Una jornada patria con bailes, artesanías y una feria gourmet

Una jornada patria con bailes, artesanías y una feria gourmet

Durante todo el día, miles de personas desfilaron por Plaza Independencia para disfrutar de conjuntos musicales y de las ferias. Clima cálido y la patria en el aire.

EN FAMILIA PARA PASARLA BIEN. Los tucumanos salieron en grupos a disfrutar de la jornada patria. EN FAMILIA PARA PASARLA BIEN. Los tucumanos salieron en grupos a disfrutar de la jornada patria.

Es difícil de explicar, pero en el lugar se respira patria. Hay folklore en vivo, decenas de personas bailando y familias enteras recorriendo la plaza y sus cercanías, todos disfrutando del sol que bendice la jornada. Y hay una calidez que recuerda  a los presentes que el festejo es de todos.

Son las 14 del sábado 9 de julio. Plaza Independencia empieza a recibir a visitantes de todo Tucumán y también a turistas. Lo que pasa es que nadie quiere quedarse fuera de las actividades que se realizan para celebrar un nuevo aniversario de la independencia argentina.  Y hay de todo: a medida que va llegando, el público se dispersa entre las diferentes opciones que dispuso  la Municipalidad capitalina: hay un gran escenario y hay  una feria de comidas gourmet, de artesanías y de colectividades.

Todo lo que va a suceder durante la tarde y la noche, girará alrededor de esas dos cosas: la comida y la música, serán las grandes protagonistas.

Sin fin, a la plaza llegan familias enteras, parejas, niños con abuelos y grupos de amigos. Algunos comen en los stands, otros caminan por la feria de artesanías o pasean sus mascotas, y los más interesados en la música se paran frente al escenario para disfrutar de  grupos como Los Puesteros, Taa Huayra, La Zapada, Tangueando Altaneros y Las 4 Cuerdas. Por supuesto -y como pasa en toda fiesta patria- muchos de los presentes sacan sus pasos a la luz cuando suenan canciones como “Dejame que me vaya” o la conocida “Chacarera del rancho”. Sin vergüenza ni pudor, se empiezan a agitar pañuelos.

Festejo compartido

Todos aprovechan la ocasión para compartir con los que más quieren. Mariana Olivera, por ejemplo, llegó a la Plaza con su pequeña hija. “Es para que ella conozca como se festeja el 9 de julio -cuenta-; somos bailarinas de folklore. Es la primera vez que puedo traerla a un evento así; es importante que conozca esto”. De la misma manera, José María García vino con su hijo de cinco años. “Está bueno vivir estas fiestas patrias juntos -destaca-; deberían hacerse más cosas de este estilo”.

Casi sin quererlo, el ambiente se volvió totalmente familiar. Hay niños correteando, padres y abuelos sentados alrededor de la plaza. Hay que decirlo: también hay quienes aprovecharon la propuesta de la municipalidad y vinieron por curiosidad. “Lo que más me atrajo fue la feria”, dice Eliana Mendoza, que está descansando en la plaza luego de haber recorrido los puestos de artesanías.

Sea como sea, durante todo el día miles de personas van y vienen: a ver, a conocer, a disfrutar, a cantar, a comprar... pero, sobre todo, se acercan a honrar a la patria. Las escarapelas y las banderas argentinas, de diferentes formas y tamaños, ocupan un lugar central y se destacan por sobre todo. Así, el 9 de julio vuelve a ser -de nuevo- una fiesta. La fiesta de la patria.

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