Las dos caras de la moneda electoral
Las dos caras de la moneda electoral

El peronismo tucumano tuvo motivos para festejar en Monteros, el lunes por la noche. Como en las viejas épocas en que la que los oyentes estaban pegados a la radio, el oficialismo estuvo pendiente de la cumbre del Hilton. Los dirigentes opositores no hacen honor al nombre de la coalición. Juntos por el Cambio ha quedado reducido a un eslogan de campaña, vacío, sin contenido alguno, mucho menos propuestas. El justicialismo, en tanto, sigue siendo el de siempre, el que aglutina dirigentes aún cuando estos se agarran de los pelos permanentemente, pero a la hora de conservar el poder, permanecen unidos. Impávidos, los tucumanos observan las dos caras de la moneda política.

Una que ha puesto el pie en el acelerador con la presentación de uno de los seis acoples de la sección electoral Oeste, Tucumán para la Victoria.

La otra que ha mostrado lo peor de la batalla de los egos, en la que nadie está dispuesto a ceder espacios en pos de un proyecto común. Si, apremiados por el calendario electoral, deciden unirse, será como un matrimonio obligado, en el que no reinará el amor, sino el interés particular de cada uno de ellos.

Además, hacia afuera, la sociedad observa que no hay gestos de madurez entre sus principales referentes. A menos de 70 días de los comicios provinciales, radicales, alfaristas, macristas y otros socios de la coalición opositora no pueden generar la confianza suficiente para cambiarle el signo político a una provincia que viene siendo gobernada, ininterrumpidamente, por el peronismo desde hace 24 años. Ese mismo peronismo ha cooptado referentes territoriales a la oposición que, al ver que no había salvavidas en su propio barco, les resultaba más atrayente subirse al buque oficialista. “Vamos con todo; hagamos sentir todo el peso del aparato. Esta elección es nuestra”, habría dicho en Monteros el jefe de campaña del Frente de Todos y gobernador Juan Manzur. Ayer, junto con el candidato a la sucesión, Osvaldo Jaldo, el mandatario asistió a un acto con mujeres de la capital organizado por el legislador Armando “Cacho” Cortalezzi. Con el cisma opositor, el binomio gubernamental cree que hay amplias chances de que la diputada nacional Rossana Chahla se convierta en intendenta de San Miguel de Tucumán. Sin embargo, choca con una realidad que se evidencia en cada encuesta o sondeo de opinión. Al menos un 20% de las personas que participan afirman que no tienen definido su voto. El porcentaje se eleva si es que la encuesta es encargada por dirigentes opositores.

Manzur se metió de lleno en la campaña. La dirigencia justicialista demanda más ayuda de su jefe de campaña para fortalecer las listas de postulantes en cada uno de los distritos o circuitos electorales. Un dato que el lunes no pasó desapercibido: el presidente Alberto Fernández estuvo muy cerca de Tucumán, en Santiago del Estero, y el gobernador no hizo ni el amague de subirse el avión para acompañarlo en la gira por el interior. El jefe del Poder Ejecutivo no dice nada sobre cómo ha quedado su relación con quien llegó a compartir oficina en la Casa Rosada. Lo mejor que le pudo haber pasado es haber adelantado la elección provincial para no quedar pegado a la gestión nacional. Sin embargo, los opositores se lo recuerdan permanentemente. Durante más de 500 días ha sido jefe de Gabinete de una administración que permitió que la inflación se disparara a los tres dígitos interanuales. En los próximos días, Manzur recibirá respaldos de algunos empresarios nacionales y es posible que participe de una cumbre con los popes cegetistas. Con una victoria contundente en su provincia, puede llegar a asegurarse un lugar en la mesa de discusión política del oficialismo nacional rumbo a las presidenciales de octubre. La carrera del médico sanitarista no se agotará el 14 de mayo a la noche, cuando se sepa el resultado de los comicios provinciales. Ese mismo día arrancará el “Plan B”, la insistencia de volver a Buenos Aires para recuperar cierto protagonismo. El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, sigue siendo uno de sus principales aliados dentro del gabinete y del cristinismo. Es la llave que le puede abrir la puerta a una potencial candidatura si el camporista, que ahora tiene una amplia exposición política, define si está dispuesto a dar batalla interna en el Frente de Todos. “No tengo problema de ser parte del proyecto colectivo desde el lugar que me toque”, se sinceró ayer De Pedro, que mantiene línea abierta con Manzur.

El gobernador tucumano está marcando el camino para el resto de sus pares que también tienen que revalidar títulos este año. Ninguno de ellos quiere perder poder territorial en una liga de mandatarios que, por ahora, está dormida.

Mientras tanto, en Juntos por el Cambio las preocupaciones son crecientes. En Buenos Aires querían que la sangre no llegara al río porque, de otro modo, causaría un efecto en cadena en otras jurisdicciones en las que no hay consenso entre los radicales y los macristas. Si algo le faltaba a la oposición para marcar esa diferencia fue la declaración del gobernador de Jujuy y presidente de la UCR nacional, Gerardo Morales. “Todo lo que pueda hacer Mauricio (Macri) para debilitar al radicalismo y a mi candidatura presidencial lo va a hacer”, manifestó días antes de su lanzamiento como candidato presidencial en el Teatro Gran Rex. En esa puja interna, el mandatario norteño no dudó en señalar que hay “mucha espuma” dando vuelta e insistió con que el radicalismo debe gobernar el país.

En Tucumán, mientras tanto, gran parte del radicalismo está empeñado en recuperar la capital, hoy en manos del líder del Partido de la Justicia Social, más allá de que el presidente del distrito local encabece la fórmula gubernamental. Si no hay cambios, será imposible estar juntos. En las horas previas a la cumbre del Hilton, hubo sondeos de algunos dirigentes hacia líderes de otras extracciones políticas para tentarlos a formar parte de una coalición más amplia. Uno de ellos fue el legislador Federico Masso, líder de Libres del Sur, que apenas recibió la “invitación” desistió de formar un frente con dirigentes que se desconocen entre sí.

El calendario electoral en la provincia marca que el 14 de este mes vence el plazo para que las distintas agrupaciones políticas realicen las elecciones internas cerradas. Nada de eso ocurrirá. Hasta el 12 de abril habrá tiempo para que las agrupaciones políticas registren las listas de candidatos oficializados. En Juntos por el Cambio creen que hasta ese día, Germán Alfaro o Roberto Sánchez pueden bajarse e integrar una fórmula. Sin embargo, en esa fuerza reconocen que asoma como una cuestión difícil, ante tantos fracasos para rearmar el frente. Además, ambos ya se encuentran en campaña como firmes candidatos, colocados en una posición en la que retroceder les costaría caro, afirma un armador del espacio.

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