ARTE Y PUBLICIDAD. Un cuadro por cada compra para los clientes.
Al igual que las caricaturas, la publicidad gráfica es parte importante en la historia de la prensa escrita y desde un principio nuestro diario fue la herramienta de comunicación entre el comercio y el público tucumano. Hasta la llegada de otros medios masivos de comunicación, como la radio o la televisión y más tarde las redes sociales, los diarios eran la herramienta básica con que el comercio presentaba sus novedades al público. Las ofertas de ropa, calzado, comestibles, cosméticos eran constantes. Además los bares y confiterías eran parte importante de las carteleras publicitaria ya que en los inicios del siglo muchos de ellos además ofrecían funciones de cine en sus salones. Tuvo que pasar un tiempo para que el cine tomara impulso propio y se construyeran salas específicas para ver películas.
Bares y servicios
Por otro lado allá por la segunda década del siglo XX el viejo café de Las Flores, ubicado en calle San Martín el 600 (por entonces era Las Heras) ofrecía a sus clientes diversos servicios adicionales a la comida, el café o los refrescos. Entre ellos se destacaba una pequeña sala de reuniones y un servicio de mensajeros en bicicleta para aquellos clientes que tuvieran la necesidad de enviar alguna documentación. Como vemos nuestros antepasados ya habían vislumbrado la necesidad del cliente de comunicarse o enviar mensajes.
Quizás estemos ante una novedad y hasta podríamos ser los precursores de este tipo de bares. En la actualidad es muy normal y cotidiano que en los bares seamos atendidos por mujeres. Además se ven establecimientos donde las damas atienden con poca ropa o mostrando sus piernas como el conocido bar norteamericano Hooters que es atendido por mujeres exuberantes. Pero todo esto es actual.
ELECTRICIDAD. La Eléctrica del Norte promovía el uso de artefactos eléctricos que mejoraban la vida en los hogares tucumanos.
Mujeres
Buscando en el nuestras páginas encontramos una publicidad, con una gran foto del salón, que dice “único en Tucumán” y anunciaba la inauguración del “Splendid café” en calle “Las Heras 740” (hoy San Martín). Y el epígrafe decía: “una vista del salón inaugurado ayer (por el 14 de septiembre) a horas 16. Atendido por señoritas”. Allí se ve todas las mesas del establecimiento completas. Hombres sentados algunos con sombrero y las mesas con tazas de café y otras bebidas y sobre el fondo algunas damas también en su mesa. Al mismo tiempo se pueden ver a cuatro mujeres paradas vestidas de blanco entre las mesas y otras tantas en una ventana al fondo quizás por donde se pasaban los correspondientes pedidos a las mozas. Todos posan para la imagen quizás entendiendo que son parte de un momento histórico, al dar paso a las damas a trabajos hasta entonces reservados solamente para varones.
Liquidaciones
Las liquidaciones de fin de año y para las fiestas patrias eran famosas. Reconocidos negocios ya desaparecidos como Casa Voss, Gath & Chaves, Dell’Acqua -que para la década de 1930 pasó a llamarse Tiendas Argentinas-, y La Ciudad de Chicago eran algunas de las firmas que poblaban las calles céntricas. Los anuncios presentaban sus ofertas con ilustraciones de abrigos, camisas, zapatos, pantalones, vajilla y menaje con sus precios de saldo. Pero en septiembre de 1936 la desaparecida casa La Sorpresa se anunciaba a media página con La maravilla de la época: “El afamado pintor húngaro Geza Vincze, ejecutor relámpago que asombró con su arte en exposiciones y concursos realizados en las principales capitales del mundo. Se presentará hoy lunes (7 de septiembre) de 10.30 a 12 y de 18 a 20 y días sucesivos en una de las vidrieras de La Sorpresa, donde hará exhibición de su maravilloso arte, demostrando la increíble rapidez con que ejecuta sus obras”.
Fue una campaña publicitaria inédita para la época: habilitar el estudio del artista en el propio negocio. “Obsequiamos a cada comprador de cinco pesos en adelante uno de los cuadros, de tamaño relativo al monto de cada compra, pintado al óleo y firmado por el artista Geza Vincze”, expresaba el anuncio. El artista nació en las cercanías de la capital húngara, Budapest, conjunción de las ciudades de Buda y de Pest, separadas por el río Danubio hacia fines de la década de 1890, cuando existía el reino de Hungría creado por Esteban I en el año 1000 de nuestra era, y que llegó con algunas interrupciones hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Podemos reconstruir que Vincze estuvo en nuestra provincia unos meses en 1936, pero de allí le perdemos el rastro. Sin embargo, en sitios de internet pueden comprarse sus obras. Los vendedores se ubican en el barrio porteño de Boedo, en la ciudad de Mar del Plata o hasta en Ciudad de México. Los cuadros que pueden verse representan paisajes tranquilos o patios floridos o riberas de ríos o villas a la vera de lagos. El anuncio presenta a las obras como pinturas al óleo ideal para coleccionistas y entendidos en arte.
Como vimos el arte se usó como método publicitario. También se hacía publicidad de medicamentos para enfrentar los resfríos, el reuma, el paludismo y otras enfermedades infectocontagiosas.
SEPTIEMBRE DE 1932. El salón colmado de parroquianos que espera que las mozas, de blanco, atiendan sus pedidos.
Electricidad
Finalmente como vimos en otras oportunidades la empresa, ya desaparecida, “La Eléctrica del Norte” promovía la incorporación de nuevos artefactos para mejorar la vida de los tucumanos. En esta ocasión presentaba los refrigeradores eléctricos. Allí se decía que “más de un millón de hogares están disfrutando de las ventajas de la refrigeración eléctrica y ninguno de ellos podría habituarse a la falta de este guardián de la salud y de la comodidad que representa. La refrigeración eléctrica es lo más notable de la ciencia y el ingenio del hombre para mejorar las condiciones de vida”. Y se agregaba que “tenemos un modelo para cada hogar y los vendemos con facilidades excepcionales”. Como se ve la empresa estaban interesada en promover las incorporación de aparatos que utilicen la energía eléctrica que era lo que ella vendía pero que además reunían lo más novedoso en cuanto a ciencia y confort para el hogar.
Otras publicidades de la época hacen referencia a las bondades del aseo, el baño y la limpieza en general. Se pueden ver las publicaciones de la empresa sobre la promoción de los baños de niños y adultos. Quizás se escondía allí un interés económico, ya que promovían el “agua caliente en abundancia, especialmente en la estación fría” y vendían “calentadores de agua de acumulación (termotanque)”. La promoción iba de la mano de frases como “el aseo y la limpieza dan a los niños belleza” y “crecen sanos y fuertes”. En otra se manifiesta: “una razón profiláctica impone la higiene diaria del cuerpo humano por medio del baño; pero en la actual estación, debido a la falta de comodidades para disponer de agua caliente en abundancia y en el acto, y las dificultades que representa la preparación del baño con medio rutinarios y molestos, no se observa esta medida con la frecuencia necesaria para evitar los males que acarrea la falta de aseo. ¡Qué saludable es el baño diario!”.








