las conductas laborales, por lo que observan menos letrados en el edificio. la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO (archivo)

“En pos de completar el proceso de reforma procesal que adoptaron como política los tres Poderes del Estado al implementar los nuevos códigos procesales penal, civil y de familia, nos encontramos con el desafío de proponer emprender el camino de la reforma procesal laboral, la procesal contencioso-administrativa y la procesal constitucional, cuyos procesos se desarrollan conforme textos normativos basados en un esquema formal y escrito que estamos dejando atrás. Esta lógica de antaño ya fue superada en otros fueros, y no es acorde con los tiempos, las necesidades y las demandas de la sociedad tucumana actual”, dijo.

Y todo esto se nota sobre todo en los pasillos de Tribunales, donde la presencia de los abogados es casi nula, ya que la mayoría de los procesos los pueden hacer de forma digital. El presidente del Colegio de Abogados, Rodolfo Gilli también destacó el cambio producido desde el Poder Judicial, para mejor. “Yo que era un concurrente asiduo a los pasillos de Tribunales ya no los visito. Uno hoy trabaja en un estado de absoluta comodidad, que es tu estudio con la posibilidad de prever los tiempos de audiencias, se tiene menos costos en los traslados. Es 100 % mejor que el viejo sistema”.

“Todo esto nos cambió la vida. El que sigue viniendo acá (a Tribunales) es porque está acostumbrado. Vienen a desayunar, pero ya no hace falta”.

La situación repercute muchísimo en la zona. Los bares siguen trabajando con clientela habitual, pero con una merma significativa con respecto a los años de la pre pandemia. “Vienen los clientes de siempre, los que son habitués, pero ya no es la locura de gente que había antes. Y además después del mediodía ya casi no se ve a nadie. Antes los abogados venían a hacer sus trámites y en el medio se tomaban un café. Hoy trabajan desde sus casas”, afirmó Juan Carlos Rearte, encargado de uno de los bares de la zona.

“Ahora la mayoría de los que vienen por aquí son los que trabajan en Tribunales. Antes se llenaba de abogados que venían a pleitear, pero ahora lo hacen desde sus casas. A nosotros nos perjudica porque baja la clientela, pero es obvio que este cambio llegó para quedarse”, dijo Ernesto Martínez, mozo de otro bar. En las cocheras, antaño repletas de autos, también se cambió la modalidad ya que al dejar de trabajar tanto con abogados, ya hay pocas que conservan el abono mensual y reciben más que nada vehículos por hora. “Teníamos clientes que venían mañana y tarde, y pagaban por el mes para poder estacionar tranquilos e ir a Tribunales. Ahora eso ya no sucede tanto. Los abogados trabajan desde sus casas y vienen en contadas ocasiones. Sólo se mantiene el flujo constante con el que trabaja en Tribunales, pero se va a las 13”, explicó Marcelo Gómez, encargado de un estacionamiento. “Hay mucha gente que sigue viniendo por ejemplo a la Municipalidad, o a los hospitales, pero los de Tribunales cada vez son menos. Sólo los que tienen que cumplir horarios. Los abogados particulares dejaron de pagar por el mes y si deben venir lo hacen por horas”, aseguró Matías Doñate, de otro estacionamiento.

Pero uno de los máximos cambios se dio en el sector inmobiliario. Ya durante la pandemia muchos abogados dejaron de alquilar estudios en la zona de Barrio Sur. Y con los cambios en los Códigos y la posibilidad de la virtualidad mantuvieron esa tendencia. “Hoy no hay ningún desarrollo o proyecto en Barrio Sur que esté destinado a oficinas. Son todos departamentos”, afirmó Fernando Guzmán, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de la provincia. “Todavía hay lugares que se alquilan como oficinas, pero son cada vez menos. Y repito, quienes quieren construir ya lo hacen pensando en departamentos para vivir, no en estudios”, agregó. “Es el tipo de mercado actual. Barrio Sur tiene todos los servicios necesarios. Los desarrolladores hacen un estudio de mercado antes de comenzar a construir y evidentemente ven que hay una baja en el plano de los alquileres para oficinas o estudios, y se decantan por los departamentos para familias o solteros”, analizó. Al mismo tiempo, además de admitir que los cambios que trajo la virtualidad influye en el negocio inmobiliario, también cree que tiene que ver con la diversificación del Poder Judicial. “Antes todos los fueros trabajaban en el Palacio, y hoy eso ya no ocurre. Se abrieron sedes en otros lugares por lo que ya no es un solo lugar al que debe ir el abogado, sino a varios y eso es probable que también incide a la hora de decidir alquilar un estudio”, dijo.

Quienes redactaron los nuevos códigos procesales lo hicieron, según dijeron, para acercar la Justicia a los ciudadanos. ¿Habrán pensando que su trabajo, además, modificaría toda la fisonomía de uno de los barrios más importantes de la Capital?

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