“El turismo racional es el nuevo verde”

“El turismo racional es el nuevo verde”

Especialistas de Arabia Saudita, España y Reino Unido explicaron cómo se puede administrar la industria turística para alinearla con el objetivo ambiental de la descarbonización durante un panel de Smart City. En la ciudad de Medina ensayan un programa para continuar siendo un destino sereno con 30 millones de visitantes

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21 Noviembre 2022

(Desde Barcelona, España).- El turismo es una de las grandes fuerzas que presiona sobre las ciudades, en especial aquellas que todo el mundo desea visitar. El turismo crea puestos de trabajo y riqueza, pero también contamina y genera tensiones con la población local en temas como los precios, la erosión cultural y el espacio público. Estos asuntos formaron parte de la agenda del congreso de Smart City 2022, la exposición internacional de tecnología urbana celebrada en la localidad catalana de L’Hospitalet de Llobregat entre el 15 y el 17 de noviembre. En uno de los paneles, un grupo de especialistas aportó miradas y prácticas para que los viajes y los visitantes no entren en contradicción con el equilibrio urbano y se alineen al objetivo de la descarbonización. “El turismo racional es el nuevo verde”, manifestó la académica de la Universidad de Barcelona, Ainhoa Carballido-Risco, en la mesa “Towards greener tourism and smarter destinations” que moderó Michael Lake, máximo ejecutivo de Leading Cities.

El foro dio la oportunidad a Abdulrahman Ibrahim, responsable del Desarrollo de la Región de Medina (Arabia Saudita), para comentar que esa ciudad occidental de Arabia Saudita recibe siete millones de turistas al año, pero pretende que sean 30 millones en 2030 sin perder la calma. Medina es una localidad clave para el turismo religioso musulmán porque allí vivió el profeta Mahoma durante el siglo VII, luego de abandonar La Meca. “Nuestro objetivo es convertirnos en la ciudad inteligente más tranquila del mundo. Todos vienen a vernos para sentir la paz, la tranquilidad, la serenidad que se respira en nuestro lugar. Los medinenses son muy hospitalarios. Nosotros no vemos el turismo puramente como una fuente de ingresos, sino como algo que llevamos en el ADN”, relató el funcionario saudí.

La intensificación del turismo masivo irá de la mano de un programa de transporte público que cambie por completo la manera de circular por Medina. “Hoy el 79% de las personas utilizan un vehículo particular para sus traslados porque el transporte público deja mucho que desear. Nosotros nos proponemos corregir esta situación mediante la introducción de una red de transporte público que cubra el 90% de la superficie urbana”, explicó el orador en uno de los múltiples auditorios de Smart City. Ibrahim agregó que estaban decididos a aplicar la tecnología para resolver problemas, no por “el gusto de utilizarla”. “Al final de estos objetivos descansa el deseo de convertir a Medina en una de las tres mejores ciudades para vivir de Arabia Saudita”, planteó.

Lejos de Ciudad Gótica

La pandemia brindó al condado de Buckinghamshire, en las Islas Británicas, la oportunidad de comprobar qué pasaba cuando el turismo se retiraba y el movimiento cesaba en general. La especialista en cambio climático Martina Colman contó en el congreso que, mientras se preparaban para reabrir la ciudad, un grupo representativo de empresas del sector empezó a trabajar para reducir las emisiones de carbono convencido de que el 81% de los viajeros internacionales prefiere los destinos sostenibles.

¿Qué hicieron en Buckinghamshire? Implementaron un programa de credenciales verdes para aquellos negocios turísticos que modificaron sus prácticas contaminantes y lograron la carbono neutralidad. “Esto se puede hacer repensando desde en qué medios de transporte van a trabajar los empleados hasta cómo disponen los residuos. Al comienzo medimos casi 2.000 toneladas de emisiones. Logramos reducirlas de manera significativa a partir de comprender cómo se producían”, relató Colman y convocó a crear, con métodos sencillos, “héroes de emisiones cero”.

La profesora Carballido-Risco a su turno analizó que el futuro de las ciudades a menudo se había imaginado como una catástrofe. “El futuro ya está aquí y, afortunadamente, la mayoría no son como Ciudad Gótica (de Batman)”, observó la catedrática catalana. Y agregó que, sin embargo, el 95% de los viajeros había tenido la experiencia de visitar destinos en los que no se podía caminar, como las Ramblas en Barcelona o los Museos Vaticanos. “Los lugares atestados están en todas partes y esto tiene muchas consecuencias. Pienso que el turismo inteligente debe ir de la mano de un destino inteligente: ambos deben emplear la tecnología para ser más sostenibles, competitivos, inclusivos, accesibles y eficientes. Nos queda un largo camino por delante”, refirió.

Carballido-Risco cuestionó que las empresas innoven con la mirada puesta en el usuario final y no en el impacto del turismo en los lugares en los que se desarrolla. “No necesitamos nuevas formas de turismo, sino zonas urbanas más sostenibles”, opinó. Y propuso que, por ejemplo, los gobiernos puedan regular el flujo de visitantes de un área y descomprimirla cuando llega al límite máximo de ocupación mediante el ofrecimiento -por una plataforma digital- de una actividad gratuita en otro espacio de la ciudad. La especialista vaticinó: “sólo con ideas como estas podremos garantizar la calidad de vida de los residentes; mejorar la experiencia del visitante; desarrollar la economía local; proteger el ambiente y disfrutar de forma más inteligente”.

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