Período caluroso anómalo que supera los registros de 1970

Período caluroso anómalo que supera los registros de 1970

Con temperaturas arriba de los 35 grados, los tucumanos recurren a gorros, sombreros y paraguas para protegerse del inclemente sol, mientras se esperan tormentas

REFRESCO. Los vendedores ambulantes se las ingenian para sacar provecho del intenso calor ofreciendo botellas  de agua mineral. REFRESCO. Los vendedores ambulantes se las ingenian para sacar provecho del intenso calor ofreciendo botellas de agua mineral. La Gaceta / fotos de Juan Pablo Sánchez Noli
14 Febrero 2023

El calor en la provincia se hace sentir con intenso agobio, superando los 40°C de sensación térmica la semana pasada y hay alerta amarilla por lluvias y tormentas

“Estamos observando un período caluroso anómalo que supera los registros del año 1970”, explicó el meteorólogo Juan Minetti al hablar de la ola de calorr que registra temperaturas mayores a los 35°C.

Dice que esta situación tiene raíz en un problema de largo plazo que se ha podido observar durante el siglo pasado. “La disminución de precipitaciones en la zona continental de Argentina y Sudamérica trae como consecuencia temperaturas diurnas elevadas y nocturnas más bajas”, relató. Además, detalló que “los períodos más secos han funcionado con un aumento en la frecuencia del efecto zonda”, que es el cruce de aire a través de la cordillera que se seca y se calienta en el continente.

Larga sequía

El meteorólogo explicó que la lluvia y la nubosidad regulan las temperaturas diurnas. “La aparición de sequía a largo plazo se debe al proceso de calentamiento por falta de precipitación y nubosidad”. “Las sequías han ocurrido durante la primavera y el verano, lo que demuestra un proceso climático de más larga escala que no tiene que ver necesariamente con los fenómenos del Niño o la Niña. Es factible que el calentamiento global esté introduciendo algunos componentes de la sequía”, aseveró Minetti.

Pese a la jornada agobiante, comerciantes, trabajadores y compradores no permitieron que el calor los frene y colmaron la zona céntrica, aunque algunos tomaron distintos recaudos para protegerse del sol.

“Salgo de mi casa con paraguas, gorra y me pongo protector solar en todo el cuerpo. También traigo una botella de agua congelada”, relató Celeste Jiménez, una empleada de un drugstore. “Soportamos el calor de las heladeras y de la panchuquera, hay que acostumbrarse, no queda de otra”, admitió.

“Tengo 65 años, desde que soy chica tengo que despertarme dos horas antes para ir a esperar el colectivo línea 5; la demora es muchísima y con este calor se hace insoportable. Estoy esperando hace 10 minutos, pero me avisaron que ya pasó así que tengo por lo menos una hora de espera”, renegó Ana (no quiso decir su apellido). “Las líneas de colectivo no tienen aire y vienen llenos de gente”, se lamentó Cintia Ponce.

En cambio, el vendedor ambulante Franco Martínez (vendedor ambulante, dijo que está acostumbrado al calor. “Vengo con gorra y compro agua en los negocios. Cuando llego a mi casa me baño, tomo agua y me pongo la ropa más fresca que tengo. Yo vendo de todo, cuando hace calor vendo anteojos y cuando llueve vendo paraguas, aquí tenés que hacer de todo”.

Las heladerías representan un oasis en la selva urbana. “Estos días fueron una locura, el local estuvo lleno desde que abrimos hasta que cerramos”, declaró Enzo Ávila, empleado de una heladería. (Producción periodística: Ana Paula Velázquez)

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