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En relación a esto, el analista político Rosendo Fraga supo escribir en la columna ‘Entre el secreto y la alarma’ -publicada por LA GACETA en enero de 2006- que “cuando la información sobre los problemas de salud se magnifican, ello puede generar alarma y esto provocar problemas políticos”.
El historiador destacó también que en el otro extremo, cuando se guarda un excesivo secreto sobre la salud de un mandatario, “suele crearse la percepción de que el problema es más grave de lo que realmente es y esto genera, a su vez, tensiones e intrigas políticas innecesarias”. “Además, el secreto sobre la salud del Presidente no es lo más conveniente para una democracia, donde la transparencia hace al funcionamiento del sistema. Entre la alarma y el secreto, podemos decir que la información sobre la salud del Presidente debe manejarse con discreción”, dijo Fraga. Y enfatizó que esta necesidad se acentúa en Argentina porque “la sociedad, tras numerosas frustraciones, se ha vuelto escéptica y desconfiada respecto de la información oficial”.







