La nueva batalla de los buscadores

La nueva batalla de los buscadores

Hace algunas semanas, la aparición de ChatGPT disparó una alerta roja en los cuarteles de Google, donde sus directivos decidieron reasignar recursos importantes de sus departamentos internos para avanzar en sus prototipos de inteligencia artificial. Es que no fue menor el furor que despertó esta herramienta creada por OpenAI que alcanzó los 100 millones de usuarios en solo un mes. Esta cifra la convirtió en la herramienta que más rápido ha crecido en la historia de Internet, superando a TikTok y a Instagram por lejos.

Esas alertas se convirtieron en acciones rápidamente. Google presentó la semana pasada su nuevo chatbot conversacional llamado Bard, con el objetivo de competir contra el ascenso meteórico de ChatGPT. Esto no sorprendió a nadie, ya que Google ha sido una de las empresas que más ha investigado y desarrollado tecnología en materia de inteligencia artificial en los últimos años, pero aún no había convertido sus avances en productos de uso masivo. Por dicho motivo, la expectativa fue enorme en las últimas horas aunque un error del robot le jugó una mala pasada en la presentación. “¿De qué nuevos descubrimientos del telescopio espacial James Webb (JWST) puedo hablarle a mi hijo de nueve años?”, se le preguntó a la aplicación pero su respuesta fue errónea, ya que confundió de telescopio en su descripción. Sin embargo, estos errores e imprecisiones también son comunes en ChatGPT.

Al mismo tiempo que Google mostraba su nuevo avance, Microsoft jugaba una carta más poderosa. En una conferencia sorpresa, la empresa presentó la renovación de su buscador Bing y su navegador Edge. La novedad más importante de la que se jactó en el evento fue que, a partir de ahora, dichos productos estarán integrados con la inteligencia artificial que está detrás de ChatGPT, con el objetivo de ofrecer mejores resultados y una nueva experiencia de conversación. “La IA cambiará de raíz todas las categorías de software, empezando con la más grande de todas: la búsqueda”, dijo Satya Nadella, Presidente de Consejo y CEO de Microsoft.

La jugada fue de ajedrez. La tecnológica que alguna vez ideó Windows ahora volvía al centro de la escena luego de haber invertido millones de dólares en los desarrollos de OpenAI. Ante el éxito inédito que había tenido este robot creador de contenido, la compañía ofrecía ahora al mercado un producto que puede revolucionar la manera en la que buscamos información en la web, con un valor agregado claramente identificado y al que 100 millones de usuarios ya lo conocen. Además, creó una lista de espera para quienes estén interesados en probar su nuevo buscador y para ello solamente se puede utilizar cuentas de Microsoft y el buscador Edge. En menos de dos días, un millón de personas ya se registraron y podrían regresar a un ecosistema que muchos daban por sepultado.

Puede este ser un hito en la batalla de los buscadores, pero sin dudas Google todavía tiene mucho margen para seguir siendo el líder en este sector tecnológico. Según los datos de enero de Statcounter, el buscador creado hace 25 años domina el 92% del mercado, mientras que Bing ostenta solamente el 3%. El podio se completa con Yahoo, con tan solo el 1%. También podrían moverse las fichas de los navegadores más populares, y aquí los números son un poco más equitativos: Google Chrome domina el 64,9 % de participación en el mercado, le sigue Safari con el 15,4 y en tercer lugar aparece Edge, de Microsoft, con el 6,3%.

Son días intensos en Silicon Valley que certifican que en materia de innovación nadie es el rey. En menos de tres meses, la inteligencia artificial se ha convertido en protagonista y de manera masiva, a una velocidad que pocos auguraban. El frenetismo vivido en los últimos días quizás no sea el clima más adecuado para saber cómo quedarán las fichas de un tablero endeble y dinámico, pero que cada vez será más cercano a nosotros. Por delante queda por definirse cómo veremos estas transformaciones en ámbitos como el trabajo, la educación, la cultura, entre otros tantos. Señales de cambio sobran y ya estamos avisados.

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