Mateo Martínez: “La pandemia fue un azote contra la fuerza de trabajo en salud”

Mateo Martínez: “La pandemia fue un azote contra la fuerza de trabajo en salud”

El decano de Medicina aludió a la falta de profesionales en el sector. Video.

MIRADA. “A las instituciones les tiene que preocupar la cantidad y calidad de graduados, no de ingresantes” captura de video MIRADA. “A las instituciones les tiene que preocupar la cantidad y calidad de graduados, no de ingresantes” captura de video
19 Marzo 2023

La falta de médicos en el servicio público y sobre todo en algunas especialidades es una realidad que se va expandiendo, según lo dijo a LA GACETA Play el decano de Medicina de la UNT, Mateo Martínez. “Es una situación global, naturalmente ni Argentina ni Tucumán escapan de esa dinámica”, aseveró.

El profesional de la Salud señaló que el principal motivo de este déficit fue la pandemia de Covid-19 que comenzó en 2020 y que golpeó a gran parte de la sociedad, pero principalmente al personal médico.

“Tal como la sequía ha diezmado los campos de los productores, una pandemia tiene el mismo efecto sobre la fuerza de trabajo en el sector de la salud; perdimos muchas vidas, algunos enfermaron y quedaron con secuelas, entre ellas una sensación importante de fatiga. Este fenómeno fue un azote contra la fuerza de trabajo del personal de la salud; como consecuencia de ello disminuyó el número”, lamentó.

Además de las pérdidas humanas, la pandemia impidió y demoró el proceso formativo de futuros médicos, según acotó. “La Argentina produce 6.500 a 7.000 médicos por año, en un año determinado esos números bajaron a menos de la mitad, estamos terminando de afinar estas cifras, pero hemos perdido una legión completa de egresados. Esto ha traído cierta desesperanza colectiva que hace que muchos de nuestros jóvenes descrean de las instituciones y migren”, relató el profesional.

Enmarcó está situación en un contexto donde la inflación es un gran condicionante a la hora de escoger profesión y especialidad. “Hoy cualquier trabajador que se queje de que el salario no le alcanza y que necesita un aumento, tiene razón. Creo que el ciudadano común es consciente de que en determinados oficios y profesiones pagan mejor que en otros”, manifestó.

Martínez indicó que el país cuenta con 120 especialidades médicas reconocidas. “Los salarios van a ser diferentes y eso hace que ciertas áreas sean más atractivas que otras; los jóvenes tienen derecho a construir su futuro económico y hay áreas que por tener un alto nivel de exigencias como terapia intensiva, emergentología, neonatología, etc, hay que ver si el enorme esfuerzo y entrenamiento que requiere justifica los salarios que reciben”, señaló.

Y añadió un problema: “la especialidad terapia intensiva es una especialidad propia de las instituciones y sobre todo del Estado, lo que inhibe la práctica privada que puede servir para compensar los bajos salarios; también se dan esos fenómenos en algunas especialidades”.

Nueva modalidad de ingreso a Medicina

Martínez admitió que a pesar de disentir con el nuevo ingreso sin examen, es una forma de la facultad de adaptarse a los obstáculos que se han presentado desde la pandemia y en conjunto con el desarrollo tecnológico y la digitalización.

“Nosotros creemos que a las instituciones de Educación en Salud les tiene que preocupar la cantidad y la calidad de graduados, no de ingresantes. El Consejo Superior tomó una decisión que nunca compartimos, pero lo hemos aceptado y hemos desarrollamos un curso de ambientación universitaria obligatorio, no eliminatorio, para mostrarles a los chicos la realidad de la profesión, dejando la romantización, para que reafirmen su vocación o para que cambien de carrera”, explicó.

Este año el número de ingresantes ascendió a 1.300 mientras que años anteriores y con el examen eliminatorio, los inscriptos en la carrera eran sólo 300. El médico explicó que fue posible recibir a tantos estudiantes gracias a la inversión en informatización, ya que cumplen con una bimodalidad virtual-presencial.

“Los jóvenes hacen el curso de ambientación, luego se inscriben y comienzan a cursar medicina. Mi miedo es que esto atente contra la calidad educativa por lo que nos hemos visto obligados a reforzar algunas áreas. El tiempo nos va a demostrar si podemos mantener razonablemente bien la calidad educativa o si esta se ha lesionado como consecuencia de la masividad”, sentenció.

¿Debemos acostumbrarnos a las epidemias de dengue y de otros virus?, se le consultó al médico. Explicó que la compleja situación de dengue que se está dando en la provincia es producto de los problemas ambientales y climáticos existentes.

“El dengue es un problema de la salud pública que la provincia maneja razonablemente bien; la ciudadanía se acostumbró a convivir con este virus, aunque actualmente el riesgo es mayor porque han aparecido casos de dengue hemorrágico que son severos”, expresó. “Creo que es un síntoma más de una tierra enferma, del deterioro ambiental y del cambio climático que han hecho que muchos seres vivos cambien su forma de comportarse, incluyendo a los seres humanos ya que este combo complicado puede afectar a nuestras defensas. Hoy es el dengue, mañana ¿qué va a ser?”, finalizó.

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