01 Marzo 2022
RELACIÓN ROTA. Gianni Infantino (presidente de la FIFA) y Vladimir Putin, en los tiempos del Mundial de Rusia en 2018. REUTERS
La paradoja del deporte ruso: el mismo día en que Daniil Medvedev alcanza el número 1 del ranking mundial de tenis, rompiendo 18 años de monarquía del “Big 3” (Federer-Nadal-Djkovic), la FIFA y la UEFA deciden borrar a Rusia del mapa futbolístico mundial como represalia por la invasión a Ucrania. En un comunicado conjunto, ambas entidades dieron a conocer la consumación de la amenaza que habían vertido días atrás: ningún equipo o seleccionado ruso podrá participar de las competencias organizadas por ellas hasta nuevo aviso. Por ende, el seleccionado masculino ruso fue excluido del repechaje para el Mundial de Qatar (con lo que el organizador de la última Copa del Mundo se queda afuera de la que viene), el seleccionado femenino no podrá participar de la Eurocopa que se jugará en Inglaterra a partir del 6 de julio, y los clubes rusos quedarán fuera de las copas europeas. Esto último, no obstante, le cabe hoy por hoy solo a Spartak Moscú, el único que seguía en competencia en la Europa League, donde por octavos de final debía medirse con Leipzig dentro de nueve días.
La marginación de Rusia en el tablero futbolístico y deportivo en general, paralela a su exclusión del sistema financiero mundial, ya se venía cocinando desde el inicio mismo de las hostilidades en territorio ucraniano. Tanto la UEFA como la FIFA habían tomado cartas en el asunto días atrás, tratando de contribuir a la persuasión de Vladimir Putin: la entidad rectora del fútbol europeo le había quitado a San Petersburgo la sede de la final de la Champions League (ahora trasladada a París) y la presidida por Gianni Infantino había resuelto que Rusia no podría jugar de local en el repechaje para el Mundial y que debería hacerlo bajo el nombre de Federación Rusa de Fútbol, no pudiendo usar la bandera ni el himno nacional. Todo esto sin perjuicio de adoptar más medidas más severas, lo que hicieron rápidamente: hasta nuevo aviso, Rusia es mala palabra en el mundo del fútbol.
Mucho tuvo que ver la presión de los demás países europeos, en repudio a la decisión del gobierno ruso de iniciar una guerra. Desde que se lanzó el primer misil, Polonia (rival contra el que Rusia debía jugar la semifinal del repechaje el 24 de marzo en Moscú), Suecia y República Checa manifestaron su postura de no jugar en territorio ruso. Más tajantes fueron Inglaterra, Francia, Gales, Holanda y Dinamarca, que rechazaron cualquier posibilidad de jugar contra Rusia, ni siquiera en suelo neutral o bajo el nombre de su Federación. El rechazo hacia la ambición de Putin, al que muchos europeos ven como un Hitler moderno, es total.
¿Qué pasará entonces con el repechaje? La primera opción sería que Polonia avanzara a la final, donde debería esperar por el ganador de Suecia-República Checa. Sin embargo, también puede ocurrir que Eslovaquia -que quedó detrás de Rusia en la clasificación al repechaje- ocupe su lugar en la semifinal. Y aunque parezca menos probable, no se descarta que la vacante sea para el mejor europeo de los que se quedaron fuera del repechaje, lugar que le correspondería a la Noruega de Erling Haaland.
La decisión de la FIFA y de la UEFA generó varios ejes de debate. Uno de ellos fue si correspondía mezclar los tantos entre el deporte y el conflicto político entre dos Estados. Dejar a Rusia fuera del Mundial (o al menos, de la posiblidad de clasificarse) y de otras competencias puede apelarse como una medida que apela a acrecentar el descontento del pueblo ruso contra las decisiones de Putin y su gobierno.
Por otro lado, cabe recordar que el deporte ruso viene manchado de mala reputación desde hace tiempo, cuando se destapó el escándalo del dopaje de atletas rusos impulsado por el propio Estado, lo que resultó en la exclusión de Rusia como nación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 (en ambos debió competir bajo el nombre de “Comité Olímpico Ruso”). Y ahora, a modo de sanción por romper la histórica “tregua olímpica”, el Comité Olímpico Internacional a todas las federaciones deportivas internacionales trasladar o cancelar las competencias previstas en Rusia y Bielorrusia, así como prohibir la participación de atletas de dichos países. Esto, además de revocar la Orden Olímpica (su máxima condecoración) que le había entregado a Putin.
Similar medida había tomado días antes la Federación Internacional de Judo, suspendiendo la presidencia honoraria del líder ruso, cinturón negro y amante de dicha disciplina. Además, entidades rectoras de diversas disciplinas, como karate, natación y voley ya comunicaron que dejarán fuera al país más grande del mundo mientras dure el conflicto con Ucrania.
Por ahora, el conflicto bélico solo enfrenta a ambas ex repúblicas soviéticas. Sin embargo, en el plano deportivo, es Rusia vs Resto del Mundo.
ECOS DEL CONFLICTO
Se sacó el buzo de DT para combatir
Yuriy Vernydub, entrenador ucraniano del Sheriff de Moldavia, peleará en la guerra contra Rusia. “Si necesitan mi ayuda, siempre estaré ahí. Nací en Ucrania y vivo en Ucrania”, afirmó el hombre de 56 años que regresó a su país.
Sin el patrocinador ruso
La demanda de camisetas de Schalke 04, equipo de la segunda división del fútbol alemán, creció notablemente después de que los directivos tomaran la decisión de cortar el vínculo que tenían con la empresa estatal rusa Gazprom, que patrocinaba el club desde el 2007. La tienda on-line está sobrecargada.
Alvarenga a salvo en Polonia
“Familia y amigos, estamos bien gracias a Dios. No se preocupen”, escribió Fabricio Alvarenga, quien logró llegar a salvo junto a su familia a Polonia. El misionero, ex jugador de Vélez que juega en el Rukh Lviv ucraniano, tuvo una odisea de varios días, que encima debió pasar en muletas, por una lesión que atraviesa.
Abramovich mediador por la paz
Roman Abramovich, luego de dejar la dirección de Chelsea el club más rico de Londres, se convirtió en uno de los miembros de la delegación rusa encargada de intermediar en las negociaciones de paz. Abramovich fue contactado por los ucranianos “con la intención de encontrar una solución pacífica”.
El COI se sumó a los pedidos
El Comité Olímpico Internacional (COI) recomendó a las federaciones deportivas que se prohiba la participación de atletas rusos y bielorrusos en las competencias internacionales por la ruptura de la Tregua Olímpica por parte de esos países. El período que supone la suspensión de los conflictos bélicos comenzó el 4 de febrero, siete días antes de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing y debía extenderse hasta el 20 de marzo, en la semana posterior a la clausura de los Juegos Paralímpicos.
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