25 Junio 2022
HACE 30 AÑOS. El “pasto cubano” fue declarado maleza plaga en 1983.
Debido a su plasticidad y capacidad reproductiva Tithonia tubiformis -conocida vulgarmente como Yuyo cubano, Girasolillo o Pasto cubano- se ha dispersado en forma alarmante y continúa por varios lugares de Argentina. En 1983 fue declarada maleza plaga de la agricultura por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Características tales como alta producción de semillas por planta, viabilidad prolongada y latencia de las semillas dan como resultado grandes acumulaciones de semillas en el suelo, lo que exige mucha atención a la germinación de estas para un manejo sustentable.
Conocer los momentos de emergencia de esta maleza resulta clave para realizar un manejo exitoso. El equipo de trabajo de la Cátedra de Caña de Azúcar de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la Universidad Nacional de Tucumán, dirigido por Débora Carina Cabrera estudió qué condiciones hacen que las semillas de esta maleza rompan dormición y comiencen a germinar, y qué porcentaje del total de semillas derramadas germinan.
Resultados
Concluyeron que las semillas de esta especie derramadas desde la planta madre entre junio y septiembre poseen niveles de dormición superiores al 90%; es decir, no germinan inmediatamente. Esta condición es similar a la de otras especies -Solanum rostratum, Polygonum aviculare L., Chenopodium album L., Portulaca oleracea L., entre otras-.
Semillas derramadas, y expuestas a las condiciones de campo por dos meses no generan cambios significativos en la ruptura de la dormición. A partir de los cuatro meses -si siguen expuestas a bajas temperaturas y en condiciones de sequía, lo que normalmente se da en invierno- ponen a gran parte de la población de semillas en condiciones de germinar. A los seis meses ya están todas las semillas despiertas. En nuestra zona, esta situación ocurre desde noviembre en adelante; hasta diciembre germina más de un 50% de la población. Y otra cohorte importante, de más de un 38%, en febrero-marzo.
El éxito de que se produzcan altos porcentajes de germinación de las semillas derramadas es mayor para la floración de abril y menor para la floración de septiembre.
Es importante controlar el pasto cubano en su momento de mayor susceptibilidad; es decir, en el establecimiento (germinación-emergencia). De ahí la importancia de identificar las principales cohortes, y los factores que la producen. Y si se produce una infestación (ingreso al lote), tener presente que no controlarla y dejar que florezca alimentará el banco de semillas de maleza, lo que tornará muy dificultosa la erradicación de esta especie.
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