El clan Cristóbal sufrió el segundo golpe en una semana

El clan Cristóbal sufrió el segundo golpe en una semana

El grupo fue acusado de tener una red en el Este de la provincia. Tenían 12 kilos de drogas escondidas bajo tierra. Había indicios.

LAS PRUEBAS. Los investigadores creen que el grupo utilizaba una vivienda de Ranchillos como centro de acopio de cocaína y marihuana.  LAS PRUEBAS. Los investigadores creen que el grupo utilizaba una vivienda de Ranchillos como centro de acopio de cocaína y marihuana.

En menos de una semana, el clan Barrera, que tiene su base en Alderetes y que está sospechado de contar con una red de narcomenudeo en distintas ciudades del Este tucumano, sufrió su segundo golpe. En esta oportunidad, los policías no sólo secuestraron más de 12 kilos de droga, sino que además incautaron armas, dinero en efectivo y vehículos. También quedaron aprehendidas dos personas.

La investigación contra este grupo se inició el 7 de enero pasado. Una vecina del barrio Santa Teresa de Calcuta denunció que un grupo de personas, que se movilizaba en diferentes vehículos, realizó disparos contra su domicilio. A partir de allí se abrió una investigación.

El equipo de investigadores integrado por Fabián Guardia, Julio Chaile, Martín Valdez y Martín Alderete, sumaron indicios para sospechar que los miembros del clan habían tenido que ver en el ataque. “Al parecer la mujer que atacaron los había denunciado porque vendían drogas. Ellos se enteraron y decidieron vengarse. Así se manejan por estas tierras”, señaló M.N.A, un vecino que pidió que se protegiera su identidad por cuestiones de seguridad.

En el barrio Madre Teresa de Calcuta, los integrantes de esta organización son conocidos por los vecinos. “Empezaron de la nada y después salieron con autos y camionetas. Todo el mundo sabía que vendían drogas, pero nadie se animaba a denunciarlos porque son muy peligrosos. Ellos son capaces de matar con tal de vender esa porquería”, explicó Luciana Ruiz.

El viernes 14, con autorización judicial, los efectivos realizaron varios allanamientos en busca de evidencias para probar que ellos habían sido los autores del ataque. Los pesquisas no encontraron los elementos que fueron a buscar, pero sí descubrieron que en varios domicilios funcionaban puntos de ventas de marihuana, pasta base y cocaína. Tampoco pudieron dar con los sospechosos, por lo que decidieron profundizar la investigación. Quedaron detenidas dos personas acusadas de comercialización de estupefacientes.

La Policía realizó ayer varios allanamientos en diferentes puntos del Este tucumano en busca de los acusados y de las armas que los señalados habían utilizado para atacar el domicilio de la denunciante. Uno de ellos se realizó en Ranchillos, donde habría funcionado el centro de acopio de droga de la organización. Ello se desprende de la cantidad de droga encontrada: en total fueron más de cuatro kilos de cocaína y siete de marihuana.

El procedimiento tuvo dos particularidades. La primera es que la droga había sido enterrada en tachos de plástico. Y la otra, este podría ser el primer caso que, por la cantidad de sustancia, el fiscal José Sanjuán se declare incompetente y envíe el expediente a la Justicia Federal.

Drogas y vehículos

“Se encontró una importante cantidad de drogas, armas de fuego, vehículos y otros elementos de importancia. El objetivo y una de las indicaciones del gobernador Osvaldo Jaldo es luchar sin cuartel contra el narcotráfico y cualquier tipo de organización delictiva” declaró el ministro de Seguridad Eugenio Agüero Gamboa que se presentó en el lugar para observar los resultados de las medidas judiciales.

Un caso particular

Por su parte, el jefe de Policía Julio Fernández señaló: “estamos trabajando para dar cumplimiento a lo que dice la norma. Este caso es muy particular, las sustancias estaban compactadas y no hay indicios ni rastros de fraccionamiento”. Los investigadores creen que el clan Cristóbal utilizaba esa vivienda para ocultar los estupefacientes y que, en un sitio no determinado hasta el momento, se encargaban de fraccionar para distribuirlas en los diferentes puntos de ventas.

El titular de la Unidad Regional Este Fabio Ferreyra explicó que con la investigación desarrollada sumaron indicios para sospechar que el grupo comenzó con la actividad ilícita en el barrio Madre Teresa de Calcuta, pero después se extendieron a El Chañar, Ranchillos, Costanera (San Miguel de Tucumán) y El Palomar (Banda del río Salí). “Los resultados de son importantes por dos razones: sumamos pruebas importantísimas para que los detenidos sean procesados. Además secuestramos una importante cantidad de drogas y armas que utilizaban para aterrorizar a los vecinos, dinero y bienes”, finalizó.

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