Según Diarte, los rivales respetan demasiado a San Martín y eso complica todo

Según Diarte, los rivales respetan demasiado a San Martín y eso complica todo

Sube la apuesta: “debemos encontrarle la vuelta y volver a ganar”.

PONE EL PECHO Y VA HACIA ADELANTE. Diarte acepta que los rivales encontraron la forma de frenar al “Santo”; pero avisa que están buscando soluciones. “Debemos encontrarle la vuelta a esto”, sentenció. PONE EL PECHO Y VA HACIA ADELANTE. Diarte acepta que los rivales encontraron la forma de frenar al “Santo”; pero avisa que están buscando soluciones. “Debemos encontrarle la vuelta a esto”, sentenció.

“El equipo hace cosas muy buenas y los rivales nos tienen mucho respeto”. Lucas Diarte, una de las banderas “santas” va de frente. Como en cada escalada por izquierda, va a fondo. Es consciente que el equipo perdió algo de “chispa” en los metros finales durante los últimos partidos, pero entiende que no por eso va a estar todo mal. Todo lo contrario. “Cada partido será más complicado”, advierte.

San Martín no modifica su esencia. Tiene una identidad marcada y la respeta a rajatabla. Con pelota al ras del piso, apela a las transiciones, al juego asociado, a asfixiar a su rival y a tratar de desbordarlo. Al principio esa idea fluía con facilidad, pero con el correr de los partidos, los rivales tomaron nota y comenzaron a esperarlo más de la cuenta.

Con 11 jugadores detrás de la línea de la pelota, bien cerquita de su arquero, entregándole pelota y campo, lograron complicar al “Santo”. Esa receta siguieron Mitre de Santiago del Estero (con el plus que estuvo on fire las veces que llegó sobre el arco de Darío Sand), Quilmes por la Copa Argentina, Instituto y hasta Agropecuario jugando en su casa. “Eso es algo que generamos nosotros con lo que vinimos haciendo en cada partido. Este equipo sigue la dinámica de ser protagonista independientemente el rival y la cancha en la que juegue. Los otros equipos nos esperan, se resguardan y tratan de salir de contra. Instituto no nos pateó al arco en todo el partido y eso que tiene un presupuesto altísimo, de los más elevados de la categoría… y no es fácil jugar así; no es sencillo quebrar una línea de ocho, nueve o 10 jugadores defendiendo. Pero bueno, ya está… hay que buscarle la vuelta a la situación”, explica sabiendo que el objetivo no se negocia. “Tenemos la obligación de ascender e iremos por eso. Pero estamos bien, estamos bien. Vamos segundos en un torneo que realmente es muy difícil”.

El empate contra Agropecuario había dejado un sabor agridulce. Luego, la derrota de Belgrano hizo que la diferencia con el “Pirata” se acortara a cinco puntos; aunque en el plantel masticaron bronca porque tuvieron la chance de achicarla a tres. Pero ya está; lo pasado, pisado. Por eso Diarte pide mirar fijo y concentrarse en el juego contra Tristán Suárez, un equipo que está intentando asentarse en la categoría y que tiene un cuerpo técnico bien curtido. “Va a ser otro partido complicado, igual a todos los que jugamos hasta acá. Tristán Suárez va a venir a replegarse, a intentar que la pelota esté lejos de su arquero. Por eso tendremos que tratar de lastimarlos rápido y estar atentos para no quedar expuestos por ir al frente”, dice advirtiendo que el juego es clave por donde se lo mire. “Necesitamos volver a ganar y en esta ocasión es fundamental para poder irnos a la fecha libre con otra cara, un poco más tranquilos”, remarca.

Diarte nunca quiere estar afuera. Juega y sufre como un hincha más, por eso deja en la cancha hasta la última gota de sudor. “Quiero estar mejor partido a partido, seguir creciendo y aportándole cosas positivas al equipo. Mi actitud y mi mentalidad es ir siempre para adelante, lo tengo incorporado y trato de transmitirlo”, afirma pidiendo que el apoyo siga y recalcando que a la meta será mucho más sencillo llegar si el esfuerzo es mancomunado. “A la gente le agradezco por el aguante de siempre y les pido que sigan alentando. Este es un torneo largo; que tengan paciencia porque estamos haciendo las cosas bien. Nosotros tenemos las mismas ganas de ganar y de ascender que tienen ellos”, concluye el lateral que lleva los colores en la sangre, pero que tiene la mente fría para tratar de hacer la diferencia.

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