Los riesgos de los ríos de montaña durante el verano

Los riesgos de los ríos de montaña durante el verano

03 Febrero 2023

Una de las diversiones más antiguas en el valle de Tafí -y que sigue ganando adeptos a pesar del paso de los años y las nuevas generaciones- es aprovechar los días calurosos del verano para ir a bañarse al río. En realidad, deberíamos decir “a los ríos”, porque la multiplicidad de cursos de agua tafinistos brinda distintas posibilidades: hay quienes eligen el de La Banda. Otros se van hasta la zona del Ojo de Agua o a La Angostura. El arroyo Morales también tiene muchos adeptos. Y podríamos seguir enumerando opciones si no fuera que el objetivo de este espacio es otro. En Tucumán, junto con los meses cálidos, también llegan las tormentas potentes. Y, cuando eso ocurre, los ríos de montaña se convierten en un alivio para las altas temperaturas, pero también en una amenaza, porque las crecientes pueden ser repentinas.

Si bien no ocurrió específicamente en Tafí, esta semana se produjo una tragedia muy cerca de allí: en el río Los Sosa, una mujer fue arrastrada por el agua y murió. De acuerdo con lo que contaron algunos testigos, cayó de una piedra cuando intentaba sacarse una foto y, a pesar de que sabía nadar, la fuerza del agua la superó y la arrastró En el cauce se golpeó con las piedras. Su cuerpo fue encontrado varias horas después y presentaba múltiples fracturas.

Si bien no estamos hablando específicamente de una creciente, este hecho luctuoso demuestra los riesgos que representan los ríos de montaña: muchas veces es difícil calcular la velocidad con la que corre el agua. Si le sumamos a eso la cantidad de piedras que se ocultan debajo de la superficie, estamos hablando de potenciales trampas mortales.

Un repaso por el archivo nos revelará numerosas noticias que demuestran que a los ríos montañosos es mejor respetarlos. En 2019, una pareja que había acampado a la vera del río Tafí, en Tafí del Valle, fue sorprendida por una creciente súbita mientras dormía. El hecho terminó con la vida de una joven de 17 años.

Los memoriosos también recordarán la potente creciente de El Blanquito, en 1987, o la tragedia que terminó con la vida de 17 futbolistas y simpatizantes del club San Guillermo, cuando cruzaban de la villa a La Banda, en 1967.

Estos son apenas algunos ejemplos que demuestran que en tiempos estivales es mejor extremar los cuidados para no exponerse a riesgos innecesarios.

Por ejemplo, es importante comprobar la profundidad y la fuerza con la que corre el agua. Otra cuestión clave es entrar con calzado. Y, quizás la más relevante, es evaluar las condiciones climáticas. En el norte argentino siempre recomiendan dos cosas: si los cerros están tapados por nubes tormentosas, es mejor evitar el chapuzón. Y si el agua corre sucia, con barro, ramas, hojas y otros elementos, hay que alejarse rápidamente, porque puede ser el preludio de una creciente.

El pronóstico anuncia que tenemos por delante varios días tormentosos. Por ese motivo, es muy importante mantenerse alerta. Los ríos siempre atraen. Pero creemos que la prevención es el mejor antídoto para evitar tragedias.

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