Las figuritas del Mundial: una práctica que no envejece

La revolución tecnológica ha transformado la realidad de manera significativa y acelerada en las últimas dos décadas (sobre todo a partir de la masificación de los teléfonos celulares), y en el proceso se ha llevado puestas ciertas formas tradicionales de entretenimiento que en su momento fueron muy populares entre los más chicos. Sin embargo, existen otras que han logrado subsistir ante el avance de la digitalización. Por caso, el de coleccionar figuritas durante la época de los Mundiales de fútbol. Pasan los años y la fiebre por juntar los cromos autoadhesivos hasta completar los álbumes no solo no se resiente, sino que gana crece debido a que las nuevas generaciones se van sumando a las de antes. Aunque parezca cosa de niños, no lo es: gente de todas las edades recorre desde hace más de una semana los puestos de revistas de Tucumán a la espera del álbum y las figuritas de Qatar 2022.

La pregunta es ineludible: ¿por qué algo tan simple y característico de otro tiempo subsiste con tanta fuerza en la era de lo digital? “A mí de chica me gustaba juntar figuritas. Y en el Mundial 2014 empecé a juntar con mi hijo, que tenía 8 años. Era lindo tener una actividad que pudiéramos compartir. Hoy tiene 16 y lo seguimos disfrutando”, cuenta María Laura Alija. “Los padres de los niños de hoy tuvimos esta práctica en nuestra infancia, porque coleccionábamos figuritas de personaje famosos que aparecían en la TV. La realidad va cambiando, así que habría que ver qué harán los padres del futuro. Personalmente, comencé con esto como una forma de recuperar parte de mi infancia, pero después vi la posibilidad de ayudar a otra gente a completar sus álbumes, ya sea uno reciente o uno de cuando era chico y le quedó incompleto. Es una linda satisfacción”, cuenta Pablo Brito, de 43 años, cuya primera colección mundialista comenzó en Italia 90.

Indudablemente, en esta efervescencia que se vive por estos días tiene que ver la enorme expectativa que despierta la Selección dirigida por Lionel Scaloni y capitaneada por Lionel Messi, respaldada por el título de la Copa América y su invicto de 33 partidos. “El furor ahora lo da Messi y el Mundial. Por cuestiones económicas no se puede vivir comprando figuritas todos los meses, pero sí puede uno darse el gusto de hacerlo cada cuatro años”, entiende Pablo.

Conectados

Otro de los aspectos que contribuye a la vigencia del arte de coleccionar figuritas es la posibilidad de contactar con otras personas que comparten la misma pasión. Y es que, de hecho, en la mayoría de los casos es imprescindible conectarse con otros para conseguir los cromos faltantes y sacar provecho de los repetidos, sea por venta o trueque. Y así fue que se armaron reuniones de intercambio y de crearon grupos específicos de Facebook y Whatsapp.

María Laura es administradora de un grupo de Whatsapp que nació en ocasión del Mundial de Rusia 2018 con gente que se juntaba a intercambiar en la plaza Urquiza y en la Independencia. “Gracias a eso, se hizo todo más organizado. Cuando terminó el Mundial, la gran mayoría permaneció en el grupo, a veces cambiando figuritas de fútbol argentino o de la Copa América. Pero ahora que viene el álbum nuevo ya hay más movimiento. La gente comparte la información que tiene”, describe.

Como en todo grupo, las reglas son claras y estrictas. Por caso, solo se accede por recomendación de algún miembro, no se venden figuritas (solo se intercambian), las reservas se respetan a rajatabla y quienes completan un álbum deben tratar de ayudar a los otros a completar el suyo. “Y cada vez que alguien lo logra, se comparte y se celebra”, agrega. Si bien en las reuniones de intercambio hay niños, el grupo de Whatsapp es solo para adultos. “También usamos la tecnología, ya que descargamos la aplicación para llevar un registro de las que tenemos, las que nos faltan y las que tenemos repetidas. Después esos resúmenes se pueden compartir en los grupos”, detalla.

Pablo forma parte de varios grupos relacionados a figuritas y/o coleccionables, donde interactúa con gente de otras provincias. “Se realizan cajes y ventas con gente de todo el país. Es como intercambiar en la plaza Urquiza, solo hay que esperar el envío”, aclara.

Puerta de entrada

El entusiasmo por coleccionar que reverdece en cada Mundial sirve de puerta de entrada al coleccionismo de figuritas en general, pero también invita a muchos a lanzarse a conseguir (y tratar de completar) álbumes de ediciones pasadas. Así lo hizo el aguilarense Ramiro Vides Giménez, de 19 años, quien tras “debutar” con el de Brasil de 2014, se enganchó hasta conseguir todos los álbumes lanzados por Panini: desde México 1970 hasta el de Rusia 2018.

“Mi primer álbum me vino con la revista Billiken. Cuando Argentina pasaba de ronda, me iba entusiasmando cada vez más. Cada vez que Argentina ganaba, la gente se juntaba a festejar en la plaza. Y en ese Mundial se me ocurrió poner una mesita en la vereda, tipo kioskito, con un pizarrón que decía que vendía e intercambiaba figuritas. Gracias a eso pude completar el álbum. En esa época costaba más ahora que ahora, tenía que viajar a San Miguel solo para poder conseguir algunas. En cambio hoy, tengo muchos amigos que están empezando a juntar, y formo parte de un grupo de 50 personas que coleccionan. Hay gente que opina que esto de juntar figuritas es una tontería de chicos, que es gastar plata, pero para mí no es así. De hecho, amí me ayudó a aprender sobre muchas cosas y seguiré coleccionando mientras pueda”, asegura Ramiro.