En Villa 9 de Julio sacan agua de un cañito para los baños

En Villa 9 de Julio sacan agua de un cañito para los baños

Los alumnos van sin guardapolvo, con remera blanca y short y cada uno tiene su propia botella de agua en las aulas. Desde hace un año se ahorra para comprar ventiladores

BUENA PROVISIÓN DE LÍQUIDO. Los chicos en clase, con sus botellas a mano. BUENA PROVISIÓN DE LÍQUIDO. Los chicos en clase, con sus botellas a mano.
17 Marzo 2023

Los docentes y los alumnos de la escuela Rector Benjamín Villafañe de Villa 9 de Julio soportaron unos días de intensos calores sin ventiladores ni agua.

La institución primaria tiene inscriptos a aproximadamente 600 alumnos, y también cuenta con nivel inicial y jardín de 3 y 4 años. Está ubicada en la calle Blas Parera al 700, y a ella asisten niños vulnerables y de escasos recursos.

La vicedirectora, Ana Aiziczon contó a LA GACETA acerca de las medidas que tomaron para sobrellevar la sensación térmica por encima de los 35°: “Les pedimos a los chicos que se hidraten mucho. No les exigimos el uso del delantal; en cambio les permitimos que asistan con remera blanca y short. Remarcamos a los padres la importancia de que los niños vengan frescos y con agua”.

“El miércoles una niña se retiró antes por un golpe de calor, casi en shock. También un niño sangró por la nariz”, dijo una madre en la puerta de la escuela. Añadió que incluso docentes han sido víctimas de golpes de calor. “En el cañito del patio se lavan las manos para refrescarse”. dijo.

Para remediar esta situación, los directivos tomaron la decisión de comprar ventiladores con el dinero recaudado de ayuda escolar y de cooperadora.

“Los niños son nuestra prioridad; nos preocupa que sufran por el calor, por eso estamos en campaña y mañana o el sábado se hará la compra de ocho ventiladores de paletas de acero de 20 pulgadas, financiado con plata que recibe la escuela de ayuda escolar, cooperadora y del alquiler del quiosco”, dijo Aiziczon, y remarcó que debido a la baja situación económica de muchas familias “no se exige ni se restringe el ingreso a quienes no pueden pagar los $1.500 de ayuda”. Por ende, la recaudación del dinero para esta compra empezó hace un año.

Otro problema recurrente de esta escuela es la falta de agua debido a un mal funcionamiento de la bomba. La vicedirectora explicó que para que los niños no perdieran clases, el personal auxiliar se encarga de llenar con baldes con agua las mochilas de los inodoros constantemente.

“Hubo días en los que no tuvimos agua porque la bomba se sobrecalentaba y dejaba de funcionar; solo contábamos con un caño en el patio. Hoy tenemos una bomba comprada por el Ministerio de Educación. Eso será la solución definitiva; estamos esperando que de un momento a otro venga la gente del Ministerio a colocarla y realizar unas refacciones. El tanque cambiará su ubicación”, relató.

Problema superado

A pocos metros del edificio se hallaba una gran laguna de líquidos cloacales, foco de malos olores, criadero de ratas, mosquitos y otras alimañas que tenía más de una década de antigüedad.

Hace unas semanas, trabajadores de la Sociedad Aguas del Tucumán solucionaron la situación y pusieron fin a esta cloaca a cielo abierto. “Esta acción va a ayudar al progreso de la escuela”, aseveró la vicedirectora. (Producción periodística: Ana Paula Velázquez)

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