Sexualmente hablando: Una novela erótica

Sexualmente hablando: Una novela erótica

“Mi joven deportista toma con entusiasmo mi mano y la lleva a su enorme máquina, que se muestra rígida. ¡Qué dureza! ¡Toda una erección! Junto con el bulto de la joya femenina, ¡qué gran espectáculo! Luego su miembro repica sobre mí con exquisito consentimiento; a medida que me derrito, su aceitosa inyección balsámica, que se mezcla con los flujos que brotan de mí, nos provoca un éxtasis que lleva hasta el desmayo, que deja sin aliento. Ya no siento el calor expandirse adentro mío, pero alcancé con exactitud el flujo que nos causó el éxtasis temporario”.

Un texto como este puede no llamarnos demasiado la atención hoy en día. Pero si nos dicen que pertenece a una novela publicada en 1748, podemos imaginar el revuelo que causó.

Se trata de “Fanny Hill: Memoirs of a woman of pleasure” -traducido como “Memorias de una mujer de placer”, “de una cortesana” o “de una mujer galante”- de John Cleland, publicada en Inglaterra y escrita mientras el autor se encontraba en una prisión para deudores.

La historia de la llegada de Fanny a Londres procedente de un pueblo de Lancashire como una huérfana inocente en busca de trabajo doméstico, su caída en la prostitución y sus experiencias en el burdel de la señora Brown, están relatadas a lo largo de cartas con explícitos detalles. Es considerada la primera prosa pornográfica escrita en inglés.

Lógicamente, no tardó en convertirse en el libro más vendido. Y el gran alboroto que generó le sirvió de campaña publicitaria.

La historia

Frances “Fanny” Hill conoce a un joven llamado Charles, del que se enamora y con quien pierde su virginidad. Viven “en el pecado” por un tiempo, hasta que él la abandona para embarcarse en los Mares del Sur, debiendo volver a su antigua vida.

Entonces se convierte en la amante de un hombre mayor, rico y mundano -descripto por Fanny como un “placentero racional”- que al morir le deja su fortuna. Poco después tiene un encuentro casual con Charles, que ha regresado a Inglaterra en la pobreza después de naufragar, y le ofrece todo su dinero incondicionalmente. Pero Charles insiste en casarse con ella, lo que finalmente hacen.

Encuentros lésbicos, voyeurismo, masturbación, una orgía pública, la venta de la virginidad, sadomasoquismo, “ninfomanía”, sexo oral y anal, y acrobacias de todo tipo… inscribieron a esta obra entre los libros más perseguidos y censurados de la historia.

Cleland fue arrestado por obscenidad y obligado a presentarse ante el Consejo Privado, donde argumentó su estado de pobreza; es decir, que lo había hecho sólo para ganar dinero. A lo que, increíblemente, el Consejo respondió con un subsidio: una renta anual de 100 libras para el autor. Nada comparado con las 10.000 libras que ganó por las ventas Ralph Griffits, el publicista que subvencionó con 20 guineas el proyecto.

La era de Fanny Hill -y de su contemporáneo Casanova, el célebre aventurero sexual veneciano- comenzó a extinguirse hacia fines del siglo XVIII, cuando los primeros signos de la época victoriana se asomaban en el horizonte.

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