“Arqueólogas” de la performance muestran sus hallazgos tucumanos

“Arqueólogas” de la performance muestran sus hallazgos tucumanos

Una experiencia que le propone al espectador un recorrido para experimentar y reconocer esta disciplina artística e indagar sus orígenes.

INVESTIGACIÓN. Ríos Guillén y Ponce relevaron años de performance. gentileza de Jeremías Ramírez/muestra Volveré y seré performer. INVESTIGACIÓN. Ríos Guillén y Ponce relevaron años de performance. gentileza de Jeremías Ramírez/muestra Volveré y seré performer.

Definitivas y contundentes, las licenciadas en arte Ludmila Ríos Guillén y Mariana Ponce reivindican el potencial de la performance como lenguaje artístico. Con esa premisa decidieron abordar un trabajo de investigación sobre sus orígenes en Tucumán. La iniciativa derivó en la muestra performática “Volveré y seré performer”, que se presenta hoy, de 18 a 21, en el Museo de la UNT (San Martín 1.545), un deseo y un manifiesto que busca poner en valor y visibilizar esta disciplina, donde el cuerpo cumple un rol primordial y espectadores y artistas se funden y confunden en la construcción de la obra.

“Ambas nos dedicamos al arte de acción o performance art y observamos que no había ningún espacio que nos acompañe en la provincia, sea en la formación o el debate -cuenta Mariana-. En otras especialidades existe mucha información, pero con la performance no pasa lo mismo. Incluso en ámbitos académicos no hay definiciones claras ni guías de dónde se puede acceder a su conocimiento. Decidimos que en vez de exponerla en una charla o conferencia, la debíamos expresar artísticamente para ser coherentes con nuestro discurso”.

La presentación consiste en un ensayo abierto donde el rescate de la memoria roza la ficción y revisa historias que atraviesan el tiempo materializadas en objetos (irónicos o absurdos). “Para este proyecto nos definimos como artistas/arqueólogas/performers con el deseo de conocer el origen del género en Tucumán y homenajear nuestro linaje artístico”, resalta Ludmila.

Se plantea un recorrido por los jardines del MUNT que cuenta con una sala multimedia con testimonios; una tienda donde se montarán los “restos arqueológicos” encontrados durante el proceso de investigación, en una retrospectiva lúdica a través de elementos que formaron parte de performances locales de los 80, 90 y 2000; y un espacio con pantalla croma que invita al público a profundizar en la experiencia. Como invitado estará Javier Rodríguez (@huoket), quien a través de plataformas de la deriva por internet, aportará un abanico de nuevas interpretaciones desde su mirada y sensibilidad.

La muestra ganó la beca Creación del Fondo Nacional de la Artes y cuenta con el apoyo de Performance Art Argentina. Contó además con la tutoría de la chilena Pilar Quinteros. La investigación logró recuperar y sintetizar voces y experiencias preexistentes, y visibiliza la explosión de performance posdictadura, que contó con movimientos como el Grupo Norte; Grupo Crónica; Tenor Graso y Viva Laura Pérez.

“Aunque poco conocido, el potencial tucumano en esta disciplina es enorme y renombrado a nivel nacional -cuenta Ludmila-. En 1994, el público hacía fila en el Timoteo Navarro para ver las presentaciones de Tenor Graso; eso no volvió a pasar en el museo ni cuando traen muestras de grandes artistas internacionales”.

La muestra involucra al espectador en el patrimonio performático local, robusto y dinámico pero poco conocido. A su vez acerca a la comprensión y al debate profundo sobre las singularidades de este lenguaje artístico.

“En la performance no hay un único registro único. Tenés el registro audiovisual, la foto, la experiencia del espectador, la vivencia del mismo artista: se da una transformación colectiva, se pierde la distancia que existe en otras disciplinas y el público participa de la construcción de la obra, es parte de la obra”, concluyen las performers.

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