¿Qué pasó con Artemis?

Después de muchos años, la NASA anunció que volvería a la Luna con la nave Artemis I. Será la primera de una serie de misiones -en algunos casos tripuladas- con las que se pretende llegar no sólo a la Luna, sino también a Marte. Esta nave volará durante 38 días, volverá a la Tierra y tendría que bajar en el océano Pacífico.

Las misiones espaciales, por pequeñas que sean, requieren grandes presupuestos y son muy complejas técnicamente. En el caso de Artemis I son muchas las personas y empresas que participan en todas las etapas de su desarrollo. Las partes son sometidas a diferentes testeos, como pruebas de resistencia al vacío, a los cambios de temperatura, a las vibraciones, etc. El proceso de armado también es complejo  y delicado y muchas de las pruebas deben repetirse en varias etapas del ensamblado.

También se debe planificar el lanzamiento y el vuelo. Para el momento del lanzamiento tienen  en cuenta la posición del objeto al que se quiere llegar, en este caso la Luna,  para que la trayectoria del vuelo sea la más conveniente. Y hay que controlar que las condiciones meteorológicas sean las adecuadas respecto a vientos, temperaturas, posibilidad de tormentas eléctricas, etc.

Cuando todo está como se lo ha planeado se puede realizar el lanzamiento. Pero, aunque es poco probable, puede haber un imprevisto.

El lanzamiento de Artemis I se tuvo que cancelar no una, sino dos veces. ¿Qué pasó?  Según informó la NASA hubo fallos durante el proceso de carga de combustible, una tarea compleja porque se carga hidrógeno, que está a temperaturas muy bajas, menores a 100 grados bajo cero. Cuando se inicia el proceso de llenado los motores están a una temperatura más alta que el hidrógeno y deben enfriarse lentamente para que el material no sufra estrés. Cuando se estaba realizando este procedimiento, que lleva varias horas, se detectó una fuga de hidrógeno que no pudo ser reparada en el momento. Estas fugas son muy pequeñas y se detectan con sensores, no son visibles, pero pueden poner en riesgo la misión y por eso se decide cancelar el lanzamiento. Para que pueda programarse un nuevo lanzamiento no sólo hay que reparar la fuga y buscar una fecha óptima, también hay que controlar otras partes, como las baterías, porque los controles tienen un vencimiento. La nueva fecha propuesta es el 27 de setiembre y la próxima fecha posible es el 2 de octubre.

Las misiones espaciales son muy bien planificadas y realizadas. Hay lanzamientos, por parte de las agencias espaciales de muchos países, casi a diario. Los  que se difunden son los de misiones novedosas o de las que llevan tripulación. Lo que ocurrió con Artemis I no es, de ninguna manera, un fracaso. Hay imprevistos o fallas en los equipos, pero la posibilidad de que ello ocurra es muy baja. Las misiones espaciales son seguras y tienen un porcentaje muy bajo de fallos y accidentes. Esperemos que en un futuro próximo el hombre vuelva a visitar la Luna, paso previo para ir a Marte.