¿Qué pasará con la tarifa del agua en Tucumán?

¿Qué pasará con la tarifa del agua en Tucumán?

Las tarifas del servicio que se presta a los casi 300.000 clientes que residen en la provincia se han mantenido casi congeladas desde 2019.

AGUA POTABLE / LA GACETA (ARCHIVO) AGUA POTABLE / LA GACETA (ARCHIVO)

La exposición de Malena Galmarini, titular de la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), respecto del nuevo esquema tarifario y de la pérdida de subsidios entre los usuarios del servicio que se presta en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ha causado incógnitas no sólo entre los clientes de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), sino también en el mismo Gobierno.

Las tarifas del servicio que se presta a los casi 300.000 clientes que residen en la provincia se han mantenido casi congeladas desde 2019, un año después de que la Revisión Integral de la Tarifa decidiera hacerlo cada seis meses, como uno de los mecanismos de financiamiento para la Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (Sapem). Los reajustes han sido leve a lo largo de estos últimos meses, admiten en la Casa de Gobierno, y las fuentes consultadas por LA GACETA indican que no hay decisión política tomada al respecto. Esperarán la evolución de los anuncios nacionales y la posibilidad de que la Casa Rosada solicite a las provincias que adopten el mismo criterio en cuanto a la segmentación y a la reducción de los subsidios.

Durante la conferencia de prensa en la que se anunciaron detalles de la segmentación tarifaria, Galmarini reconoció que la compañía que dirige aplicará un aumento del 10% en octubre, mientras que desde noviembre, el 41% del padrón de usuarios de AySA perderá el subsidio. Asimismo, se prevé tomar como criterio la ubicación geográfica del cliente más que por ingresos o consumo.

En Tucumán hay un régimen tarifario propio y es el Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos (Ersept) el que define si se aprueban o desaprueban las propuestas de reajustes por parte de la SAT. Para definir los aumentos, se utiliza una fórmula polinómica semestral. El año pasado se congeló la tarifa, lo mismo que pasó en 2019, dos períodos signados por las elecciones. En ambos casos, desde la Casa de Gobierno se esgrimió que no se iban a autorizar incrementos en las boletas del agua en virtud de la situación socioeconómica por la que atravesaba la población. Con la inflación en aumento, el criterio político se mantuvo, pero el vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo, Osvaldo Jaldo, prefiere no hablar de la cuestión hasta tanto la Nación termine de definir el esquema de segmentación tarifaria.

Con la aplicación de la fórmula polinómica, ¿de cuánto debería ser el aumento para el primer semestre de este año? Fuentes oficiales consultadas por nuestro diario estimaron que, si se tomara esa medición, durante la primera mitad de este año el reajuste tendría que ser en torno de un 31%. La otra pregunta que se formula en los ámbitos de poder es si ¿se aplicará el reajuste? Por ahora no hay novedades acerca de esta cuestión, pero si se avanza hacia una suba, los voceros consultados señalan que será marginal y con vigencia a partir del último mes del año.

Actualmente, la factura promedio del servicio de agua y cloacas es de unos $ 900. Cerca de 80.000 usuarios del padrón total gozan de la tarifa social, sin tomar en cuenta las conexiones en asentamientos y poblaciones irregulares, con alta vulnerabilidad socioeconómica. El problema del sistema radica en el consumo: un tucumano consume 300 litros de agua por día en distintas actividades, casi 50 litros más del uso promedio para una persona de acuerdo con las mediciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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