1.000 veces “Chilila”

Pedro Roberto Robles es uno de los mejores jockeys tucumanos de todos los tiempos y lo confirma con cantidad y calidad de triunfos obtenidos en prácticamente todos los hipódromos donde compitió.

Radicado desde hace nueve años en Santiago de Chile, el jinete nacido en el barrio Sarmiento llegó a los 1.000 triunfos oficiales entre los obtenidos en la Argentina y en el vecino país, aunque él mismo reconoce que son muchos más por los éxitos logrados en el interior de nuestro país y que no son contabilizados. “La verdad que nunca me imaginé poder llegar a esta marca. Estoy muy contento, porque significa que a lo largo de mi carrera hice muchas cosas bien”, explicó “Chilila”, que está próximo a cumplir 29 años compitiendo.

Nacido el 5 de diciembre de 1978, comenzó a correr en 1993 en el “Jardín de la República” y su primera victoria la consiguió en octubre de ese año con la yegua Fama Bar, que estaba al cuidado del recientemente fallecido Adolfo Sadigursky. Tenía apenas 13 años cuando ya había visitado el podio de los vencedores y no tardó en convertirse en el aprendiz revelación de Tucumán. Al año siguiente viajó a Buenos Aires, donde estuvo radicado seis meses tratando de conseguir el permiso. “Me cansé y decidí volver a Tucumán, convencido de que nunca más haría el intento de correr en las luces”, contó.

Pero finalmente el debut en Buenos Aires llegó en diciembre de 1997, cuando terminó sexto en el hipódromo de Palermo montando al caballo El Yeite, que estaba al cuidado de Jorge Guerra. En 1998, luego de ganar el Gran Premio “Batalla de Tucumán” con el tordillo Ornamentado decidió radicarse en “las luces”, donde al año siguiente ingresó a la Escuela de Aprendices. El 29 de mayo de 1999 hizo su debut en “las luces” y el 18 de junio consiguió su primera victoria montando a Fustigada en San Isidro.

Tardó sólo ocho meses para conseguir 120 victorias, dejar de ser aprendiz y convertirse en jockey. Su primer Grupo I lo consiguió siendo aprendiz, cuando el 8 de diciembre de 1999 ganó el Gran Premio “Copa de Plata” montando a la Alexine. “Cuando arranque, mi objetivo era ganar carreras. Nunca me puse metas y los buenos resultados comenzaron a llegar. Tuve mucha suerte, porque en el inicio fueron muchos los triunfos y cuando conseguís victorias, las puertas se abren más rápido”, reveló Robles.

Además de cantidad de éxitos, en el historial de Robles hay calidad. Lleva ganadas 19 competencias de Grupo I, entre las que se destacan el Gran Premio “Carlos Pellegrini”, la “Copa de Plata”, “Polla de Potrillos”, “Jockey Club”, “De Honor”, tres veces la “Carrera de las Estrellas” y “El Ensayo”, una de las pruebas más importantes del turf chileno.

“Si contabilizamos las carreras que gané en Tucumán, Córdoba, Mendoza, Santiago del Estero, Rosario, Río Cuarto y Villa María, seguramente estoy cerca de los 1.200 triunfos. Un número inimaginable en mis comienzos”, expresó.

“Chilila” se dio el gusto de triunfar en los clásicos más importantes del interior del país. Obtuvo dos veces el “San Jerónimo” en Córdoba, en dos oportunidades el “Vendimia” en Mendoza, el “Aniversario de Río Cuarto” y el “Fundación Equina Argentina” en Rosario. “Me siento un privilegiado y soy un agradecido de toda la gente que confió en mí a lo largo de mi carrera”, señaló.

A pesar de que mantenerse durante varias temporadas entre los 10 jinetes más ganadores del país, en 2013 Robles sintió que todo se la hacía cuesta arriba en Buenos Aires y decidió ir a probar suerte en Chile. Actualmente acumula más de 400 éxitos en el vecino país y siente que fue un acierto tomar esa decisión. “Estoy muy cómodo en Chile, aunque debo reconocer que el comienzo fue bastante complicado porque los buenos resultados tardaron en llegar. Me costó mucho, porque estaba con un entrenador que tenía pocos caballos. Ahora trabajo principalmente con el entrenador John Pinochet, que tiene a su cargo más de 60 caballos y muchos de primer nivel. Ahora puedo decir que fue una buena decisión haberme radicado en Chile, porque se me había puesto muy difícil en Buenos Aires”, indicó. “El entrenador y los propietarios me brindan todo su apoyo y eso me da mucha tranquilidad. Corro entre 10 y 12 carreras por semana. En Chile no hay carreras todos los días como en Buenos Aires. Por lo general se corre tres veces a la semana. Yo compito en los dos hipódromos principales de Santiago de Chile y muy pocas veces voy a Viña del Mar, donde los premios son más bajos”, agregó.

El marzo del año pasado sufrió una dura rodada, que lo mantuvo ocho meses alejado de las pistas. “La caída fue en el Club Hípico de Chile y me fracturé una vértebra. Por suerte la operación salió muy bien y la recuperación fue buen”, indicó.

Robles es el único jinete argentino que compite en el país trasandino. “El nivel es muy competitivo en Chile. Hay muchos jinetes de primer nivel. Héctor Berrio está radicado desde hacer un par de años en Estados Unidos y le está yendo bárbaro. Tienen un estilo diferente al nuestro. Manejan la embocadura de otra manera. No hay muchos extranjeros. Actualmente hay cuatro jinetes venezolanos, dos colombianos y un ecuatoriano”, contó.

“Chilila” se ilusiona con estar presente el 24 de septiembre en Tucumán, oportunidad en la que se disputará una nueva edición del Gran Premio “Batalla de Tucumán”. “Todo dependerá de los compromisos que tenga en Chile, pero me sobran ganas de ir y celebrar con mi familia y con todos mis amigos estos 1.000 triunfos”, concluyó.