Cartas de lectores: la copa y la cancha inclinada

10 Marzo 2023

Como argentino, me siento orgulloso de tener por tercera vez la Copa del Mundo en nuestro país para alegría de nuestros compatriotas; pero como cristiano y peronista, advierto que aún no se cumplió con Dios, tampoco con la doctrina partidaria. Con Dios porque no se logró la felicidad de la familia, imposibilitada hasta hoy de poder cubrir sus necesidades básicas, que es el estímulo ordenador del grupo familiar. Con el peronismo, porque un triunfo en las urnas no se logra amontonando para una foto a algunos políticos inmunizados e insensibles al hambre y a la indigencia, que ignoran que hace más de una década, el pueblo viene jugando un partido en inferioridad de condiciones contra la crisis, con una pelota cargada por la inflación, en una cancha inclinada por la incapacidad de los gobiernos de turno, con una tribuna opositora alentada por los poderes económicos y financieros formadores de precios e impulsores de la estampida cambiaria, etc. Frente a este desalentador escenario, los candidatos que esperan ganar una elección haciendo una vigilia frente a la copa para la foto, deben entender que la guardia la tienen que hacer en los centros expendedores de alimentos y prestadores de servicios, monitoreando que los grandes supermercados y los almacenes de los barrios cumplan el acuerdo pactado con el Gobierno; de lo contrario, el partido por la supervivencia se definirá por goleada en contra del pueblo, porque a la hora de comer, alguien tendrá que dejar la mesa para que otro familiar pueda alimentarse; entonces los políticos estarán expuestos a que la víscera más sensible del hombre (“La víscera más sensible, el bolsillo”, LA GACETA, 15/04/22) haga tronar el escarmiento en las urnas.

José Emilio Gómez 

gjoseemilio823@gmail.com

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