Selección: lo que enseñan la pasión y el optimismo

Selección: lo que enseñan la pasión y el optimismo

20 Marzo 2023

A pocos días de haberse cumplido tres meses de la magnífica conquista de la Selección argentina en el Mundial de fútbol de Qatar, la onda expansiva del título sigue siendo claramente visible. Y por estas horas, todo se potencia porque el equipo se apresta a festejar en la cancha con dos partidos -en Buenos Aires y en Santiago del Estero- que asoman como la excusa perfecta para escribir otro capítulo de una simbiosis prácticamente inédita entre público, jugadores y cuerpo técnico.

Conectados como están los espectadores con el equipo nacional en medios de comunicación y redes sociales, todo tiene su correlato en cuestiones presenciales. Nadie puede olvidar que hubo más de 5 millones de personas que salieron a recibir al plantel en Buenos Aires a su regreso de Qatar. En días recientes volvieron a verse números contundentes, camino al partido del jueves 23 con Panamá, en River.

Según los sorprendentes datos brindados por Deportick, la empresa encargada de vender las entradas, se dio la mayor demanda histórica para un evento deportivo nacional: 2.095.350 usuarios ingresaron a la plataforma, 1.895.772 de los cuales lo hicieron en simultáneo. Otro dato contundente es que la fila virtual alcanzó la cifra de 1,4 millón de personas pugnando por comprar una entrada.

Y hay más para destacar: ahora se está la espera de qué números entregará la presentación del martes 28 ante Curazao en el “Madre de Ciudades” santiagueño. Camino a ella, la dirigencia brindó un dato de qué se está esperando: el estadio tiene capacidad para 30.000 personas, pero decidió quitar butacas en varios sectores de tribunas para llegar a unas 42.000.

Todas estas cifras impactan, sin dudas. Trasuntan pasión y optimismo. Colman expectativas e incluso generan otros efectos secundarios, como el que mostró recientemente LA GACETA en una nota en la que se habla de la proliferación de nuevos alumnos en las escuelas de fútbol infantil de Tucumán, a la luz de la obtención de la Copa del Mundo. Se trata de un impacto que, si bien era esperable, no por ello es menos positivo. La situación hizo que la oferta se ampliara y surgieran nuevos espacios. Incluso se asegura que hay una apuesta grande a una mayor inclusión de las mujeres.

Estos detalles sobre lo que está sucediendo en la provincia no son fortuitos. Evidencian, desde un aspecto lateral a lo sucedido en Qatar en diciembre, que se ha creado una atmósfera de felicidad, un efecto derrame de sinergia que atraviesa a la población y que no se diluye en el tiempo.

No es un hecho menor lo que está sucediendo con el fútbol de por medio. En una Argentina en crisis social, política y económica, y con divisiones de todo tipo, hallar una expresión de unidad desde el rodar de una pelota trasciende el hecho meramente deportivo. Nos interpela sobre nuestras acciones y comportamientos cotidianos. Nos indaga sobre por qué llegamos a un punto de tensión permanente. Pero visto desde otro ángulo, con contundencia nos muestra una dirección en función de una búsqueda común. Y al mismo tiempo también nos pone en evidencia lo fundamental que es confiar y creer para alcanzar un estado de bienestar, algo que sin dudas todos necesitamos.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios