Cartas de lectores I: en favor del idioma

Cartas de lectores I: en favor del idioma

25 Mayo 2022

En su libro “La tragedia educativa” (1999), Guillermo Jaim Etcheverry destacó la crisis de nuestra lengua y de sus hablantes. Exhortó a preservarla de quienes la manipulan y degradan. Reveló que los jóvenes de entonces utilizaban apenas 240 palabras, demostración de su magro vocabulario. No sería descabellado suponer que estos índices perduran o, peor aún, se han acrecentado. Abona esta sospecha el masivo empleo de celulares y el auge que, por su intermedio, adquiere un nuevo argot, privativo de un universo de usuarios cuyas edades oscilan entre los 15 y los 25 años. El deterioro imperante no se circunscribe a rangos etarios ni profesiones. Términos tales como plesbicitos, status quo, disgresión y comiserías proliferan. Otros equívocos a corregir son: la primera persona; no la primer… Medio cansada; no media cansada. Había cien personas; no habían… Hace veinte años atrás, redundante. Lo válido: hace veinte años o veinte años atrás. Si fuera; no si sería. Delante de mí; no delante mío. Desde el punto de vista; no bajo el punto de vista. Tanto es así; no tan es así. Mucho menos, tal es así, etc. Para morigerar semejantes dislates resultaría útil desarrollar una campaña pedagógica, mediante spots radiales y televisivos, para privilegiar el impostergable cuidado de la lengua.

Alejandro De Muro


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