Ya es tiempo de "Avatar 2: el camino del agua"

De entrada, la tarea se presentaba como colosal (titánica, si quisiéramos jugar con la historia cinematográfica del director). Tanto que debieron pasar 13 años para que llegue la secuela de uno de los filmes más exitosos de toda la historia y que para cubrir los costos de producción deben romper varios récords. Pero en la maquinaria de alta precisión que es la industria hollywoodense todo está calculado y la confianza es plena en la “Avatar 2: el camino del agua” cumplirá tanto con las espectativas financieras como con las artísticas.

Lo último se podrá comprobar desde hoy en los cines argentinos (y tucumanos), cuando se preestrene la esperadísima película del híperexitoso James Cameron, un nombre que promete en sí mismo una producción deslumbrante, los últimos adelantos tecnológicos y un guión que reiterará la eterna lucha entre lo seres que viven en armonía con la naturaleza y los depredadores que sólo quieren explotar los recursos sin pensar en el futuro. En definitiva, que la tierra (sea cual sea su nombre o universo que habiten) no les pertenece.

La trama está ambientada en una suerte de tiempo real desde la primera entrega, porque se ubica más de una década después de los sucesos originales en Pandora. Se centra en el destino de la familia Sully (Jake, Neytiri y sus hijos -ver “Los grupos...”-), el peligro que los persigue, los esfuerzos que hacen para mantenerse a salvo, las batallas que libran para seguir con vida y las tragedias que sobrellevan en la búsqueda de integrar una nueva -y acechada- comunidad en calidad de refugiados, según la sinopsis oficial y lo que se sabe hasta ahora. Nuevamente, habrá personajes profundamente buenos y malos muy desalmados. La acción pasará de las selvas tropicales deslumbrantes a los arrecifes y profundidades acuáticas, siempre con seres maravillosos.

El elenco reúne reapariciones con debutantes en la saga: así se mezclan Sam Worthington, Zoe Saldaña, Sigourney Weaver, Stephen Lang, Cliff Curtis, Joel David Moore, CCH Pounder, Edie Falco, Jemaine Clement, Giovanni Rabisi y Kate Winslet, sólo entre los principales. La exigencia fue muy alta: los protagonistas debieron aprender la técnica del buceo libre, sin ayuda de tanques de oxígeno, para filmar sus escenas con el mayor realismo posible; quienes vieron las imágenes remarca la destreza del director en lograr resultados inesperados (no por algo es el mismo de las dos primeras “Terminator”, “Aliens” y “Titanic”).

El guión es de Cameron, Rick Jaffa y Amanda Silver y la producción de Cameron (no deja rol sin ocupar, lo que fue una de sus condiciones para hacer esta segunda parte) y Jon Landau, con David Valdes y Richard Baneham como productores ejecutivos.

Como megaproducción, no hay ningún detalle librado al azar, y habrá un goteo de noticias y novedades a su alrededor, cada una de las cuales implica ingresos extra. La banda sonora original del filme está a cargo de The Weeknd: “Nothing is lost (you give me strength)” saldrá al mercado a las 0 de mañana, y se adelanta que la canción habla del alcance épico, la acción y el drama emocionante de la película en sí.

Para reforzar el mensaje ecologista, Disney lanzó la campaña global “Mantengamos nuestros océanos increíbles”, destinado a crear conciencia sobre los desafíos que enfrenta la vida marina, eje de la película que mostrará en pantalla numerosas criaturas acuáticas sorprendentes. La campaña apoyará el trabajo de The Nature Conservancy (TNC) para proteger a una decena de las más asombrosas especies animales y vegetales de los océanos hasta 2030. A través de la activación digital www.avatar.com/keepouroceansamazing/latam, los usuarios podrán crear su propia criatura oceánica inspirada en “Avatar 2” hasta el 31 de diciembre; por cada una, Disney donará U$S5 dólares a esa ONG hasta alcanzar U$S 1 millón. “El planeta depende de que apoyemos y mantengamos la salud de nuestros océanos, que producen la mitad del aire que respiramos, proporcionan medios de vida a miles de millones de personas y son el hogar de más de la mitad de toda la vida de la Tierra”, dijo Melissa Garvey, integrante de TNC.

Eso sí: ojalá que el mensaje ecologista y conservacionista de la película vaya de la mano de la recaudación, por más que “Avatar 3” y “Avatar 4” ya tengan fecha de estreno para 2024 y 2026, respectivamente. Un pifie económico (para tener ganancias deberá recaudar más que su “Avatar” original) puede cambiar todo.

Regresos y debutantes

Una de las vueltas esperadas es la de Quaritch, quien falleció al final del filme original y ahora regresa como un recombinante, o recom, de su personaje (un avatar autónomo especializado al que le insertaron recuerdos del ser humano cuyo ADN se utilizó para crearlo). Por ello, posee todas las habilidades que tenía como jefe de Secops, pero con la ventaja agregada de usar un cuerpo Na’vi de casi tres metros de altura. Tambien retorna a la pantalla el científico Norm Spellman (Joel David Moore), que se quedó en Pandora y se siente como en casa. Y debutan en el filme el personaje de Ian Garvin (Jemaine Clement), un biólogo marino que trabaja para la Administración de Desarrollo de Recursos; y Mick Scoresby (Brendan Cowell), el codicioso capitán al mando de la colosal nave Dragón Marino.

El clan metkayina

Propio del tiempo de empoderamiento femenino, este clan es liderado por una matriarca chamánica o Tsahik, llamada Ronal, protagonizada por Kate Winslet (es el reencuentro del director James Cameron con la reconocida actriz desde “Titanic”, de 1997). Está casada con Tonowari, el Olo’eyktan del grupo interpretado por el actor neozelandés de ascendencia maorí Cliff Curtis, con el que tiene dos hijos: la adolescente Tsireya y el destacado joven cazador Aonung, cuyo mejor amigo es el intérpido Metkayina Rotxo.

Una familia consolidada

El australiano Sam Worthington y la estadounidense Zoe Saldaña vuelven a interpretar al militar renegado Jake Sully y a la dura guerrera Na’vi Neytiri, pero ya establecidos como pareja que tiene hijos (entre ellos la adoptada Kiri, interpretada por Sigourney Weaver que a su vez es hija biológica del avatar de la doctora Grace Augustine) y que hacen todo lo posible para mantener a salvo y unida a la familia. Obligados a abandonar su hogar, viajan hasta los dominios del clan Metkayina, una etnia que vive en armonía con los océanos, por lo que deberán aprender todo lo relacionado con los mares mientras buscan ser aceptados por la comunidad. Los otros hijos son el prodigioso Neteyam; Lo’ak, quien busca ganarse la aprobación de su padre pese a estar marginado de su grupo por tener un dedo extra, y la joven y traviesa Tuk. Además aparece otra vez su abuela Mo’at.

El grupo se cierra con Spider, un niño humano abandonado en Pandora.