Cae una banda de policías acusada de cometer distintos delitos

Cae una banda de policías acusada de cometer distintos delitos

En el grupo había dos efectivos en actividad que fueron detenidos cuando se presentaron a su trabajo. El fiscal Chit no cerró la investigación

PRUEBA. Los policías quedaron filmados cuando intentaron cometer un asalto.  PRUEBA. Los policías quedaron filmados cuando intentaron cometer un asalto.

La asociación ilícita es un delito formal y permanente, cuya consumación se configura con el acuerdo de voluntades asociativas con el fin de cometer diferentes ilícitos. En nuestra provincia, por una investigación desarrollada por el fiscal federal Agustín Chit se logró desarticular una banda integrada por policías en actividad, exonerados y retirados de la fuerza, acusados de cometer robos agravados y secuestros extorsivos.

La punta del ovillo de esta causa se inició el 19 de febrero de este año. En el Día de los Enamorados, un grupo de policías ingresó a la vivienda de Jorge Alejandro Nasif (37) en Famaillá para asaltarlo.

Circularon versiones que los sospechosos, en realidad, habían intentado secuestrarlo para pedirle a cambio un rescate, pero esta versión nunca pudo ser probada. El hecho tuvo una particularidad: el ingreso de los efectivos y cómo se movilizaron dentro de la vivienda por las cámaras de seguridad que tenía instalada la víctima en su domicilio. Nasif logró escaparse saltando al techo de los vecinos.

Por esta causa fueron detenidos tres hombres de la fuerza provincial, de los cuales solo uno sigue detenido, según confirmaron fuentes judiciales.

Al tomar estado público el caso, un hombre de 40 años se presentó en la ex Brigada de Investigaciones para denunciar un hecho similar. Relató que el 18 de febrero, un día antes del ataque a Nasif, un grupo de policías se presentó en su finca ubicada en la localidad de Arroyo Mixta.

La víctima relató que los delincuentes le tomaron una foto delante de las 40 plantas de marihuana que los amigos de su hermano cultivaban en sus tierras. Luego lo amenazaron con armarle una causa si no les pagaba una importante suma de dinero, cuyo monto no trascendió. Lo mantuvieron privado de su libertad hasta tanto pagaron $ 200.000 y le entregaron un Fiat Palio. Antes de marcharse, le robaron armas de fuego y cañas de pescar. Los investigadores de la fuerza, al analizar el caso, giraron todas las actuaciones al fiscal federal.

La pesquisa

Chit, con colaboración el titular de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos, Santiago Marquevich, junto con su auxiliar Ignacio Rueda, pidió la participación de la división Antisecuestros de la Policía Federal y la Uniprojud de Gendarmería Nacional. Conjeturó que los dos casos ocurridos en febrero podrían haber sido cometidos por las mismas personas y, al poco tiempo confirmó que eran efectivos de la fuerza provincial.

Mientras analizaba ambos casos, encontró un vínculo con otro hecho. En junio de 2021, un grupo integrado por un efectivo de la Policía Federal, dos de la policía de la provincia y un civil, fueron detenidos por haber secuestrado a un taxista para que un supuesto narco pagara un rescate para que lo liberaran.

Los investigadores, al requisar el vehículo donde tenían cautiva a la víctima, encontraron una carpeta donde guardaban imágenes de varias personas que estaban siendo investigadas en causas por drogas. Los investigadores ya sospechaban de la existencia de un grupo podría haberse dedicado a secuestrar a personas que tenían problemas con la ley para evitar que los denunciaran ante las autoridades. Se peonsó que un efectivo de la División Antidrogas de la Federal era la persona que les brindaba la información para pudieran actuar.

El último paso lo dieron los investigadores de Gendarmería Nacional. Ellos fueron quienes se encargaron de identificar a los acusados y determinar dónde residían para atraparlos.

Las medidas

El fiscal federal solicitó 10 allanamientos que fueron autorizados por el juez Fernando Poviña. Uno de ellos se desarrolló en la comisaría de Tafí Viejo, donde arrestaron a un uniformado que prestaba servicios. Luego se dirigieron a la sede de la Dirección de Delitos Rurales que funciona en el predio de la Jefatura de Policía. No se revisaron ambas sedes policiales, sino que buscaron elementos probatorios en los lugares donde los dos arrestados guardan sus objetos personales.

También se desarrollaron allanamientos en varios domicilios donde se detuvo a otros tres efectivos, algunos de ellos exonerados o que ya habían pasado a retiro. En esos lugares, pese a que ya no pertenecen a la fuerza, secuestraron uniformes, insignias y charreteras de diferentes rangos, armas de fuego y municiones.

No hubo necesidad de buscar al sexto detenido, ya que se trata del ex uniformado que permanece detenido por el caso Nasif. En tanto, se confirmó que hay un séptimo sospechoso que está prófugo.

“Esta es una investigación que recién está comenzando. A partir de ahora habrá más indicios para analizar. La tarea seguirá siendo desarrollada por las dos fuerzas que hicieron un gran trabajo en común”, destacó Chit.

Comentarios