Por Daniel Salvador
21 Noviembre 2022
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La prolongada sequía que afecta gran parte del área agrícola del país causó ya importantes daños y amenaza con extenderlos como consecuencia también de las heladas tardías que ocurrieron en el último tiempo. La incidencia del clima adverso afecta en especial a los tres cultivos que más divisas aportan a la economía nacional, como son la soja, el maíz y el trigo.
En el caso del trigo, gran cantidad de productores de la zona núcleo decidieron no cosechar ya que los gastos son mayores que los ingresos. Y ahora quieren aprovechar las lluvias de los últimos días para comenzar a sembrar soja sobre los lotes ocupados con el cereal. En este último caso, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió sobre el retraso de la siembra y proyectó pérdidas productivas y económicas.
Hasta el momento se sembró el 47% de la soja de primera en la región núcleo (1,9 millón de ha) respecto de las 4,1 millones proyectadas para la actual campaña, lo que representaría un retraso en la tarea del 47% en relación al promedio de las últimas cinco campañas.
Hubo un alivio el fin de semana pasado, con lluvias que permitieron reactivar la siembra, en especial en aquellas zonas que recibieron precipitaciones de más de 40 mm.
Según un relevamiento, en el noreste de Buenos Aires solamente se cubrió el 20% de la superficie de intención de siembra y en Baradero estiman que el agua disponible alcanzará para sembrar el 30% de la superficie. En el sur de Santa Fe ya se sembró el 30% de la oleaginosa. Y en los lugares donde llovió menos de 20 mm, técnicos de la BCR sostienen que se necesitan lluvias de más de 50 mm para sembrar todo lo que se había previsto para esta campaña.
La zona más adelantada en el sembrado es el sudeste de Córdoba, que registra un 80% del área sembrada.
Pérdidas en el trigo
Un productor de la zona de Junín planteó la cruda realidad en esa zona. “Nunca vimos algo así. Mi padre tiene 73 años y dice que es la primera vez que ve que pasan cinco meses sin llover”, afirmó Pablo Ferrari.
Apuntó que alquila campos linderos a esa localidad bonaerense, y que el 25 de mayo se dio la última lluvia importante que les permitió sembrar el trigo y de ahí en más no hubo precipitaciones. “Tendría que llover por año unos 1.000 mm, pero hoy estamos, en noviembre, y cayó apenas 400 mm”, se quejó.
La zona núcleo es agrícola por excelencia. Su aporte en toneladas de trigo no es la mayor a nivel nacional,, pero las mermas productivas que se darán en la región serán tan contundentes que la Bolsa de Comercio de Rosario la catalogó como zona de “desastre productivo”, al afirmar que la caída en la producción será del 83% al pasar de 7,8 millones de toneladas a 1,6 millones.
“Lo que pasó es tremendo, algo nunca visto e inédito para la zona. En estos campos siempre hay bajitos o lagunas, pero hoy están todos secos”, aseguró Gustavo Frederking, quien calculó que en la zona la producción de trigo será un 15% del volumen que acostumbra a cosecharse.
El daño es tan severo que el productor decidió arrancar con la siembra de soja y soltó vacas en los campos. “Es una decisión durísima”, aseguró.
En Venado Tuerto, Edmundo Nolan, lamentó la situación: “es algo desesperante ver el trigo ahí; nunca es bueno perder una ilusión. Para nosotros la cosecha siempre fue una fiesta, pero hoy no se la puede pagar, y es como un velorio”.
Por su parte, Carlos Covernton, también productor de Venado Tuerto dijo que “algo parecido ocurrió en 1915, hace más de 100 años”. “Por la sequía, ya se perdió el 50% del trigo y pasó de un rinde esperado de 50 qq/ha a 25 qq/ha. Y de lo que iba a rendir 25 qq/ha se perdió el 80% por las heladas. Es decir que se va a cosechar el 20% de lo sembrado con la mitad del rinde”.
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