¿El metaverso es un verso o es el futuro?

¿El metaverso es un verso o es el futuro?

Mucho se habla de este nuevo universo “que cambiaría nuestra forma de ver el internet” pero, ¿qué tan real es eso? Aproximaciones.

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Metaverso. Una de las palabras que más hemos escuchado en los últimos años. Teóricamente, es la posibilidad virtual de interactuar con otros humanos en el ciberespacio; trabajar, disfrutar, reír, compartir, hacer ejercicio... todo eso sería posible en un soporte lógico y en un futuro no muy lejano. O, al menos, eso es lo que se propone y eso es lo que están desarrollando los gigantes de la tecnología. ¿Es una realidad o es un verso?

Ese es el gran planteo que tienen hoy los estudiosos de estos nuevos entornos digitales. Y este fue también el hilo conductor de la charla que brindó el arquitecto de software Manuel Ávalos en la Semana de la Ingeniería de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA). En este contexto, charló en exclusiva con LA GACETA para ayudarnos a comprender este nuevo universo del que no podremos escapar.

“Nosotros ya nos movemos dentro de un metaverso. Cuando estás en internet, entrás a Twitter, luego a Instagram, a otra plataforma... vamos de un lado al otro. Y eso es el metaverso, pero más inmersivo; más cercano a lo que estamos acostumbrados los seres humanos, en 3D”, resume y hace una distinción: “sería un ambiente en el que se eliminarán barreras tecnológicas, empresariales y de manejo de la información. Es un mundo nuevo”.

Un mundo nuevo y lleno de oportunidades. Así es como lo define Ávalos, que también se especializa en capacitación, consultoría y desarrollo de software, entre otras tareas, en Globant. “Lo que pasa es que hoy por hoy no se entiende mucho qué es, como no se entendía qué era el internet en la década de 1980. ¡Imaginate explicar el trabajo de un influencer! ¡Era inimaginable! Bueno, hoy para nosotros el metaverso es difícil de comprender, pero será el futuro”, dice convencido.

Posibilidades

El metaverso es como una copia de la realidad, pero con avatars. Cada quien podría construir su casa, votar, hacer compras o incluso trabajar en ese mundo. Y las posibilidades son infinitas -dice el experto-. “Podrías ser guía virtual, es decir, alguien que explique a nuevos usuarios cómo funciona el metaverse, podrías ser creador de contenido, diseñador y modelador 3D, granjero, paisajista, hacer compra y venta de inmuebles, e incluso organizar eventos. Es una economía que funciona con dinero real”, advierte y resalta: “el mayor cambio que podría producir en Latinoamérica es el del ingreso económico”.

Se trata de un cambio de paradigma, y lo explica con ejemplos: “en la pandemia me encontré con un artículo que contaba que se ofrecía un puesto de trabajo por hacer jardinería en Minecraft. Y este es un caso de metaverse muy real: una empresa que cuidaba jardines en el mundo real, empezó a ofrecer sus servicios en videojuegos. Esto podría pasar en el metaverso; que alguien de la ‘realidad’ trabaje en ese mundo y gane dinero para sustentarse -dice-; o también un influencer podría hacer reuniones en el metaverse, sorteos, o conseguir canjes, o ABBA podría hacer un concierto real en un estadio con sus hologramas (lo que actualmente realiza con ‘Voyage’, un espectáculo novedoso) y reproducirlo al mismo tiempo en un estadio en el metaverse, dándole la posibilidad a los espectadores virtuales de interactuar con los hologramas en tiempo real”.

¿Sueño o realidad?

Ya existen plataformas de realidad aumentada que podrían ser entendidas como parte de un metaverso. Aplicaciones como Minecraft, Second Life, Roblox, Axie Infinity y Decentraland son algunos ejemplos. La última es la más famosa y, por supuesto, creada por argentinos. “Meta, del que tanto se habla, no es el metaverso. Ellos proponen una herramienta por defecto para entrar al metaverse, así como lo era el Internet Explorer en la década de 1990. Ninguna plataforma por sí sola es el metaverso, sino el conjunto de diferentes universos (plataformas) interactuando entre sí”, explica.

Hasta acá todo suena lindo y fantasioso, pero volvamos a la pregunta del millón: ¿verso o realidad? “Bueno, lo primero que hay que decir es que este es otro tipo de interacción, que no va a reemplazar la realidad, porque son dos cosas diferentes. Nos va a dar herramientas para poder comunicarnos de maneras que hoy no entendemos -indica-; pero sí, es una realidad y no muy lejana: es un mundo virtual compartido, inmersivo, un nuevo espacio en el que las empresas pueden ampliar su presencia, oferta y creatividad”.

“En la conferencia preguntamos a la audiencia si creían que el metaverso era un verso o una realidad, y el 90% de los presentes dijo que era real. Es una tecnología que hoy la masa no entiende, como no entendíamos el bluetooth cuando apareció. ¡Nos parecía una locura poder utilizar auriculares sin cable! Y todo eso es normal, se trata del miedo al cambio -reflexiona Manuel-; entendemos lento, y nos tenemos que amigar con el cambio. Porque este es el futuro”.

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