Una testigo denunció amenazas de Barenbreuker

Una testigo denunció amenazas de Barenbreuker

“Desde ese día, estoy bajo tratamiento psiquiátrico”, expuso Nélida Mazza, víctima del fideicomiso de la Mendoza 45

Una testigo denunció amenazas de Barenbreuker
25 Octubre 2022

A paso lento pero seguro, avanza en su desarrollo el juicio contra Otto Barenbreuker (h) por defraudación de derechos fiduciarios, contra al menos 19 personas. Ayer lunes, pasó una nueva jornada de declaración de distintos testigos, casi todos relacionados con el fideicomiso de Mendoza 45.

La primera en declarar fue Sara Apino, una de las denunciantes y presuntas víctimas. En 2010, contrató con Barenbreuker por un departamento de 63.84m2, por el que pagó $ 240.000 (por los intereses, sobre un importe inicial de $ 185.100), y $ 80.000 más por una cochera en el mismo lugar. Como el departamento no estaba listo cuando terminó de pagar, durante varios años, Apino debió alquilar otros departamentos para poder vivir. Alquileres que fueron pagados, como compensación, por Barenbreuker. Sin embargo, no fue un camino fácil, según contó Apino.

“Arruinó mi vida, he pasado torturas con este señor. Tuve que pagar con mi sueldo el teléfono por las llamadas a Barenbreuker para que me pague el alquiler”. Luego de un tiempo alquilando en un departamento, debió mudarse, porque este iba a ser vendido, y consiguió otro en calle Balcarce. Pero allí empezaron a aparecer problemas importantes.

“Me dijeron que no me lo iban a alquilar, porque el saldo económico del constructor era negativo y no podía salir de garante. No lo podía creer, me caí en el trabajo cuando me enteré”. Allí fue cuando empezó a sentir que había sido defraudada, cuando “se destapó la olla”, según sus propias palabras.

Además, explicó que, cuando fue a contratar, nunca se le explicó que lo que estaba acordando era un fideicomoso. “No se si voy a recuperar algo, pero si no lo recupero, quiero que el señor vaya preso, que pague por todo lo que hizo, todo el desgaste de mi salud”, sentenció.

A continuación, declaró otra de las víctimas del fideicomiso de Mendoza 45, Nélida del Valle Mazza, que terminó pagando cerca de $ 600.000, mediante plazos fijos y dinero en efectivo, por un departamento de 80m2, que nunca le fue entregado.

Debido al incumplimiento de contrato, y por una cláusula incluida en el contrato por la señora Mazza, Barenbreuker se hizo cargo del alquiler de un departamento en calle Jujuy, donde también residía él, y donde funcionaban las oficinas de la empresa. Tras esto, Mazza reveló que se encontraba “más tranquila”, pero igualmente veía que la obra no avanzaba.

“Un día, se presentó una mujer enfurecida, diciéndome que ese departamento no era mío; era la hermana de Barenbreuker. Yo dije que no me iba a ir hasta que no me dieran mi departamento, eso fue en 2016, un año después del plazo de entrega”, reveló Mazza, que finalmente, debió abandonar ese departamento, mudándose a otro del mismo edificio, que era propiedad de Otto Barenbreuker.

“El departamento era una inmundicia, estaba todo sucio, abandonado”, señaló Nélida, que además contó que las oficinas de la empresa ya estaban cerradas, porque había mucha gente reclamando, y que las obras en Mendoza 45 no avanzaban.

Mazza, además, contó que recibió amenazas por parte del empresario. “Un día, me lo crucé en el ascensor, y me dijo que me iba a hacer sacar con la policía del departamento, porque no era mío. Le dije que ese depto lo iba a tener cuando me entregue mi depto, que mientras tanto no iba a irme. Se me acercó y me dijo que me iba a hacer sacar por la fuerza, no sentía que me iba a pagar, pero estaba muy asustada, llegué al trabajo llorando. Hice una denuncia por amenaza. Desde ese momento, tengo ataques de pánico, estoy bajo tratamiento psiquiátrico, y tomo tres medicaciones distintas al día”, expuso entre lágrimas. “Yo necesito mi casa, necesito que se haga justicia. Esto fue algo planeado, no fue una casualidad”, sentenció.

Posteriormente, declararon otras dos presuntas víctimas: Marcos Rolfo, que pagó entre $ 420.000 y $ 440.000 por un departamento, y María Nilda del Valle Martín, que pagó una cesión de derechos a otra persona, que había contratado en el fideicomiso. Ambos pidieron que se haga justicia.

Por último, declararon los contadores José Yapur, testigo de la defensa, y José Luis Romero, testigo de la querella. Yapur es síndico en una causa civil contra Barenbreuker, y dio algunas explicaciones técnicas, mientras que Romero, que tuvo una relación laboral de varios años con Barenbreuker, aclaró distintas cuestiones en relación a los diferentes fideicomisos, aclarando también cuestiones relacionadas a informes que realizó, y fueron presentados como prueba. El juicio continuará hoy, desde las 9, con la palabra de más testigos. (Producción periodística: Joel Katz)

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