Rescatando al soldado Alberto Fernández

Rescatando al soldado Alberto Fernández

Rescatando al soldado Alberto Fernández

Cambió el eje del poder. Todo gira alrededor de Sergio Massa. Sin embargo, el resto de los socios del Frente de Todos no descuidan al conjunto. Saben que la supervivencia de uno depende la de los otros. Los gestos de desconfianza arrancaron el mismo día de la asunción del nuevo ministro de Economía cuando sus allegados celebraron el desembarco del Frente Renovador en la Casa Rosada. El propio Massa hizo callar a su hinchada. Sin embargo, los resquemores perduran. El kirchnerismo no quiere perder el centro del escenario. Ayer, en Lomas de Zamora, montó uno en apoyo del presidente Alberto Fernández. ¿El objetivo? Rescatarlo. La empresa no es sencilla para un dirigente con un 70% de imagen negativa. Pero Axel Kicillof es uno de los dirigentes que servirán como contrapeso dentro de la estructura del oficialismo. El gobernador de Buenos Aires le dio ayer el apoyo público a Alberto Fernández, algo que no hubiera pasado hasta hace dos semanas cuando las papas quemaban y Cristina Fernández de Kirchner le cerraba las puertas al Presidente y a los antecesores de Massa. “Alberto, desde la Provincia de Buenos Aires, contá con nosotros, con nuestro compromiso y con nuestro trabajo”, expresó durante el acto. La vicepresidenta de la Nación ha adoptado una postura distante del proceso de reconstrucción de la gestión. Está más preocupada en las causas judiciales que la aquejan. Massa, a su vez, no asistió al acto en Lomas de Zamora. Adujo que estaba reunido con su equipo para resolver el canje voluntario de la deuda.

Los gobernadores debieron aplazar el viaje a Buenos Aires. La liga de mandatarios peronistas tenía previsto sesionar hoy en la ciudad de La Plata para analizar las cuestiones comunes a la gestión. Sin embargo, la suspensión de la cumbre tuvo una lectura política: nadie quiere aparecer pegado a ninguna interna; ni a favor, ni en contra, mucho menos en la ancha avenida del medio. Son tiempos de sensibilidad política. “En el partido hay demasiados mariscales cuando, en realidad, frente a esta crisis, todos debemos ser soldados de la causa”, razonó un viejo dirigente justicialista.

Varios gobernadores se muerden los labios al ver las planillas de reparto de subsidios al transporte público de pasajeros. La situación ha cambiado poco y nada respecto del viejo reclamo. Por caso, el dato que más crispó al interior es que el 75,4% de esos fondos van directamente al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA); para el resto del país sólo queda por distribuir un 24,6% de los $ 58.301 millones girados durante el primer cuatrimestre del año.

Juan Manzur no se queda atrás en este reacomodamiento de gestión. La designación de Massa como “superministro” lo ha eclipsado. Sin embargo, este fin de semana, el jefe de Gabinete de la Nación contestó a sus referentes más cercanos que nada se pierde y que todo se reconvierte. En ese proceso inscribió la designación de Santiago Yanotti como subsecretario de Energía Eléctrica. Se trata de un cargo estratégico desde el punto de vista del posicionamiento institucional en el organigrama federal, pero políticamente tiene sus complicaciones en tiempos de segmentación tarifaria. ¿Quién pagará los costos políticos de los futuros reajustes en los servicios? ¿Yanotti, Manzur, Massa o el Presidente?

Manzur también quiere imprimirle otro ritmo a su gestión. Junto con su segundo, el albertista Juan Manuel Olmos reclamarán más acción a los ministros para mostrar que hay otro clima interno en el Poder Ejecutivo y que no todo se concentre en Massa. Osvaldo Jaldo también entró en esa dinámica. El vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo arrancó la semana sacando de un plumazo a la interventora del Instituto Provincial de la Vivienda, Stella Maris Córdoba. Es verdad lo que argumenta la ex funcionaria acerca que, desde hace tiempo, venía en la cuerda floja. Pero el suspendido sorteo de casas del domingo ha sido el detonante de una salida anunciada porque, en Buenos Aires, se había señalado que Tucumán era uno de los distritos que no aprovechaba los cupos para avanzar con programas habitacionales. Ahora Jaldo se encuentra en conversaciones con algunos referentes de la actividad para completar el cuadro de conducción del intervenido organismo que, según trascendió, tendrá una mayor apertura en su cuadro de conducción. El gobernador interino, además, siente que se le acaba el tiempo para que la administración muestre resultados concretos a la sociedad. Al año le quedan tres meses, porque noviembre será mundialista y porque diciembre será de consumo y de cierre anticipado de año. Enero y febrero tendrá los recesos habituales. Y quedará marzo, abril y mayo para realizar campaña proselitista. De a poco, en el oficialismo se están diseñando las listas de precandidatos por las distintas secciones electorales. La tarea no es sencilla y en el Frente de Todos ya se observan los primeros chispazos. Es un juego de concesiones en el que se mezclarán las cartas entre manzuristas y jaldistas. Nadie se anima hoy a decir que no. Mientras el gobernador en uso de licencia siga en Buenos Aires no se prevén asperezas con su compañero de fórmula, que le responde directamente. Si la fórmula oficialista llega a ser Jaldo-Manzur, entonces la pelea se circunscribirá a quién puede llegar a ser el tercero en la línea de conducción institucional de la provincia. Pocas veces antes la Presidencia subrogante de la Legislatura ha sido tan tentadora.

Comentarios