06 Junio 2022
Hablar de déficit habitacional hace referencia a dos aspectos. Por un lado, a las deficiencias en una vivienda (o carencia de las condiciones que aseguren una vida digna) y por otro a la ausencia total de un lugar para vivir.
El último informe elaborado en base a la Encuesta Permanente de Hogares, revela que más de un millón de personas en nuestro país vive en condiciones de hacinamiento crítico. Esas “casas” son, además, construidas con materiales de calidad insuficiente. Otro dato que preocupa en el plano social y humano: uno de cada cuatro niños vive en esas viviendas precarias.
El problema es urgente y reviste de una gravedad que necesita ser abordada a la brevedad. Tucumán se sube a esas estadísticas y basta un ejemplo para dimensionar la crisis habitacional en nuestra provincia.
Esta semana conocimos la historia de Rolando, el jubilado que obtuvo su casa después de haberle enviado una carta al gobernador, Osvaldo Jaldo. Más allá de lo informado por los canales oficiales, el episodio nos hace reflexionar sobre varios aspectos.
Rolando tiene 67 años y no tiene un trabajo estable. Ha vivido toda su vida de changas, trabajando como albañil, con lo que ha podido sostener a su familia. Es padre de siete hijos y nunca, hasta ahora, había tenido casa propia.
El año pasado, Julieta Rebola, la presidenta de mesa donde votaba el jubilado, leyó la carta que había dejado junto a su voto en ese domingo de elecciones. La chica se conmovió y la compartió en sus redes. A los pocos días, el gobernador interino, Jaldo, lo recibió en su despacho y se comprometió a darle un lugar para vivir.
La promesa se cumplió la semana pasada, cuando Stella Maris Córdoba, interventora del Instituto Provincial de la Vivienda junto al Ministro de Obras Públicas, Fabian Soria, le entregaron la llave de su casa.
Detrás de esa historia, hay una realidad angustiante que desnuda el déficit habitacional local. Casualmente, hace algunos días el Instituto Provincial de la Vivienda abrió la convocatoria para actualizar sus datos y poder ingresar a los futuros sorteos para tener su casa y los números fueron contundentes.
Más de 42.000 tucumanos hicieron los trámites para participar en el sorteo de 300 viviendas. Las casas estarán ubicadas en Villa Carmela, Tafí Viejo, San Miguel de Tucumán y Pacará, Cruz Alta.
El Gobierno ya había anunciado además, la ejecución de programas federales para la construcción de 3.600 viviendas en barrios sociales, proyectados por el IPV. Seguramente, el sorteo también será masivo cuando se haga.
Los datos del Censo 2022 serán reveladores a la hora de hablar de techo propio y desnudará un escenario de pobreza grave en Tucumán. Sería importante que los anuncios en cuanto a políticas de vivienda que realizan las autoridades avancen con celeridad y no se diluyan en el tiempo.
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