“Estamos vivos”, dice con música Chio, el hijo de Gilda

“Estamos vivos”, dice con música Chio, el hijo de Gilda

Fabricio Cagnin subió en todas las plataformas digitales su primer disco con temas propios. La sanación a través de rock y baladas

EL LEGADO. Fabricio Cagnin cuenta que escribió el tema “Luces” desde el dolor por la pérdida de su madre.  EL LEGADO. Fabricio Cagnin cuenta que escribió el tema “Luces” desde el dolor por la pérdida de su madre.

Se llama Fabricio Cagnin, y su madre le decía Fabrichito. De ahí sale Chio, apodo y nombre artístico hasta estos días, a sus 34 años.

El hijo de la cantante Gilda sobrevivió al accidente en el que perdió a la madre cuando tenía ocho años y por primera vez muestra su propia música.

“Siempre estuve muy metido en la música, como para sanar. Fue una terapia para mí y el disco ‘Estamos vivos’ habla de eso de punta a punta. Me decidí ahora, después de un largo proceso, a presentarlo”, le explica a LA GACETA.

- Lanzaste el primer corte el 7 de septiembre, la fecha fatídica del accidente.

- “Crují” fue el primer corte del disco. Es un tema muy de adentro mío que salió ese día y que resignificó para mí esa fecha tan dolorosa, dándole amor y transformándola por completo en algo especial.

- ¿Qué repercusiones tuviste?

- Lancé el tema en mis redes y en mi canal de YoyTube sin esperar mucho. En realidad lo pensé como un regalo para mí, y así lo vivo. Pero el cariño de la gente hizo que todo fluya y que se expanda más. También está el cariño de muchos artistas que me han mandado mensajes; se han tomado el tiempo de desearme lo mejor. Todo eso creo que es parte del afecto que sembró mi mamá, y que hoy recibo yo. Estoy muy agradecido.

- Es difícil imaginar cómo has sido tu proceso desde tus ocho años, en paralelo al crecimiento de la figura de tu madre como artista después de su partida.

- Creo que haber estado en el lugar del accidente, de despertarme en ese momento tan trágico. Que quedé ahí, y salí como otra persona que tuvo que adaptarse a una nueva vida. Esa adaptación significó tratar de bloquear a Gilda. Pero eso era imposible, porque su figura iba creciendo cada vez más, sus temas, sus canciones. Y después de que salió la película que protagonizó Natalia Oreiro, creo que también la gente valora más todo su esfuerzo, todo lo que tuvo que vivir y también le dio otro significado, que traspasó la música. La verdad es que todo eso es muy lindo, y hoy lo vivo con mucha felicidad, pero me ha costado mucho, porque yo estaba totalmente roto, casi sin saberlo, porque uno cree que negando los hechos y siguiendo la vida como en piloto va a llegar a algún lado. Pero es imposible porque a mí este dolor siempre me acompañó, y lo veía crudamente cuando escuchaba un tema de mi mamá, o cuando alguien me preguntaba si yo era el hijo de Gilda, y me arrastraba a ese lugar de vuelta. Es imposible escaparse.

- A esta altura el crecimiento como ícono cultural de tu madre es el regalo, el legado y el compromiso para honrar su memoria.

- Sí, yo estoy cosechando ese amor que ella sembró, y que lamentablemente no pudo recoger. Igual ahora yo disfruto, en parte porque soy padre y desde este lugar pienso qué lindo es ver a un hijo pleno, pudiendo convivir con algo que fue tan doloroso transformándolo, dándole un significado amoroso; estoy muy agradecido a la vida, no tengo reproches.

- ¿Qué pasó el 11 de octubre?

- Ese día presenté el disco completo en las redes, en la fecha de su cumpleaños. Lo viví como un regalo a su memoria. Y el 23 de noviembre fue el primer show en vivo en CABA.

- ¿Cómo lo describirías?

- Creo que quien escuche mi disco lo va a entender porque comienza con el tema “Luces”, que está escrito desde el dolor; sigue con “Un guardián” y “Crují”, entre otros temas. El disco es un viaje interno que doy a conocer.

- ¿En cuanto al género no hablamos de música tropical?

- Tiene una base de rock lógica y tiene partes melódicas, pero me cuesta definirme porque siento que si uno se define se limita. No es que no me guste la cumbia, fluyó para ese lado, con esos arreglos, creo que este es un disco que tiene canciones sobre todo. Es un disco donde importan más las letras, sus significado y su valor más que el sonido. Es un disco que puede servir a personas que atraviesen situaciones complejas, que puede ayudar, con toda humildad. Somos una banda compuesta de ocho músicos, porque tengo vientos y cuerdas, una corista; por eso es un disco muy nutrido y el resultado está al oído.

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