La grieta que genera la inseguridad

La grieta que genera la inseguridad

El barrio San Felipe fue el escenario de uno de los casos más violentos que se registraron en lo que va del año. Un motochorro perdió dos dedos por los golpes que recibió de los vecinos.

La grieta que genera la inseguridad

1-El acusado

“Debe pagar por lo que hizo, pero no así”

Emilio Isaías Ledesma (18) -foto- permanecerá dos meses tras las rejas por los dos delitos que cometió en menos de 15 minutos en el sur de la ciudad. Primero, según consta en el expediente, abordó con su cómplice a dos mujeres que caminaban por la avenida Jujuy al 4.000. Después de amenazarlas con un arma de fuego, les robó un celular y una riñonera. Huyeron y, a las pocas cuadras, intentó robarle la moto a una pareja que transitaba por la zona. Luego de haber sido reducido por un policía, los vecinos le dieron una feroz golpiza. Como resultado, le amputaron dos dedos de una mano.

En la audiencia que se realizó en su contra, el joven dijo que trabajaba como cadete con su suegro en una sandwichería de San Cayetano, que estudió en el secundario hasta segundo año y que no tiene problemas de adicción “porque sólo fuma marihuana”.

La grieta que genera la inseguridad

El auxiliar fiscal Carlos Berarducci, a la hora de hacer la acusación, indicó que ya había sido procesado por dos robos cometidos en febrero pasado y otras causas por abuso con armas de fuego. Su hermano, Víctor Hugo Ledesma, según confiaron fuentes policiales, habría sido asesinado a los 19 años, cuando, aparentemente, intentó robar una moto en San Cayetano.

Por recomendación de su defensora, prefirió no realizar declaraciones. Tampoco estaba en condiciones de hacerlo por las condiciones físicas en que se encontraba. Sí habló una pariente que pidió no ser identificada. “Él hizo algo malo y ahora lo está pagando, pero no se merece que le hayan hecho algo así. Le pegaron como un perro cuando el policía ya lo tenía reducido. Eso es de cobardes y de salvajes”, fueron las únicas palabras que salieron de la boca de su prima.

2- El policía

“Eran como 50 personas que no pude parar”

El subcomisario Carlos Daniel Suárez acababa de dejar a un compañero de trabajo en el barrio San Felipe. “Regresaba a mi casa y observé que dos jóvenes en moto me pasaron a toda velocidad para alcanzar a otra pareja que iba en moto. Sabía que estaban por asaltarlo. Saqué el arma y cuando llegué a donde se estaba cometiendo el ilícito, frené bruscamente el auto para que los delincuentes se dieran cuenta y me identifiqué como policía”, relató. “Ahí comenzaron los disparos. Como se produjo un tiroteo, el que conducía la moto escapó y el otro huyó corriendo, por lo que decidí perseguirlo”, comentó.

La grieta que genera la inseguridad

El segundo jefe de la Brigada Este se subió a su auto particular y lo persiguió. Otra vez le dio la voz de alto y Ledesma le respondió disparando. “Fueron como siete tiros que me hizo. Respondí el ataque. De pronto dejó de disparar en ese momento. Aproveché para reducirlo y le quité el arma a la que todavía le quedaban proyectiles en el cargador. Inmediatamente, tomé mi celular y pedí refuerzos al servicio 911. Por experiencia, sabía perfectamente lo que sucedería después”, explicó.

Y las sospechas del oficial no tardaron en hacerse realidad. Una turba de por lo menos 50 vecinos se presentó en el lugar. “Estaban totalmente sacados. Fueron directamente a pegarle en la cabeza. No pude parar a la gente, lo único que atiné es evitar que una persona le tirara una piedra de más de cinco kilos en la cabeza. No los pude calmar, pese a que les decía que el delincuente estaba aprehendido y que sería condenado por lo que hizo”, agregó Suárez.

“Afortunadamente los refuerzos llegaron rápido y pudimos salvarle la vida al joven. En medio de la trifulca no recibí ningún golpe, pero sí me dolió en el alma ver cómo la gente quería hacer justicia por mano propia. Eso no está bien y como policías no vamos a permitir que eso suceda”, concluyó Suárez.

3- La defensora

“ya le dieron una pena al quedar discapacitado”

“Con solo ver el rostro del imputado y que ni siquiera puede hablar por la golpiza que recibió, no queda otra cosa más que decir que violaron todos sus derechos y garantías en un procedimiento que tiene numerosas dudas, por lo que figura en el acta de actuaciones de la Policía”, señaló la defensora del acusado, Anabella Maza Villalba.

La defensora oficial cuestionó que el acta no haya sido firmada por Suárez y que los que realizaron la documentación fueron dos efectivos de la seccional 9ª que no estuvieron en el lugar de los hechos. “La aprehensión debe ser declarada ilegal e ilegítima. Había 50 testigos para que firmaran el acta, pero ninguno lo hizo. Y esos testigos fueron los que agredieron a mi defendido y no veo a ninguno de ellos sentados en esta audiencia respondiendo por el delito de lesiones que cometieron”, fundamentó.

La grieta que genera la inseguridad

Maza Villalba también cuestionó la acusación que recibió Ledesma. “En uno de los hechos estamos cuestionando el proceder de la Policía y, en el otro, se le formulan cargos por el simple hecho de haber sido reconocido por una víctima cuando estaba siendo castigado salvajemente en el suelo”, señaló.

“Ledesma, desde el martes a la noche es un discapacitado porque sufrió la amputación de dos dedos. Lamentablemente, ya recibió una pena natural”, planteó a la hora de argumentar el porqué no se le debía dictar prisión preventiva.

“Además, hay que entender que por su estado de salud no es recomendable que permanezca encerrado en un calabozo de una comisaría. Por eso, solicito que se le dicte el arresto domiciliario para que pueda recuperarse favorablemente. Su madre y su hermana se ofrecieron a ser sus cuidadoras”, finalizó.

4- La víctima

“quiero saber quién me protegerá ahora”

“Quedé aterrorizado al escuchar a la defensora. Lo único que me gustaría que me responda: ¿quién me protegerá ahora? Tengo miedo, no puedo salir a trabajar por lo que me pasó. No puedo salir en la moto por la experiencia que viví. Tengo miedo, ni siquiera puedo ir a ver mi hija”, señaló J.O.Y., la víctima, que solicitó que su nombre completo sea mantenido en reserva por temor a sufrir represalias.

El joven, que participó de la audiencia con la cámara apagada para que nadie lo identificara, agregó: “el robo fue muy grave. Cuando los delincuentes me alcanzaron, le dije a ellos que se quedaran tranquilos y que se llevaran la moto. Pero mi hermana comenzó a gritar porque se puso nerviosa y ellos empezaron a hacer tiros. Me senté en el cordón esperando que me pegaran el tiro de gracia. Sabía que me iban a matar. Nunca tuve esa sensación horrible de que me matarían ahí. Pero por suerte apareció ese policía y nos salvó”.

“No le pegué, ni sé quién le pegó de esa manera. No tengo la culpa de lo que pasó después. Me parece que la gente reaccionó así porque está cansada de la inseguridad. Pero no tengo por qué hacerme cargo de esa situación. Quiero protección y si a él lo dejan en libertad, no la tendré”, concluyó la víctima.

5- La fiscalía

“se investigará a los agresores”

“Repudiamos totalmente la agresión que sufrió el señor Ledesma. Se trata de un hecho que no se puede repetir”, explicó el auxiliar fiscal Carlos Berarducci (foto), que por orden del fiscal Ernesto Salas López, inició una investigación para identificar a los responsables de la golpiza que recibió el joven. “Sí nos estamos ocupando, porque se trató de un delito grave que debe investigarse. Y, si no hay personas sentadas aquí es porque estamos en plena etapa de investigación”, destacó respondiéndole a la defensora oficial que se había quejado por esa situación.

La grieta que genera la inseguridad

El representante del Ministerio Público Fiscal enumeró cada una de las pruebas que habían reunido y solicitó que se lo acusara de dos robos agravados por el uso de arma de fuego y que se le dictara la prisión preventiva por dos meses. “Por las condiciones de salud de Ledesma esperamos el tiempo prudencial para realizar esta audiencia. También nos preocupamos para que reciba la atención médica necesaria por sus lesiones. Pero el informe del médico de Policía y el del Poder Judicial fueron contundentes: puede seguir con su recuperación detenido”, señaló.

“Estamos ante un hecho grave. No sólo por la acción delictual del acusado, sino también por las consecuencias. Los vecinos que lo atacaron también cometieron un delito y deben responder por sus actos”, finalizó  en sus alegatos.

6- Los vecinos

“¿por qué no investigan a los que deben cuidarnos?”

“Que hagan lo que quieran, pero aquí nadie les dirá una palabra”, se apuró en aclarar Lucía Medina, una de las vecinas del barrio San Felipe donde se produjo el hecho. “La gente está cansada de vivir en medio de la inseguridad. Ese señor que ahora se hace la víctima, cometió dos robos en medio de una hora. Por las leyes que tenemos en nuestra provincia ese tipo salía a la semana”, fundamentó.

“Esto pasó porque nuestras autoridades hacen poco para proteger a los habitantes de la provincia. No está bien que le hayan pegado semejante cagada, pero otra no queda. Yo les preguntaría a los fiscales:  ¿por qué no investigan a los que deben cuidarnos? Creo que están fallando en sus obligaciones y eso también es un delito”, razonó Gustavo Ibarra.

El barrio San Felipe cambió después de este episodio. “Ya hemos hablado entre varios y prometimos no decir nada para que nadie termine perjudicado con este caso. Puede ser que haya habido un exceso, pero todos estamos cansados de tener miedo de hasta ir a comprar el pan”, indicó Marcos Herrera. “Ese chico, robó dos veces, intentó matar a una víctima y al policía que lo detuvo. ¿Qué quieren? ¿Que se le dé un premio?”, agregó.

“No entiendo a mis vecinos. Todos se pusieron contentos con lo que pasó. Pero la verdad es que se pasaron. Ellos creen que ahora los ‘choros’ no vendrán por temor a que les pase lo mismo. Yo creo que seguirán viniendo y los delincuentes vendrán preparados a matar porque no querrán que los maten a ellos”, sentenció José Luis Ramírez.

7- La jueza

“esto es inaceptable en un estado de derecho”

La jueza Carmen López aceptó todos los planteos que solicitó Berarducci, pero no dejó pasar la oportunidad para dar a conocer su opinión sobre el episodio. “Estamos en un estado de derecho y no se puede permitir este tipo de situaciones. Aplaudo que la fiscalía haya decidido investigar la agresión que sufrió Ledesma”, comentó a la hora de fundamentar la resolución.

La grieta que genera la inseguridad

La magistrada, en otra etapa de la audiencia, indicó: “nuestras leyes autorizan las aprehensiones civiles en casos de flagrancia. Pero ningún habitante de esta provincia, arrogándose funciones que no les corresponde, puede pretender hacer justicia por sus propias manos. Eso constituye un delito que merece una persecución penal”.

López, además de aceptar que el acusado permanezca dos meses detenido, ordenó a las autoridades responsables que el procesado sea trasladado las veces que sean necesarias para continuar con el tratamiento médico que dispusieron los profesionales que lo atendieron.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios