España se probó el traje de candidato al título

España se probó el traje de candidato al título

En una actuación brillante, los ibéricos fueron una “Furia” y se llevaron puesto a un equipo “Tico” que nunca estuvo a la altura

SE CANSARON DE FESTEJAR. España fue una tromba arrolladora y pasó por encima a Costa Rica. Los de Luis Enrique, bien canditados. SE CANSARON DE FESTEJAR. España fue una tromba arrolladora y pasó por encima a Costa Rica. Los de Luis Enrique, bien canditados.

Hablemos de fútbol. Hablemos de la exhibición de España, de cómo liquidó el partido con Costa Rica antes de los 5 minutos de iniciado el juego cuando todavía el marcador decía 0-0. ¿Cómo puede ser posible ganar sin haber sacado diferencia en el tanteador? Desde lo táctico, y a partir de lo táctico y territorial, el resultado llegó solito. Así lo confirmaron los de Luis Enrique.

Si fue una pésima noche la de Costa Rica, no lo creo; seguro no estuvo iluminada. Si fue una buena noche la de España, demasiado, pero en parte lo fue porque los “Ticos” nunca entraron en partido, ni siquiera cuando su rival le explicó cómo lo iba a atacar, en esas acciones por la banda de Jordi Alba que terminaron casi raspando los palos de Keylor Navas y sus vestiduras, con Dani Olmo y Marco Asensio como justicieros.

Pobre el campeón de la Champions con el Real Madrid. Se lo vio tan solo como turco en la neblina. Por cómo le movió la pelota España, desde el centro con Sergio Busquets distribuyendo a las puntas, a Keylor le hubiera venido mejor una línea de cinco defensores como los de hierro del metegol, estáticos. Y que España vea cómo los pasa. Porque lo que fue su defensa, mamacita, mejor ni mencionarlo.

Fue tanta la diferencia entre uno y otro que Luis Enrique decidió sacar al 60% de sus mejores hombres cuando recién largó el complemento. España se fue al descanso 3-0 por los goles de Olmo, Asensio y el penal de Ferran Torres.

Repito, desde el 1-0 parcial, a los 12 minutos, el resto del partido estuvo de más. Para lo único que sirvió fue para confirmar que España es candidata a ganar el Mundial. Confirmó, de hecho, que lo que pasó en sus últimos partidos, incluido el que perdió con Suiza, fueron un detalle (ojalá sea lo mismo con nuestra Selección) conocido como tropezón.

Regresando a lo que vimos en Al Thumama, las equivalencias jamás existieron. Si Costa Rica pasó la mitad de la cancha fue porque tuvo que sacar del medio siete veces. Y no fueron más porque España no quiso. Mermó su ritmo y se transformó en un péndulo, moviendo de izquierda a derecha y de derecha a izquierda el balón...

¿Qué tienen los ibéricos? de todo: un mediocampo dirigido por Sergio Busquets, cual titiritero; una ofensiva manejada por su “Pulga” 100% nacional, Pedri, un demonio. España es la experiencia de Busquets aderezadas con pólvora y pimientas de los jóvenes “realidad”.

De todos los gritos que hubo después (Ferran, Gavi y Álvaro Morata), el único que mencionaré es el de este chico de presente enorme llamado Gavi. Armó él mismo la jugada, asistió para Olmo, que probó con un tiro rechazado. Entonces este valenciano de 18 años gestó al vuelo una cachetada descomunal y teledirigida al palo zurdo del pobre Keylor, cuya historia de héroe quedará machacada en un Mundial por las siete pepitas de oro.

Sigamos.

Mucho no se puede hablar del tándem defensivo, se la pasaron viendo la tele y a veces corriendo al ataque para ser opción de pase y engaño ante unos desorientados costarricenses que lo único que hicieron, fue, lamentablemente, sacar del medio. Y tampoco de Unai Simon, no sé si se ensució los guantes.

En definitiva, para el recuerdo quedará la goleada y que España tuvo la banca de México, al menos en sus gradas. Se escuchó… “Messi, Messi, Messi, Mésico”, y la del “Chuqui Lozano”.

Esperemos que el sábado el “Tri” quedé tan solo como Costa Rica y sus 11 soldados caídos en la desgracia del 7-0 español.

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