La “ciudad inteligente” se vislumbra en una pista de Scalextric

La “ciudad inteligente” se vislumbra en una pista de Scalextric

La principal exposición internacional de tecnología urbana otorgó a Seúl (Corea del Sur) la mayor distinción de la edición 2022. El recinto catalán que albergó la muestra fue como un “Disneylandia” de adelantos en los temas críticos para las ciudades: transporte e iluminación públicos; turismo; infraestructura de calidad y protección ambiental. Innovación, datos y energías renovables, divas indiscutidas de Smart City

La “ciudad inteligente” se vislumbra en una pista de Scalextric

(Desde Barcelona, España).- L’Hospitalet de Llobregat, una ciudad tan pegada a Barcelona como Yerba Buena a San Miguel de Tucumán, fue sede durante tres días de la muestra internacional que permite, por un lado, imaginar las urbes del mañana y, por el otro, constatar cuán adelantadas están las que lideran el camino, entre ellas la premiada Seúl (Corea del Sur). Cada una de las más de 800 casetas congregadas en esta última edición de la exposición Smart City 2022 (“Ciudad Inteligente”) ofreció la posibilidad de testear un invento distinto dirigido a resolver temas críticos como el transporte y la iluminación públicos; la integración social; el turismo sustentable; la infraestructura de calidad y la gran cuestión transversal de la protección del ambiente. El conjunto debe ser lo más parecido a un “Disneylandia” de tecnología urbana, un parque de diversiones para soñar con conglomerados humanos sanos y racionales sin que ello parezca un oxímoron.

Quizá el stand 161 de la compañía española Salvi Iluminación haya sido el que, con el aporte esencial de una pista de Scalextric, logró la representación a escala más atractiva de ese empeño por alcanzar la “santa trinidad” de las ciudades inteligentes: innovación, datos digitales y energías renovables.

La solución de Salvi consiste en un tendido de alumbrado de calles y caminos que funciona con energía solar, y que dispone de diferentes niveles de intensidad, que se activan en función de las necesidades gracias a sensores de movimiento. La maqueta de una ruta diseñada con la colaboración de la famosa marca de juguetes Scalextric exhibe cómo las lámparas incrementan su luminosidad conforme avanza el autito a control remoto. Si el tránsito es constante, las luces permanecen encendidas a tope, pero, si sólo pasa un vehículo cada tanto, los postes mantienen una iluminación de referencia y seguridad. Este producto ahorra energía al tiempo que aumenta la visibilidad nocturna: es ideal para vías con tránsito escaso o concentrado, por ejemplo, los caminos internos de barrios cerrados o los que desembocan en cementerios. Los paneles solares garantizan que este alumbrado no genera emisiones de carbono adicionales a las que requiere su fabricación.

El modelo de iluminación presentado con el concurso de la pista de autos hace juego con el software “anti-accidentes viales” desarrollado a partir de los datos que proporcionan los frenos de los vehículos Volvo. El programa AccZero, tal su nombre oficial, precisa cuáles son los puntos del mapa donde hubo mayor número de colisiones y de frenadas bruscas, y, por ende, que requieren de una señalización y de un control especiales, o de una reformulación de la circulación. Esos mojones son información que, como indica el propósito de la firma asociada a la automotriz sueca, han de servir para “democratizar el acceso a una movilidad pública segura”. La idea es que los gobiernos puedan tomar los datos que produce Volvo, y usarlos para priorizar obras viales, prevenir accidentes y salvar vidas. Resulta imposible no pensar en la utilidad que tendría una hoja de ruta de esa clase para los conductores y castigados peatones de América Latina.

Progreso con igualdad

En la Expo Smart City (15-17 de noviembre) se encontraron los ideólogos de bienes y servicios urbanos de punta con funcionarios y empresarios: la mayoría de las ciudades y exhibidores van a venderse, pero también están las que quieren aprender. En este último segmento se ubica Santiago del Estero, la única jurisdicción del Norte argentino que colocó su puesto en el recinto de L’Hospitalet de Llobregat: su atractivo principal fue una oferta de masajes gratuitos que pretende recrear la experiencia de relajación de Termas de Río Hondo. Participar en este acontecimiento que incumbe a todos no es, sin embargo, para todos. El pase a la feria y al congreso con su agenda de conferencias que incluyó a los gurúes de las ciudades y al intendente de Kiev (Ucrania), Vitaliy Klitschko, costó 1.250 euros (más de $ 380.000 al tipo de cambio paralelo).

En la vidriera de Smart City abundaron los robots y prototipos en busca de inversores, como el monopatín eléctrico de la firma catalana Lampsy, que se presenta como la versión más alta de la gama -a mitad de camino entre una moto tipo scooter y un carro de golf- con sus vistosas luces y cámaras. También se destacó la bicicleta plegable Ossby Geo, que procede de un laboratorio ubicado en Madrid. Esa bicicleta eléctrica se precia de estar entre las más livianas y ecológicas del mercado: se trata de un modelo ultraportable, ideal para subir a trenes, aviones y colectivos. Su gran ventaja es el cuadro fabricado a partir de un compuesto de fibras recicladas y resinas de origen vegetal que hace que el equipo completo no supere los 11 kilos. ¡Atención! La directora ejecutiva de Ossby, Caricia Mondragón, aseguró a LA GACETA que esta bici será comercializada también en la Argentina (preventa en Kickstarters.com).

Entre los cargadores móviles para vehículos híbridos, y las maquetas de estacionamientos con capacidad para integrar y prestar servicios a la variedad de medios de transporte que transitan por una ciudad contemporánea (bicicletas, patinetas, monopatines, motos, y, claro, autos y camiones) emergen autobuses ecológicos conducidos por máquinas del tipo del “shuttle” que concibió el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (España). En un tiempo quizá no tan lejano, esos vehículos públicos sin chofer de carne y hueso se detengan por otras de las novedades de Smart City, la parada de colectivos con asientos con temperatura regulable; pantallas táctiles; estación de recarga inalámbrica de celulares, y hasta desfibrilador para la atención de eventos cardíacos y un jardín vertical desarrollada en aluminio por la empresa polaca ML System.

Aunque posibles, por ahora las “smart cities” son pocas. Seúl es una de ellas y, por eso, recibió el galardón más importante que entrega la organización de esta muestra internacional que reunió a localidades de más de 130 países. El jurado reconoció los esfuerzos de la capital surcoreana en pos de que la innovación tecnológica derrame sus beneficios hacia los sectores más vulnerables de la sociedad y no sea patrimonio exclusivo de los que pueden pagarla, es decir, que el progreso traiga igualdad e inclusión. Es un premio a la altura del lema que adoptó la exposición este año, “ciudades inspiradas por personas”.

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