Violencia en el fútbol: la historia de nunca acabar

Violencia en el fútbol: la historia de nunca acabar

En Vélez-Talleres hubo incidentes; desde Córdoba acusan a la CD velezana de liberar la zona

IMAGEN REPETIDA. Los incidentes se transformaron en una moneda corriente en el fútbol argentino. IMAGEN REPETIDA. Los incidentes se transformaron en una moneda corriente en el fútbol argentino.
05 Agosto 2022

“Me llama la atención la ineptitud y la falsedad con la que nos recibió la gente de Vélez. Les pedí ahí, a falta de nueve horas para el partido, que nos den una solución. Nos dijeron que nos quedáramos tranquilos. Tomaremos medidas muy drásticas. Es increíble que una enorme institución como Vélez esté manejada por un dirigente inepto, mentiroso y falso”. Así, sin pelos en la lengua Andés Fassi, presidente de Talleres, apuntó contra Sergio Rapisarda, titular de Vélez, a raíz de los graves incidentes que se registraron el miércoles en el “José Amalfitani”, durante el duelo de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores, en el que e “Fortín” terminó ganando 3 a 2.

Casi sobre el final del duelo, un grupo de hinchas velezanos desplegaron toda su furia contra dirigentes cordobeses, familiares de los jugadores e hinchas “infiltrados”. Claro, de acuerdo a las palabras de Fassi, eso no fue un hecho aislado, sino que todo los inconvenientes habían comenzado antes que finalizara el primer tiempo. “El episodio no se dio con la gente de Talleres que se hizo socia (en relación a la acusación que indicaba que los hinchas “tallarines” se habrían asociado a Vélez para poder entrar al estadio) o vino camuflada. El problema fue con la comisión directiva de Talleres, con los familiares de los jugadores con mujeres y con niños”, explicó el mandamás “albiazul”, quién comentó que Vélez le había dado 350 lugares a los visitantes. “Nos tendrían que haber cuidado y no hubo ningún tipo de seguridad”, continuó.

Según denunció en los medios Fassi, los que comenzaron las agresiones fueron alrededor de 50 barrabravas, quienes debieron pasar entre seis y siete controles para poder acceder al sector de plateas en donde estaban ubicados los dirigentes de la “T”. “Fue una masacre; hay gente que está hospitalizada. No pudieron terminar de ver el partido”, agregó.

Entre los heridos aparecen cuatro nombres: Gustavo Barrionuevo: empleado de seguridad de Tech, la empresa de seguridad, quien sufrió un traumatismo endocraneal; Mario Cupertino (personal de seguridad de Talleres), con un traumatismo en el rostro; Jesús Arodico hincha cordobés que arribó al hospital por sus propios medios con un dolor toráxico, y Guillermo Iudicello, simpatizante de Talleres, quien presenta un hematoma e inflamación en la frente.

Los incidentes, que son moneda corriente en nuestro fútbol, quebraron las relaciones entre ambos clubes. Así, desde Córdoba anunciaron que la revancha (se jugará el miércoles en el “Mario Kempes”) será sólo con público local. Además, no descartan la posibilidad de iniciar acciones legales contra el club de Liniers.

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